Cómo limpiar mejillones

Un plato exquisito y que gusta de comer, tanto solos como acompañando a cualquier otro alimento son los mejillones. Hoy es fácil de encontrar mejillones para cocinar, tanto al natural como envasados y preparados. En el primer caso, es necesario limpiarlos para poder cocinarlos. Desde unComo.com te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a limpiar los mejillones de forma rápida y sencilla.

Pasos a seguir: 1

En primer lugar, debes tener en cuenta que no puedes dejar los mejillones más dos días en el frigorífico ya que podrían ponerse malos y ocasionarnos graves problemas digestivos e incluso de salud. Recuerda que no es aconsejable cubrir los mejillones con agua.

2

Para mantener en el mejor estado tus mejillones mientras los tienes en el frigorífico, envuélvelos en un paño mojado que contenga granos de sal. Esta es la mejor manera de hacer que los mejillones se mantengan bien y en buen estado para prepararlos.

3

Antes de prepararlos, hay que hacer una selección. Para empezar, elimina los mejillones que tengan la cáscara rota. Seguidamente, los que te queden, golpéalos y si no se cierran, entonces hay que desecharlos. Esto implica que el mejillón está muerto o en un estado nada saludable.

4

Una vez que te quedes con los buenos, debes limpiarlos bajo el grifo. Ten en cuenta que si prefieres que sepan mucho a mar, no debes enjuagarlos demasiado, solo lo necesario para quitar la tierra y la posible suciedad. Si, por el contrario, prefieres que no tengan este sabor, remójalos bien bajo el agua.

5

Todo lo que tienes adherido a la concha es necesario quitarlo. Para ello usa un cuchillo por el mango. Con este golpea la concha y automáticamente caerá todo. Lo más difícil y más pegado al cuerpo del mejillón, debes rasparlo con un estropajo de acero inoxidable.

6

Hay también que eliminar el filamento que lleva entre las conchas. Para ello hay que agarrarlo con la punta con los dedos o con un cuchillo, y se debe tirar de este, hasta arrancarlo completamente.

7

Es aconsejable darles un último enjuagón bajo el agua para que tus mejillones queden bien limpios y poder cocinarlos con mayor seguridad.