Poner la mente en blanco es un ejercicio muy recomendado para conseguir la relajación del cuerpo y la desconexión de la mente de lo cotidiano, de los hechos y de lo material. Practicado para desarrollar el autoconocimiento, la autoreflexión y mejorar la calidad de vida, ya que se ha demostrado que poner la mente en blanco durante unos minutos todos los días ayuda a la mejora de la salud. Desde unComo, te explicamos cómo poner la mente en blanco de una forma sencilla.
Pasos a seguir: 1Poner la mente en blanco es un ejercicio muy practicado en las sesiones de yoga. Muy recomendable para la salud y el bienestar general. Cuesta mucho y no se consigue el primer día. Son necesarias la constancia y el tiempo. Con la práctica, conseguirás poner la mente en blanco de manera fácil y sin tener que realizar grandes esfuerzos.
2Un aspecto clave para lograrlo con éxito es buscar un lugar tranquilo en el que no haya ruidos y en el que nadie te pueda interrumpir. Además, debe disponer de una superficie cómoda para tumbarte y permanecer allí el tiempo que necesites. Preferiblemente, elige un lugar que esté cercano a la naturaleza, y el ambiente te servirá también de gran ayuda.
3Usa ropa cómoda, a poder ser de color blanco, el más neutro. Que esté limpia y que solo destines a esta función, a practicar la relajación. Quítate la ropa que tenías puesta para hacer tus cosas y ponte estas nuevas prendas.
4Túmbate. Pon el cuerpo en línea recta, los brazos relajados con las palmas de las manos hacia arriba y un poco separados del cuerpo. Sitúa las piernas igualmente relajadas, ligeramente abiertas a la altura de las caderas. Esta es la posición más adecuada para relajarte y poner la mente en blanco.
5Suelta todos los músculos, relájate. Libérate de toda la tensión acumulada y empieza a respirar profundamente. Comienza llenando tu abdomen con aire, lo más que puedas y aguántalo unos segundos. Seguidamente, suelta poco a poco el aire por la boca y vacía el abdomen. Mantén esta posición también unos segundos hasta comenzar el siguiente paso.
6Concéntrate solo en la respiración, en cada uno de sus pasos. Simplemente, siente cómo se hincha tu estómago y cómo se desinfla. Siente cada una de las partes del proceso, lentamente, y concéntrate en esto. En cierto momento, te darás cuenta de que no sientes casi tu cuerpo y que no piensas en absolutamente nada más que en el proceso de respirar.
7Cuando te encuentres relajado y empieces a sentir que la fuerza de tu respiración disminuye hasta no sentirla, piensa en algo blanco. Sin forma, sin figura, en el color blanco directamente. No dejes de pensar más que en eso, concéntrate.
8Siente como tu cuerpo pierde toda su fuerza y se hace delicado y suave como una pluma. Siente como tu cuerpo no pesa nada y como el color blanco de tu mente es lo único que ves.
9Mantente el tiempo que puedas así, mientras que tu cuerpo se sienta cómodo. En el momento en el que el cuerpo necesite volver a la realidad, tráelo poco a poco. Empieza moviendo los pies, manos, piernas, cuello y finalmente reincorpórate de forma muy lenta.
10Si antes de intentar poner la mente blanco, necesitas liberar tensiones y calmarte interiormente, te invitamos a leer el artículo Consejos para relajar la mente.
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.