Durante la etapa final del alcoholismo, una persona ya no tiene control sobre si bebe o no. En cambio, la adicción se ha apoderado de su vida y tiene el control.
Etapas del alcoholismo
En la etapa temprana del alcoholismo, el individuo bebe mucho pero no experimenta síntomas de abstinencia entre episodios de consumo de alcohol, con la excepción de tener resaca. Esta persona puede tener una alta tolerancia al alcohol y puede funcionar razonablemente bien mientras está ebria.
A medida que el alcohólico pasa a la segunda etapa de la adicción, ya no bebe para sentirse en control o para mejorar su estado de ánimo. En cambio, el alcohol se ingiere para evitar experimentar el dolor físico y psicológico de los síntomas de abstinencia. El alcohólico puede experimentar síntomas como fuertes dolores de cabeza, escalofríos y náuseas.
Características de la Etapa Final del Alcoholismo
Una persona en la etapa final del alcoholismo se encuentra en un estado en el que debe consumir alcohol diariamente para funcionar. En las primeras etapas de la adicción, el alcohólico puede haber podido mantener un trabajo mientras continuaba bebiendo. Ser un alcohólico de alto funcionamiento es mucho menos probable para una persona que se encuentra en la etapa final de este tipo de adicción.
Peligros del alcoholismo en etapa avanzada
Una vez que una persona alcanza la etapa final del alcoholismo, debe permanecer continuamente borracha para mantener a raya los síntomas de abstinencia. En este punto, su tolerancia al alcohol disminuye debido al daño hepático y del sistema nervioso. Algunos alcohólicos mueren debido a cirrosis hepática severa durante esta etapa.
Cirrosis del Hígado
La cirrosis hepática es una afección médica en la que el hígado no puede funcionar correctamente debido al desarrollo de tejido cicatricial. Una vez que aparece el tejido cicatricial, inhibe el flujo de sangre a través del hígado. El tejido cicatricial también afecta la capacidad del hígado para:
- Limpiar las toxinas de la sangre
- Producir proteínas para ayudar con la coagulación
- Controlar infecciones
- Procesar medicamentos y nutrientes
- Producir bilis para absorber el colesterol y ciertas vitaminas (solubles en grasa)
El tratamiento para la cirrosis hepática puede incluir hacer cambios positivos en los hábitos alimenticios del paciente, así como abstenerse de consumir alcohol. También se puede recomendar a una persona a la que se le haya diagnosticado cirrosis que consulte con su médico antes de tomar vitaminas o medicamentos. En los casos en que el daño al hígado sea severo y las medidas utilizadas para controlar la condición no sean efectivas, se puede requerir un trasplante de hígado.
Muerte, Lesiones y Alcoholismo
Las personas que se encuentran en la etapa final del alcoholismo corren el riesgo de sufrir lesiones o muerte accidental debido a caídas, ya que la ebriedad crónica tiene un efecto negativo en el equilibrio y la coordinación del individuo. Las caídas pueden provocar hemorragia esofágica, hemorragia cerebral o hemorragia anormal de todos los órganos, incluidos los riñones, el estómago y los intestinos. La muerte por una caída a menudo se relaciona más con el sangrado en el cerebro que con la caída en sí.
Un alcohólico que decide ir a nadar también corre el riesgo de ahogarse durante esta actividad.
Dado que el alcohol es un depresor, algunas personas con problemas de adicción terminan suicidándose. La combinación de deterioro del juicio y el hecho de que el alcohólico en etapa avanzada entrará en dolorosos síntomas de abstinencia si no continúa bebiendo puede ser suficiente para empujar a una persona a tomar la trágica decisión de acabar con todo.
No espere tanto para buscar ayuda
Si usted o un ser querido tiene un problema con el consumo de alcohol, consulte a un médico de inmediato. La ayuda siempre está disponible si el alcohólico está dispuesto a aceptarla. no esperes a que ocurra una tragedia.