Cuando eres sedentario o has pasado un largo período de inactividad, es muy probable que te sientas desmotivado para comenzar a entrenar. La edad, la escasa condición física inicial e, incluso, la imagen corporal actual pueden causar falta de motivación para hacer ejercicio. Sin embargo, con un mínimo de voluntad, cualquier persona puede dedicar un espacio de tiempo diario a mejorar su estado físico.
Si eres de los que ha intentado de todo para lograrlo y aún no lo consigues, sigue leyendo este artículo de unCOMO. Te contamos cómo tener ganas de hacer ejercicio gracias a una serie de trucos para que te mantengas motivado y logres incorporar una rutina de salud a tu vida.
Encuentra tus motivaciones
Para tener ganas de hacer ejercicio, el primer paso es saber cuál es tu motivación inicial: ¿por qué quieres hacer ejercicio? Puede ser para despejar tu mente, para ganar músculos, para perder peso, para estar en forma, para que te quede bien la ropa que tienes guardada o para iniciar un deporte que te llama la atención. Tu motivación puede ser alguna de las anteriores o, tal vez, ninguna, pero debes encontrarla. De ello dependerá que mantengas más fácilmente tu motivación para hacer ejercicio.
Además, si todavía no tienes muy claro si realmente quieres o no hacer ejercicio, te recomendamos la lectura de este otro artículo de unCOMO en el que conocerás por qué es importante hacer ejercicio.
Crea un plan realista
Una vez encontrado el motivo por el cual quieres hacer ejercicio, debes crear un plan realista para mantener el interés y no desistir. Si, por ejemplo, tu motivación es correr la maratón de Nueva York, no puedes comenzar el día cero intentando correr 42 kilómetros.
Puedes buscar la asesoría de un profesional y crear un plan que te permita avanzar progresivamente según tu condición física actual. Así podrás desglosar tu entrenamiento en pequeños pasos que, eventualmente, te llevarán a lograr tu objetivo sin abrumarte. Es importante que, al principio, sobre todo si antes no has practicado ningún deporte, sigas los consejos de un entrenador personal, por ejemplo, respecto a con qué frecuencia debes hacer ejercicio y qué tipo de ejercicio es mejor para ti.
Escoge el mejor método para ti
Los primeros días del entrenamiento son los más difíciles y, seguramente, te dolerá alguna parte del cuerpo. Tu meta parecerá muy lejana y serás más susceptible a abandonarla. Para evitar que esto ocurra, recuérdate constantemente por qué estás entrenando.
Asimismo, para lograrlo, debes elegir el método que más se adapte a ti. Si eres de los que practica la visualización o crees en su eficacia, tómate unos minutos al despertar para verte a ti mismo alcanzando tu objetivo exitosamente. También puedes hacer mensajes motivadores y tenerlos a la vista en lugares estratégicos de tu casa como, por ejemplo, el espejo. Usa la agenda del teléfono para recordarte que debes ir a entrenar y lo que lograrás con ello también puede ser una buena herramienta.
Busca apoyos
Aunque estés entrenando solo, es posible que necesites el apoyo de otros para mantenerte con ganas de hacer ejercicio. Cuéntale a tu entorno más cercano lo que estás haciendo y pídeles que te apoyen en la consecución de tu objetivo. Que tus amigos y familiares vayan a verte en tu primer maratón corto o que sepan que no deben incitarte a salir del plan de alimentación saludable son solo dos maneras en la que pueden brindarte apoyo en esta nueva etapa.
Asimismo, rodearte de quienes, como tú, están en la búsqueda de un mayor bienestar físico también puede ayudarte a mentalizarte para hacer ejercicio.
Cambia tus hábitos diarios
Algo que hay que tener muy presente para conocer bien cómo tener ganas de hacer ejercicio es que tomar esta decisión no se trata solamente de ir al gimnasio o practicar algún deporte. Es un cambio de mentalidad que comienza con pequeñas decisiones que tomamos en el día a día: usar las escaleras en lugar del ascensor, caminar o usar la bici en vez del auto, elegir las opciones más saludables para comer, restringir la ingesta de alcohol, dormir 8 horas diarias o planificar momentos de esparcimiento.
Cuando los pequeños cambios diarios se convierten en hábitos, complementan tu entrenamiento y aceleran los resultados, manteniéndote motivado.
Busca opciones gratuitas
Si lo que te desmotiva a hacer ejercicio es la falta de dinero, existen opciones gratuitas que puedes tomar para comenzar a cambiar tus hábitos. Caminar o correr en un parque o seguir rutinas de entrenamiento por Internet son dos maneras de mantenerte saludable sin tocar tu presupuesto. Además, cuando empieces a abandonar toda la comida poco saludable verás una ganancia, no solo en tu bolsillo, sino también en tu estado físico.
Pon música para entrenar
Para saber cómo tener ganas de hacer ejercicio no podía faltar algo que nunca falla: la música. La música puede ser una herramienta muy poderosa para mantenerte con ganas de hacer ejercicio. Crea una lista de canciones enérgicas y que te gusten para que las escuches mientras entrenas. Además, cuando las escuches en otros contextos, las relacionarás con actividad física y te harán sentir mejor.
En este otro artículo descubrirás consejos sobre cómo elegir la música para hacer ejercicio. De esta forma, te resultará más fácil motivarte.
Lleva un cuaderno de entrenamiento
Llevar un cuaderno de entrenamiento te ayudará a tener un seguimiento de tus logros diarios, semanales y mensuales. Además, podrás detectar patrones emocionales o de comportamiento que puedes mejorar: qué días te sentiste más motivado, qué parte de tu entrenamiento te gusta más, en qué debes enfocarte, qué hábitos te están ayudando a lograr tus objetivos y cuáles los retrasan.
Tener un control de lo que has logrado, de lo que debes mejorar y de cómo te sientes al respecto te ayudará a tomar las medidas necesarias para lograr tu objetivo y te mantendrá con ganas de hacer ejercicio.
Ahora que ya conoces cómo tener ganas de hacer ejercicio, puede que te interese saber más detalles en este otro artículo sobre cómo estar motivado para hacer ejercicio.