En ocasiones resulta difícil mantener un ritmo de trabajo constante durante la semana y a la vez atender a otras responsabilidades personales, como pueden ser la vida en familia o las tareas del hogar. Y cuando lo logramos, es habitual que nuestra salud física y/o mental se resienta, experimentando esa sensación de vulnerabilidad y de ‘no me da la vida’. Encontrar el equilibrio desde el que podemos hacer frente a nuestras metas y obligaciones, por un lado, y trabajar de manera consistente y productiva, por el otro, puede llegar a ser todo un reto.
Por eso, en este artículo hablaremos acerca de cómo aplicar al día a día rutinas que nos ayuden a alcanzar un ritmo de trabajo sostenible, tanto en lo que respecta a su consistencia y periodicidad, como en lo relativo a su compatibilidad con una buena salud y calidad de vida.
- Artículo relacionado: "10 hábitos diarios psicológicamente saludables, y cómo aplicarlos a tu vida"
‘No me da la vida’: consejos para lograr un ritmo de trabajo sostenible
Conciliar la vida familiar con la laboral es uno de los aspectos más críticos que pueden encontrar millones de personas en todo el mundo, algo que acaba generando un gran malestar y estados de estrés sostenido en el tiempo. Sin embargo, no son pocos quienes se auto-engañan pensando que pueden dedicarse en tiempo y alma a su faceta profesional o a sus proyectos personales más demandantes y a la vez reducir al mínimo el resto de aspectos de la vida sin que eso les pase factura de una manera o de otra.
Con el objetivo de aprender a mantener un ritmo de trabajo sostenible con el que poder llegar a todo, a continuación presentamos una serie de consejos prácticos que pueden ser fácilmente aplicados en nuestra vida diaria.
1. Promover la gestión del tiempo basada en horarios claros
La gestión correcta del tiempo nos puede ayudar a realizar todas aquellas tareas que debemos atender durante el día, y en caso de que no puedan ser todas, nos permite maximizar notablemente el trabajo realizado.
Gestionar bien el tiempo tiene que ver con organizar con antelación el día a día de trabajo y las semanas en las que debemos atender a más tareas a la vez. Esto podemos lograrlo mediante un diario o agenda en el que apuntamos diariamente todas las obligaciones de las que debemos ocuparnos.
Además de eso, podemos también tener en todo momento claro cuáles son las tareas que ocupan más tiempo y cuáles las más rápidas, para poder así gestionarnos mejor y saber en todo momento qué debemos hacer.
- Quizás te interese: "Gestión del tiempo: 13 consejos aprovechar las horas del día"
2. Priorizar determinadas tareas sobre otras
Priorizar determinadas tareas sobre otras cuando el volumen de trabajo nos desborda es una de las mejores cosas que podemos hacer si queremos ser productivos durante la jornada y terminar con éxito las labores más importantes. Esto nos ayudará a tener una visión global de las tareas que debemos abordar a lo largo de la jornada, evitando cuellos de botella y sorpresas de última hora.
Para ello, deberemos dedicar al menos un par de minutos al día a identificar cuáles son las tareas más importantes que debemos hacer cuanto antes y cuáles podemos poner en un segundo plano sin ningún problema y terminar al día siguiente o en cualquier otro día, dejándolo por escrito en formato listado.
- Artículo relacionado: "Psicología del trabajo y las organizaciones: una profesión con futuro"
3. Reconocer que no podemos llegar a todo
Debemos tener en cuenta que somos seres humanos y como tal no podemos llegar a todo lo que queremos hacer, como sí podría hacer una máquina.
Algunas personas viven su vida con altos niveles de estrés, ya que siempre consideran que deben llegar a finalizar con éxito cualquier tarea encomendada, tanto en el ámbito laboral como en el profesional.
Esta reflexión nos ayudará a relativizar y nos permitirá relajarnos psicológicamente, reduciendo nuestros niveles de ansiedad o estrés y quitándonos el peso de encima de considerar que debemos llegar a hacerlo todo.
4. Descansar correctamente
Mantener un ritmo adecuado en los hábitos diarios de sueño es otro de los consejos que podemos seguir si queremos ser productivos durante cada jornada de trabajo.
Es por eso que acostarnos a la misma hora diariamente y levantarnos también a la misma hora nos ayudará a establecer un ritmo estable de sueño, lo que permite descansar mucho mejor al organismo. Del mismo modo, debemos hacer pausas de descanso frecuentes, cada 40 o 45 minutos. Estas deben ser breves (debido a su alta frecuencia) y nos servirán para descansar la vista, estirar los músculos, y restaurar nuestra capacidad atencional, algo que nos permitirá rendir mejor.
5. Primar la organización
La organización debe ser tanto en los horarios como en el espacio físico de trabajo, lo cual significa que para ser productivos debemos tener un lugar de trabajo ordenado y organizado en todo momento.
De igual manera, debemos evitar también cualquier tipo de distracción durante las horas de trabajo, es decir, debemos utilizar los dispositivos como el teléfono móvil o el ordenador únicamente por razones laborales y no lúdicas.
6. Mantener hábitos saludables diarios
Además de los hábitos de sueño, existen una serie de hábitos saludables diarios que podemos poner en práctica para aumentar nuestro rendimiento de trabajo y nuestra productividad tanto en el ámbito laboral como personal.
Algunos de estos hábitos son la realización de ejercicio físico regular durante cada semana y los hábitos alimentarios, es decir llevar una dieta sana y equilibrada que nos de la energía necesaria para rendir al máximo diariamente.
7. Dedicar tiempo para uno mismo
Además de realizar correctamente las obligaciones del trabajo, también es necesario dedicar algunas horas al día a hacer actividades relajantes y que nos hagan sentir mejor.
Pasar tiempo con la familia o los amigos, o bien realizar aficiones que nos llenen es una buena forma de desconectar un poco del trabajo y cargar pilas para rendir al máximo al día siguiente.
8. Poner en práctica técnicas de relajación
Poner en práctica técnicas de relajación útiles de manera diaria también nos puede ayudar a encontrar el equilibrio en nuestro organismo tanto a nivel físico como emocional y psicológico.
Son muchas las técnicas de relajación que podemos integrar en nuestro día a día; algunas de las más habituales son el yoga, la meditación, la relajación muscular progresiva, o el pilates.
- Quizás te interese: "7 técnicas de relajación fáciles para combatir el estrés"
¿Buscas servicios de asistencia psicológica?
Si quieres disponer de ayuda psicológica profesional, ponte en contacto con nosotros.
En Psicotools podemos atenderte presencialmente o de manera online.
- Lehrer, P.M.; David, H.; Barlow, R.L. Woolfolk; Wesley E.S. (2007). Principles and Practice of Stress Management. Nueva York: Guilford Publications.
- Morgenstern, J. (2004). Time Management from the Inside Out: The Foolproof System for Taking Control of Your Schedule—and Your Life. Nueva York: Henry Holt/Owl Books.