Imagine la siguiente situación de esta persona que llamaremos Ana. Tiene un excelente trabajo y una vida con muchas actividades; sin embargo, desde hace algún tiempo se siente agobiada con tantos compromisos y cosas pendientes por tratar, y no sabe cómo desenvolverse en estas situaciones.
Para Ana las actividades se presentan todas al mismo tiempo. Las va realizando, en la casa, en el trabajo, en cualquier espacio y tiempo que consiga. Son muchas las veces que incumple responsabilidades y que acarrea problemas, hasta que llega un punto en el que no sabe qué hacer; se siente con desconfianza, con miedo, y siente que ya no va a poder continuar con todo.
Comienza a llorar, se siente frustrada y aunque intenta organizarse, siente nerviosismo, palpitaciones y piensa que todo va a empezar a ir mal.
Cree que esto le está afectando en sus relaciones interpersonales y de pareja, y no sabe qué hacer, últimamente, se siente agresiva, seria y sin ánimo.
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La relación entre la ansiedad y la Organización Personal
Esta descripción ficticia no es más que la simple representación de lo que todos podemos llegar a sentir en algún momento con las tareas del día a día. ¿Alguien le puede ayudar y mejorar con todos los síntomas? ¿Debiera tratarse primero los síntomas y luego la capacidad de organización? Probablemente, algunos pudieran darle una mano ayudándola, específicamente en la organización del tiempo y, tal vez, harían algunas de las cosas que necesita hasta que ella se sienta mejor.
Cuando una persona acude al psicólogo, por lo general identifica y describe sus síntomas y su condición general. Tras indagar y realizar la entrevista inicial, evaluaciones psicológicas, se puede llegar a identificar un nivel alto de ansiedad y, adicionalmente, determinar que no tiene herramientas de organización, además de una gran cantidad de compromisos que puedan comprometer la salud mental y física.
Ahora, el/la lector/a debe estar pensando que lo ideal es que ella aprenda a organizarse, ofreciéndole técnicas y herramientas para la gestión del tiempo y organización, para que sea autónoma y sienta que posee el control ante esta avalancha de compromisos y la gran cantidad de demandas del medio ambiente, así como las múltiples tareas. Es lo correcto, pero esto no es suficiente.
El objetivo principal es que la persona aprenda técnicas que le permitan afrontar el estrés ambiental, así como manejar los síntomas que se generan. Es por esto que recomiendo el desarrollo de estrategias de Afrontamiento Combativo y Estrategias de Afrontamiento Preventivo.
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¿Qué es el Afrontamiento Combativo y Estrategias de Afrontamiento Preventivo?
Las estrategias de Afrontamiento Combativo se refieren a una reacción ante algún estímulo estresante e implica suprimir dichos estímulos generadores de estrés, como por ejemplo la desorganización.
Además, es fundamental que la persona aprenda estrategias de organización de tareas y del tiempo, así como estructurar y discriminar entre tareas urgentes e importantes utilizando la Matriz de Eisenhower.
Aunque esto sólo sería una parte de lo que se haría en la consulta: se evaluarían otros aspectos de la ansiedad. El objetivo es que el individuo desarrolle recursos psicológicos con ayuda de las herramientas suministradas para el control de la ansiedad. El afrontamiento de la situación consistirá en aprender nuevos hábitos de organización, y luego el individuo percibirá que tiene el control para organizarse.
Por otro lado, las estrategias de afrontamiento preventivo hacen referencia a estilos de afrontamientos para evitar que aparezcan estímulos estresantes, o ayudar al organismo a responder a ello, es decir, anticipar y evitar las consecuencias negativas del estrés, por ejemplo.
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El Locus de Control
Aquí surge un nuevo concepto de mucha importancia, el concepto de Locus de Control Interno, que es la percepción del individuo de que su conducta se inicia a partir de una fuente interna.
Por otro lado, el Locus de Control Externo ocurre cuando la persona percibe que el inicio de su conducta se origina externamente, es decir no tiene dominio sobre ella. Esto es importante, ya que en función de si la persona percibe su locus de control, interno o externo, la persona define su autonomía y, su percepción subjetiva, sintiéndose más o menos empoderada.
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Claves de empoderamiento personal
Cuando una persona se siente empoderada, consciente de sus habilidades y con la percepción de Locus de Control Interno, la ansiedad disminuye y se siente con confianza para afrontarla.
Ocurriendo lo contrario, cuando la persona tiene un perfil predominante de Locus de Control Externo, ni siquiera intenta hacer cambios porque siente que nada de lo que haga surtirá efecto, dado que piensa que el control lo tienen los eventos externos sobre ella, sintiendo que desbordan sus capacidades.
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El papel de la procrastinación
No puedo dejar de mencionar, aunque de forma breve, el concepto de la procrastinación, es decir, la tenencia a postergar las responsabilidades o las tareas que nos habíamos propuesto cumplir.
Si la persona procrastina en las actividades planificadas, puede deberse a varios factores: siente miedo por pensar que no será capaz de realizar la actividad, hay una falta de competencias para llevar a cabo una tarea, tiene dificultad para tomar decisiones, siente que su creatividad está bloqueada, o su expectativa de eficacia no es razonable. Todo ello, contribuye con la exacerbación de la ansiedad.
Por lo tanto, la procrastinación es otro tema a trabajar a la hora de organizarse y controlar la ansiedad. Pero leeme en el próximo artículo acerca de este tema.
Confía y da el primer paso en tu organización y control de la ansiedad.