Los seres humanos somos seres muy curiosos. Queremos saber de todo y sobre cualquier situación, persona u objeto, y por ello no paramos de recopilar todo tipo de conocimientos que se presenten a nuestro alrededor.
Sin embargo, de la misma manera que hay personas de todos los tipos, también hay diferentes tipos de curiosidad. Estas pueden depender tanto del objetivo como del contexto en el que se encuentre la persona.
Vamos a ver un poco más a fondo cuántos tipos de curiosidad hay, por qué es un concepto un poco difícil de delimitar y algunas propuestas que se han hecho.
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¿Cómo clasificar las formas que adopta la curiosidad?
El ser humano es un animal curioso por naturaleza. A todas las personas, en mayor o menor medida, nos gusta descubrir cosas nuevas. Es cierto que hay personas más favorables a descubrir cosas que se salen de su rutina que otras, puesto que esto en sí mismo es un rasgo de la personalidad dentro de la dimensión de la apertura a la experiencia. Pero, independientemente de cuán abiertos a la experiencia seamos, lo cierto es que no podemos evitar sentir curiosidad en algún momento de nuestras vidas
Si tuviéramos que hacer una lista de tipos de curiosidad seguro que se nos ocurrirían muchos tipos, cada uno dependiendo de factores como el contexto, la motivación, los rasgos de personalidad de quien lo muestra y una amplia lista de aspectos. Por ejemplo, podríamos hablar de curiosidad alegre, de necesidad, de estrés, de experiencias, social y otras categorías, muchas de ellas basadas más en la cultura general que no en una investigación científicamente fundamentada.
Así pues, en un sentido muy general, podríamos decir que hay tantos tipos de curiosidad como contextos y personas haya. Sin embargo, muchos psicólogos han querido establecer una taxonomía de la curiosidad, un sistema clasificatorio para los tipos que se creen que hay, algo que vamos a ver en amplio detalle unos párrafos más abajo. De momento se coincide en que, propiamente dicha, habría 5 tipos de curiosidad y estas se relacionarían con dos interesantes estilos o patrones de conducta curiosa.
Los 5 tipos de curiosidad: una clasificación
Todd B. Kashdan, de la Universidad George Mason, junto con sus colaboradores llevó a cabo en 2017 un estudio que le ha servido para crear una taxonomía de los tipos de curiosidad. Estos tipos serían los siguientes 5:
1. Exploración alegre
La exploración alegre coincide con la idea clásica y propia de la cultura popular de que es la curiosidad. Sería la que se manifiesta cuando estamos buscando algo relacionado con nuevos conocimientos o información motivados por la alegría, por las ganas de aprender algo que desconocíamos. Sería la curiosidad que mostramos cuando queremos saber a qué sabe una nueva marca de yogur, quien construyó un edificio o cuál es el patrón de apareamiento de los leones marinos.
2. Sensibilidad a la carencia
La sensibilidad a la carencia es un tipo de curiosidad cuyo estímulo emocional es de tipo negativo, como la tensión o la ansiedad.
Es ese ansia que sentimos cuando queremos saber cómo se desarrollaron un evento histórico que entra en el examen de historia, cómo se resuelve un problema matemático por el que nos van a evaluar o querer saber qué pasará en el próximo capítulo de nuestra telenovela favorita después de saber que uno de los personajes ha sido infiel a la protagonista.
3. Tolerancia al estrés
La tolerancia al estrés se activa cuando se acepta la duda o la ansiedad ante nuevos eventos que son complejos y misteriosos.
Este tipo de curiosidad, de uno u otro modo, ayuda a reducir las resistencias ante los cambios que puedan darse al recibir nueva información. Es el tipo de curiosidad nos motiva a preguntarnos qué puede haber más allá del miedo, como cuando se da un cambio en el gobierno de nuestro país o hay un cambio en la política de empresa.
4. Curiosidad social
La curiosidad social sería aquella que implica querer saber qué piensan y hacen otras personas al observar, hablar o cotillear. Esta curiosidad es sinónimo de deseo de conocer la vida de los demás a través de distintos medios de comunicación, como las redes sociales, programas del corazón, telediarios, periódicos...
5. Búsqueda de emociones
La búsqueda de emociones es la que nos lleva a buscar nuevas experiencias a costa de tomar riesgos físicos, sociales y financieros. Un ejemplo de este tipo de curiosidad sería lo que sentimos cuando queremos explorar deportes de riesgo, viajar a un país exótico, probar drogas o invertir en bolsa.
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Cazadores y entrometidos
Como acabamos de ver, Kashdan propuso una taxonomía de cinco tipos de curiosidad, las cuales se manifestarían en distintos contextos. Sin embargo, otros estudios han tratado de ver hasta qué punto la curiosidad está relacionada con nuestro estado anímico y qué rol juega con nuestro bienestar emocional. Dado que la curiosidad tiene una naturaleza con unos límites tan poco claros tratar de medirla objetivamente ha sido un auténtico reto.
Uno de los métodos más recurrentes para medir la curiosidad ha sido ver en qué medida los participantes se sentían “enganchados” con una serie de actividades, cuántas preguntas y de qué forma cotilleaban con el investigador sobre la temática o el objetivo de la tarea que se les había pedido hacer.
