Ante la pandemia que estamos viviendo, se adoptó en mayor o menor medida el aislamiento social como medida más efectiva para evitar seguir contagiándonos.
Nos quedamos encerrados en casa, ya que era nuestra mejor manera de cuidarnos, pero tras un prolongado periodo de tiempo y con muy poca limitación para las salidas, nos fuimos acostumbrando en mayor o menor medida a esa “nueva modalidad de vida”.
Dicen que una persona tarda 21 días en adquirir un hábito; al principio adquirirlo requiere de muchísimo esfuerzo tanto físico como mental, trayendo como uno de los síntomas más importantes la ansiedad. Luego, cuando van pasando los días nos empezamos acostumbrar a este nuevo hábito.
Pero... ¿cómo volvemos para atrás? ¿Cómo hacemos para empezar a salir sin miedo? ¿Cómo hacemos para adaptarnos a las nuevas medidas de higiene y seguridad social? ¿Cómo la adquirimos nuevamente?
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El proceso de la vuelta a la normalidad
Ahora nos encontramos en España en la fase de desescalada; eso significa que poco a poco empezaremos a salir, con nuevas limitaciones y costumbres que tendremos que ir adquiriendo de a poco.
Algo que estoy viendo en muchas personas, es que ahora que podemos salir poco a poco, se empieza a generar una situación de temor y de miedo, el cual se traduce en que nos cuesta salir de nuestra casa y del confinamiento que estamos viviendo hace dos meses.
Hablamos del síndrome de la cabaña, el cual es el miedo por salir a la calle, miedo a contactar con otras personas, miedo a realizar actividades que antes eran cotidianas en nuestras vidas. Somos conocedores del riesgo real que supone exponernos a salir.
Es por ello que es totalmente normal que puedan surgir sentimientos de inseguridad y miedo, ya que percibimos nuestra casa como el único lugar seguro para estar. Nos ha costado mucho entender que no había que salir de casa, pero ahora que sí podemos hacerlo, nos cuesta enfrentar esta nueva forma de vida, ya que tras semanas de confinamiento nuestra mente se ha habituado a la seguridad de nuestro hogar. Esto se debe a una consecuencia natural al hecho de pasar mucho tanto tiempo en casa confinados.
Síntomas que podemos tener si estamos pasando por el síndrome de la cabaña
Estas son las diferentes maneras en las que se manifiesta este problema.
- A nivel cognitivo: Dificultad para concentrarnos, problemas en la memoria
- A nivel emocional: Síntomas de depresión, sentirnos más ansiosos, angustia, miedo, sensación de ahogo
- Mucho miedo a salir, a retomar nuestra rutina de antes, a establecer relaciones sociales, falta de motivación
¿Cómo hago para volver a la nueva normalidad?
Lo primero que aconsejo es hacer que nuestras salidas sean de manera gradual, que seamos nosotros mismos los que vamos regulando qué necesitamos y cómo lo hacemos.
Es importante ir graduando nuestro contacto con el exterior pero poco a poco, e ir viendo como nos vamos sintiendo, que emociones nos genera. Es fundamental que nos escuchemos y reflexionemos sobre lo que nos está pasando, y que podamos expresarlo. Recomiendo hacerlo poco a poco, ya que de ese modo vamos a ir tomando contacto con nuestra vida gradualmente y no bruscamente.
También es importante que en el horario que nos dejen salir hacer algo que nos guste, como por ejemplo disfrutar del sol, de los olores, de la naturaleza. Si nos gusta hacer deportes, ir conectando poco a poco con el mismo. Es mucho más fácil si nos concentramos es estas pequeñas cosas para poder tener motivación para que al dia siguiente podamos repetir la salida. Antes del confinamiento, seguramente no nos parábamos en ver muchísimas cosas porque las teníamos siempre.
Pero ahora, tras la ola de contagios por la pandemia, deberíamos hacer más hincapié en las pequeñas cosas que antes las dábamos por obvio y que ahora no las podemos hacer.
Para aliviar los síntomas del síndrome de la cabaña hay que tener en cuenta el respetar y seguir los protocolos de seguridad. Frente al miedo que nos puede generar el salir a la calle, es primordial el distanciamiento social, uso de mascarilla, lavado de manos, donde todos en su conjunto nos va a proporcionar más seguridad, tanto individual como en nuestra sociedad.
Es normal tener miedo en estos momentos, pero también es normal querer superarlo poco a poco e irnos sintiéndonos más seguros de nosotros mismos y del exterior.
Poder practicar, si es posible, técnicas de relajación y respiración, nos hará sentir más tranquilos, y sobre todo conectar con nuestros mayores miedos para poder superarlos poco a poco.
A modo de conclusión
En estas semanas que tenemos por delante, aconsejo poder evaluarnos y prestar mucha atención a cómo nos vamos sintiendo día a día, sobre todo que si la sensación de miedo sigue existiendo pasando los días, poder consultar con un profesional acerca de lo que estamos sintiendo. Muchas veces nos pasa que no sabemos cómo salir de una situación, y necesitamos ayuda psicológica para poder hacerlo.
Animamos a todos a poder empezar a ser un poco más positivos, y que todos juntos vamos a poder salir de esta situación. Es normal que a algunos nos pueda costar más esfuerzo, pero eso no significa no conseguirlo. No todos tenemos los mismos tiempos ni las mismas herramientas, y ninguno de nosotros vivió este confinamiento alguna vez. Es una situación totalmente nueva para todos.