Si has comprado acelgas frescas o cultivas en tu propio huerto y necesitas guardarlas un tiempo antes de consumirlas, lo mejor es congelar las acelgas para que se conserven en perfecto estado y mantengan todas sus propiedades intactas. Es preferible consumir las verduras frescas, pero si necesitamos conservarlas unos días o incluso meses, congelarlas antes de que empiecen a deteriorarse es el método más indicado para disfrutar de ellas en cualquier momento.
Si quieres conocer cómo congelar acelgas, sigue leyendo este artículo de unComo.com en el que vamos a explicarte cómo hacerlo con todo detalle.
Pasos a seguir: 1Algunas de las propiedades de las acelgas que conseguimos conservar al congelar estas verduras de hoja son los betacarotenos, los antioxidantes, vitaminas, calcio, hierro y potasio, componentes necesarios para conservar en buen estado nuestra vista, los huesos, la circulación sanguínea y la piel. Por lo tanto, las acelgas son una de las mejores verduras para los niños, pero también para los adultos. Para que las propiedades de esta verdura se conserven en perfecto estado debemos congelarlas o consumirlas en las 6 u 8 horas siguientes tras haberlas cosechado.
Para poder cocinar acelgas más adelante, y no en el momento en que las compramos o las recogemos del huerto, antes de coger las acelgas frescas y meterlas en el congelador, debemos prepararlas de la forma más correcta para que se conserven de la mejor forma posible, es decir, tenemos que limpiarlas, cortarlas y empaquetarlas debidamente. Si lo hacemos bien, evitaremos la indeseada escarcha, unos cristales de hielo que se forman en los alimentos congelados cuando no se ha hecho el proceso correctamente, ya que da un sabor desagradable y echa a perder las propiedades que contienen las acelgas cuando están frescas.
2Para congelar acelgas correctamente y así poder disfrutarlas en cualquier otro momento y cocinar, por ejemplo, un delicioso y completo plato de acelgas con garbanzos, lo primero que debes hacer es eliminar las partes que estén en mal estado, ya sean partes de las hojas como del tallo. Corta estas partes de las acelgas y deséchalas, seguidamente lava con agua abundante todas las acelgas para quitar cualquier residuo de suciedad y de sustancias como los posibles pesticidas que puedan tener todavía. Después, corta en trozos pequeños tanto las hojas como los tallos.
3Puedes guardar congeladas las acelgas sin previa cocción o puedes hacerlo habiéndolas precocinado primero. Si decides congelarlas todavía crudas, tal y como las has cortado puedes guardarlas en fiambreras o tuppers con cierre hermético o bien, utilizar bolsas especiales para congelar, sea cual sea el método que utilices asegúrate de que está bien cerrado y que ninguna parte de las acelgas queda al descubierto.
Una vez las tengas bien aisladas, ya puedes guardar las acelgas en el congelador, procura hacerlo rápidamente porque tener el congelador abierto es una de las cosas que provoca que haya escarcha en los alimentos que hay guardados, puesto que la temperatura varía rápidamente.
4En cambio, si prefieres guardarlas precocinadas para que después te resulte más fácil el proceso de descongelar acelgas y cocinarlas, una vez las tengas limpias y cortadas deberás poner agua en una olla y cuando esta esté en el punto de ebullición añade las acelgas cortadas y deja que se cuezan solo 2 minutos. Retíralas rápidamente del fuego y escúrrelas bien y, una vez ya no estén muy calientes, guárdalas en fiambreras o en bolsas especiales para congelar y mételas en el congelador.
5Es bueno que antes de consumir las verduras estas se blanqueen antes de ser cocinadas o congeladas. Este proceso que se conoce como blanqueamiento o escaldado de las verduras hace que se detenga la producción de enzimas y evita, así, que las verduras se maduren en los próximos días y es aconsejable hacerlo para conservar los nutrientes. Se trata de escaldar en agua hirviendo las verduras previamente enfriadas, escurrirlas y volver a enfriarlas.
Para ello, llena una olla o un bol grande con agua y añade hielos y deja que se enfríen durante unos 3 o 5 minutos, inmediatamente añade las acelgas en agua hirviendo que tengas preparada en otra olla, gracias al contraste de temperatura conseguiremos detener las enzimas que hacen que la verdura se ponga en mal estado más rápidamente, y en cuanto lleven 2 minutos en el agua hirviendo retíralas del fuego y enfríalas colocándolas de nuevo directamente en el agua con hielo, déjalas en el hielo máximo 2 minutos y retíralas, ya puedes guardarlas en bolsas especiales para congelar o envases adecuados para la congelación y mételas en el congelador.
6El día que quieras comer acelgas no es necesario que las saques del congelador unas horas antes, puesto que la mejor forma de cocinarlas es añadirlas a la olla con el agua ya hirviendo y dejarlas cocer durante los minutos que sean necesarios para la receta que quieras elaborar, aunque normalmente con unos 15 minutos es suficiente.
Si te ha gustado conocer cómo congelar acelgas, puede que también te interese saber Cómo congelar espinacas y Cómo congelar alcachofas.