El aceite de albahaca tiene múltiples usos en la cocina, puedes utilizarlo para aliñar tus ensaladas, preparar una salsa pesto, condimentar la pasta, la carne o el pescado. Puedes comprarlo ya hecho o prepararlo tú mismo en casa siguiendo esta sencilla receta. Las propiedades de la albahaca amplian los usos de este aceite a otros campos, como el medicinal. Es un potente digestivo natural, favorece la disminución de vómitos e incremena el apetito. Si quieres saber cómo hacer aceite de albahaca casero y fácilmente, sigue leyendo este artículo de unComo y descúbrelo.
Necesitarás:Para preparar este aceite aromático casero necesitarás dos tazas y 1/4 de aceite de oliva virgen extra, una taza de albahaca fresca y un recipiente de vidrio con cierre hermético. Si quieres saber a cuánto equivale una taza en gramos porque no dispones de este tipo de medida, en este artículo de lo contamos.
2Lo primero que debes hacer es limpiar bien las hojas de albahaca. Para ello, utiliza un trapo limpio o papel de cocina y frótalas con cuidado. En caso de tener arena, pásalas primero por agua. Luego, pon un cazo con agua al fuego, introdúcelas y caliéntalas un poco. No debe llegar a hervir, de manera que con un minuto es suficiente.
3Cuando las hojas se hayan escaldado un poco, enfríalas introduciéndolas en un recipiente con agua y hielo. Escúrrelas bien para eliminar el exceso de agua y tritúralas. Puedes machacarlas con la licuadora, con la batidora o manualmente con un mortero, como te vaya mejor.
4Conforme las vayas machando, empieza a añadir el aceite poco a poco y continúa triturandólo todo. Cuando lo tengas bien triturado, puedes colarlo para eliminar los restos de hojas de albahaca o dejarlo tal cual si quedó completamente líquido.
5Llegados a este punto, tienes dos opciones. La primera de ellas es usarlo como lo tienes para aliñar tus ensaladas o complementar tus platos favoritos y, la segunda, introducirlo en un tarro de vidrio y dejarlo macerar entre dos semanas y un mes para intensificar su sabor. Si te decantas por la segunda, simplemente has te reservarlo en el tarro, añadir unas hojas de albahaca que deberás cambiar cada dos semanas, cerrarlo y dejarlo en un lugar fresco, libre de humedades y donde no llegue la luz directa del sol. No lo reserves en el frigorífico.
6Aunque no quieras macerarlo, siempre es más aconsejable que lo guardes en un recipiente de vidrio para una mejor conservación. Como ves, preparar tu propio aceite de albahaca es muy sencillo y le aportará un toque exquisito a tus recetas. Si lo prefieres, puedes sembrar tú mismo albahaca en casa siguiendo las instrucciones de este artículo.