La falta de tiempo de nuestro nivel de vida cotidiano provoca que en numerosas ocasiones no podamos hacer la compra al día. Pero, ¿por qué renunciar a alimentarnos a base de alimentos frescos? En el siguiente artículo queremos explicarte una de las técnicas más útiles a la hora de conservar comida, sobre todo si es de temporada. Hablamos de congelar los alimentos, un método perfecto para mantener el sabor, la textura y las propiedades de la cualquier tipo de alimento.
¿Quieres saber más? Entonces, no dejes de leer las siguientes líneas. En unComo.com hemos recopilado los mejores consejos para que aprendas cómo congelar pimientos, una verdura que podrás añadir en numerosos platos y guisos para agregar sabor, vitaminas y múltiples nutrientes sin alterar su textura ni sus propiedades. ¡Toma nota!
Pasos a seguir: 1Para empezar, deberás trabajar con pimientos frescos y maduros - ya sean rojos o verdes -, es decir, deberán ser más oscuros y tener una textura firme. Si observas que el pimiento tiene un color apagado, se ha reblandecido o está dañado no es conveniente que lo congeles.
Lo mejor para conservar un pimiento con todas sus propiedades y mantenerlo igual es congelarlos cuando estén frescos. En caso de que no puedas congelarlos justo después de haberlos comprado, te recomendamos conservarlos en el frigorífico, eso sí, no es recomendable que pase más de un día sin que los hayas congelado.
2Una vez hayas seleccionado los pimientos que vas a conservar, límpialos cuidadosamente y enjuágalos con agua fría o tibia. Es importante que los frotes bien para retirar restos de tierra o suciedad. Por último, sécalos completamente con papel de cocina.
3Para congelar pimientos es importante retirar los tallos y las semillas que se encuentran en su interior. Te será mucho más fácil limpiarlo si cortas el pimiento por la mitad con la ayuda de un cuchillo afilado y levantas el tallo lentamente para retirar con él buena parte de las pepitas. Para asegurarte de que está 100% libre de semillas, vuelve a pasar ambas mitades del pimiento por agua.
4Hay gente que congela el pimiento en mitades, no hay ningún problema en ello. No obstante, te recomendamos que antes de introducirlo en el congelador lo cortes a trozos pequeños, del tamaño que desees o de la forma en la que normalmente lo utilices para cocinar: en tiras, a cuadros, en aros... De este modo, el día que los descongeles estarán listos para agregarlos a tus guisos de la forma en que los necesites.
5Si pretendes cocer los pimientos después de haberlos congelado, te recomendamos escaldarlos previamente antes de meterlos en el congelador. Con este proceso, eliminarás las bacterias que pueden destruir o mermar el sabor, la textura, el color o los nutrientes en las verduras y contribuirás a conservar y mantener las condiciones de los pimientos durante más tiempo. En caso de que vayas a utilizar los pimientos en crudo, puedes pasar directamente al congelado habitual.
6Escaldar pimientos es muy sencillo. Tan solo deberás poner a hervir una olla con 2/3 de agua, que deberás ir reponiendo en caso de que el agua disminuya durante el escaldado. Mientras el agua se calienta, prepara un recipiente con agua helada. Cuando arranque a hervir deberás introducir los pimientos durante un tiempo breve (3 minutos aproximadamente).
Pasado este tiempo, transfiere rápidamente los pimientos del agua hirviendo al recipiente con agua helada. Con este paso conseguirás bajar la temperatura de los pimientos y detener el proceso de cocción. El tiempo que deben quedarse los pimientos en el agua con hielo también debe ser breve. Deja que se enfríen durante 3 minutos, aproximadamente. Después, escúrrelos hasta que estén completamente secos.
7¡Al congelador! Después del proceso de escaldado, es hora de conservar los pimientos para futuras recetas. Coloca los pimientos escaldados sobre una bandeja sin que se toquen entre ellos, para evitar que se peguen entre ellos y que sea más difícil separarlos posteriormente. Mételos en el congelador y deja que se solidiquen por completo, lo cual tardará un par de horas si los trozos o mitades son grandes. En caso de que los hayas cortado en trozos muy pequeños, puedes obviar el paso de solidificación y colocarlos en una bolsa para congelarlos directamente.
8Pasadas las dos horas, y con los pimientos solidicados, puedes colocarlos en bolsas o recipientes específicos para congelar, de manera que se conserven y se guarden mucho mejor. Recuerda que no es recomendable mantenerlos en envases de vidrio, ya que podrían romperse dentro del congelador. Lo ideal es utilizar bolsas selladas al vacío.
9¡Listo! Con este método podrás congelar pimientos y utilizarlos posteriormente para agregar sabor, color y nutrientes a tus platos y guisos favoritos. No renuncies a disfrutar de un buen pimiento fresco, aunque haya pasado un tiempo desde su compra. ¿Te animas?
10Para que aproveches al máximo tus alimentos, en unComo te mostramos otras técnicas para poder congelarlos y, así, alargar su vida sin que se estropeen:
- Congelar frutas
- Congelar tomates
- Congelar champiñones