La dieta mediterránea es considerada como una de las más saludables y equilibradas que existen, y es un conjunto de hábitos alimentarios propios de los pueblos de la cuenca del Mediterráneo. Se le atribuyen ciertas propiedades beneficiosas para la salud y un destacado papel en la prevención de distintas enfermedades, en gran medida gracias a la aportación del aceite de oliva.
La dieta mediterránea se compone aproximadamente de 50 a 55% de calorías que provienen de los carbohidratos (principalmente complejos y ricos en fibra), un 10 a 12% de proteínas y un 30 a 35% de grasas. He aquí la importancia del aceite de oliva, rico en grasas monoinsaturadas, que pertenecen al grupo de las grasas saludables.
- Si quieres saber cuáles son las diferencias entre las grasas buenas y las grasas malas, puedes leer nuestro artículo: “Tipos de grasas (buenas y malas) y sus funciones”
Beneficios y propiedades nutricionales del aceite de oliva
El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, tiene una serie de propiedades y beneficios que os mostramos a continuación.
1. Ayuda a vivir más
El aceite de oliva aporta un gran sabor a muchas comidas, pero además ayuda a prevenir y reducir el desarrollo de muchas enfermedades. Los estudios muestran que consumir aceite de oliva a diario es esencial para prevenir ciertos tipos de cáncer, por lo que ayudaría a vivir más tiempo. Este alimento, además de sabroso, es muy saludable.
2. Propiedades antibacterianas
Muchas de las enfermedades que previene este alimento es por sus propiedades antibacterianas, que ha demostrado ser particularmente eficaz contra Helicobacter pylori, un tipo de bacteria que puede causar úlceras y cáncer de estómago. De hecho, las investigaciones muestran que es eficaz contra ocho cepas de esta bacteria, tres de las cuales son resistentes a los antibióticos. El mismo estudio ha demostrado que 30 gramos de aceite de oliva virgen extra pueden eliminar la infección por Helicobacter pylori en el 10-40% de las personas en tan sólo 2 semanas.
3. Mejora la salud intestinal
Como puedes ver en el punto anterior, el aceite de oliva mejora la salud del estómago y del aparato digestivo, y actúa como protector reduciendo el exceso de ácidos en esta parte del cuerpo. Asimismo, aumenta el PH del organismo porque favorece la absorción de calcio y magnesio.
4. Previene la artritis
El aceite de oliva puede ayudar a reducir el dolor en las articulaciones y la hinchazón de la artritis reumatoide. Estos efectos se magnifican cuando se combina con la ingesta de pescados ricos en omega
La artritis reumatoide es una enfermedad que provoca articulaciones deformadas y dolorosas. Si bien no se conocen las causas, se cree que ocurre por un sistema inmunológico deficiente en el que los anticuerpos atacan a las células sanas por error. Los estudios muestran que el aceite virgen extra reduce la inflamación y el estrés oxidativo en los individuos con esta condición.
5. Mejora las funciones cognitivas
Los polifenoles son compuestos bioactivos que actúan como antioxidantes y antiinflamatorios, y los estudios han demostrado que potencian el nacimiento de nuevas neuronas. El aceite de oliva, entre muchos otros nutrientes, contiene polifenoles. Asimismo, las personas que consumen mayor cantidad de grasas tienen mejor memoria, y aquellas que consumen grasas monoinsaturadas gozan de un mejores funciones cognitivas, funciones metabólicas y un mayor desarrollo cerebral.
Las grasas, además, favorecen la formación de membranas celulares y del tejido cerebral.
6. Previene la diabetes tipo II
Este alimento tiene un protector contra la diabetes, por sus efectos beneficiosos sobre la glucemia y la sensibilidad a la insulina. Así lo confirmó un estudio publicado en la revista Diabetes Journal que contó con 418 sujetos. Según los resultados, el grupo que consumió la dieta mediterránea con aceite de oliva redujo el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en más del 40%.
7. Mejora la salud cutánea
El aceite de oliva virgen extra ayuda contiene agentes antienvejecimiento, y nutrientes que combaten la osteoporosis y daños en la piel. Al parecer, el aceite de oliva añade una capa protectora en la piel, tanto a través del consumo y la aplicación.
8. Previene el cáncer
Como he dicho en el primer punto, el aceite de oliva previene el cáncer. Los antioxidantes que se encuentran en este tipo de aceite ayudan a reducir el daño oxidativo causado por los radicales libres, que se cree que es uno de los principales orígenes de cáncer.
9. Previene el Alzheimer
El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la acumulación de de las llamadas placas beta-amiloides dentro de las células cerebrales. Un estudio en ratones demostró que el aceite de oliva podría eliminar estas placas de las neuronas.
10. Ayuda a perder peso
Consumir grasas sanas puede ser beneficioso a la hora de quemar calorías, pues acelera el metabolismo. Además, expertos en este tema, como es el caso de Leandro Ravetti, afirman que “una dieta rica en aceite de oliva virgen extra puede favorecer la de pérdida de peso y su mantenimiento. De hecho, las dietas bajas en grasa son menos efectivas que aquellas que contienen grasas saludables para este fin”.
11. Mejora el sistema inmunológico
Tener un sistema inmunológico fuerte es clave para gozar de una buena salud, pues es necesario para combatir virus o bacterias que podrían perjudicar a nuestro organismo. Los antioxidantes del “oro verde” ayudan a mejorar el sistema inmunológico y, de esta manera, prevenir enfermedades.
12. Previene las enfermedades cardíacas
Las enfermedades cardíacas son una de las principales causas de muerte en el mundo, y el aceite de oliva podría prevenirlas, pues reduce significativamente el riesgo de enfermedades del corazón a través de numerosos mecanismos, por ejemplo, reduce la inflamación, mejora la función del revestimiento de los vasos sanguíneos y puede ayudar a prevenir la coagulación no deseada de la sangre.
13. Reduce el colesterol
Además, el aceite de oliva ayuda a proteger al organismo del colesterol malo o LDL, y los Los fitoesteroles que contiene aumentan el HDL, lo que ayuda a balancear el colesterol. Esto provoca una reducción de enfermedades cardiovasculares y arteriosclerosis.