Sin embargo, esta metodología tiene varios problemas, entre ellos que solo sirven para medir la curiosidad explícitamente mostrada por el participante y no sirven para hacer tipologías de la misma. Además, hay que tener en cuenta que la dimensión de la extraversión puede hacer que se crea que una persona curiosa, por el simple hecho de ser introvertida y poco asertiva, está menos interesada en la actividad que se le ha propuesto.
Teniendo en cuenta todo esto y sabiendo lo complicado que es definir claramente tipos de curiosidad, el grupo de David M. Lydon-Staley se adentraron en el campo de la filosofía para estudiar dos estilos de comportamiento curioso y ver de qué manera manifestaban diferentes conductas curiosas: los cazadores o “hunters” y los entrometidos o “busybody”.
Su método para ver estos dos estilos de conducta curiosa es bastante innovador. Su experimento consistía en usar la Wikipedia, la enciclopedia libre más grande de todo el Internet que, entre sus múltiples ventajas, están la de que no tiene anuncios y sus páginas permiten saltar a otras por medio de clicar en palabras resaltadas en color azul. Además, la página dispone del clásico navegador propio de páginas organizadas en artículos, lo cual permite buscar un tema con mucha facilidad.
El estudio se realizó con una muestra de 149 participantes a quienes se les pidió que navegaran libremente por Wikipedia durante los 15 minutos que duraba cada sesión diaria durante un período de 21 días, sumando un total de 5 horas en las que cada uno de los sujetos se pasó navegando por esta enciclopedia en línea. Para estudiar su comportamiento, los investigadores se valieron de una rama de las matemáticas llamada teoría de grafos.
La teoría de grafos es un método que sirvió a los investigadores para ver por donde navegaban sus participantes. Sin entrar en detalles sobre esta compleja teoría, lo que sí podemos destacar es que por medio de ella los investigadores pudieron ver si los participantes buscaban artículos de Wikipedia que tuvieran relación temática o si saltaban de tema en tema, mostrando así curiosidad, interés por cosas que leían, pero de formas distintas.
Fue gracias a este estudio que pudieron conceptualizar una dimensión nueva de la conducta curiosa, en la que un extremo se corresponde con los cazadores y el otro con los entrometidos. El estilo de cazador se caracteriza por buscar información cercanamente relacionada con un tema, profundizando en ese mismo tema y sin irse demasiado lejos en la temática. En cambio, el estilo de entrometido es aquel en el que se va saltando de tema en tema, recopilando información muy variada y sin profundizar en ella.
Gracias a usar Wikipedia y dejar total libertad a los participantes para saciar su curiosidad, los investigadores pudieron superar la limitación de la extraversión puesto que, gracias a este método, tanto introvertidos como extravertidos tenían las mismas oportunidades para curiosear. Independientemente de cómo asertivos fueran, los participantes clicaban enlaces y usaban el navegador de forma totalmente libre, sin sentirse cohibidas por hacerlo.
Estilos de curiosidad
Los estilos de curiosidad que acabamos de ver y los 5 tipos de curiosidad anteriores están relacionados. Cabe destacar que los estilos de curiosidad, mostrados en forma de patrones de navegación dentro de Wikipedia, no son estilos fijos, es decir, una persona no es solo cazadora o solo entrometida, sino que puede cambiar el estilo de comportamiento curioso en función de cómo se sienta y qué tipo de curiosidad manifieste. Es decir, la dimensión cazadores-entrometidos es un continuum muy variable, que depende más del contexto que de la propia personalidad.
En ese mismo estudio, los investigadores administraron un cuestionario antes de realizar cada sesión de navegación por la enciclopedia con la intención de entender qué factores influyen en la aparición de un estilo de curiosidad u otro. Entre estos indicadores estaban la curiosidad de tipo sensibilidad a la carencia y la búsqueda de emociones. Como hemos comentado, la primera sería una curiosidad para rellenar huecos de conocimiento que se sienten como estresantes, mientras que el segundo estaría relacionado con sentir nuevas sensaciones, sentir experiencias excitantes.
Estos mismos investigadores vieron, al medir la búsqueda de sensaciones antes de hacer la sesión de navegación por Wikipedia, que las personas tendían a dar pasos más largos, es decir, saltar de tema en tema cuando este tipo de dimensión era alta. Lo mismo pasaba si los participantes indicaban tener menor sensibilidad a la carencia, no sintiendo la necesidad de profundizar demasiado en lo que leían, rasgos propios de un estilo entrometido.
Visto esto, han hipotetizado que el tipo de curiosidad del momento influye en el estilo de comportamiento curioso que se manifieste. Si se tiene que estudiar para un examen o profundizar en un determinado tema del que vamos a ser evaluados se presenta la sensibilidad a la ausencia y se aplica un estilo tipo cazador. En cambio, si se está leyendo o investigando por placer, queriendo descubrir algo nuevo, se aplica un estilo tipo entrometido, mostrando que podemos ser lo uno y lo otro en función de nuestro objetivo.
Referencias bibliográficas:
- David M. Lydon-Staley et al. (2020). Hunters, busybodies and the knowledge network building associated with deprivation curiosity, Nature Human Behaviour DOI: 10.1038/s41562-020-00985-7
- Kashdan, Todd & Stiksma, Mel & Disabato, David & Mcknight, Patrick & Bekier, John & Kaji, Joel & Lazarus, Rachel. (2017). The Five-Dimensional Curiosity Scale: Capturing the bandwidth of curiosity and identifying four unique subgroups of curious people. Journal of Research in Personality. 73. 10.1016/j.jrp.2017.11.011.