Aunque todos se sienten tristes o abrumados de vez en cuando, la ansiedad y la depresión severas no son normales. Si estos sentimientos comienzan a interferir con su disfrute de la vida cotidiana, es posible que padezca una enfermedad mental grave.
Tipos de trastornos de ansiedad
Hay varios tipos diferentes de trastornos de ansiedad. De hecho, más de 2,4 millones de estadounidenses sufren algún tipo de trastorno de ansiedad. La ansiedad y la depresión afectan a personas de todas las edades, razas y culturas.
Los siguientes son algunos de los trastornos de ansiedad más comunes:
- El trastorno de ansiedad generalizada es el término médico para la ansiedad que es constante, pero que no está ligada a una sola fuente. Las personas con esta afección viven en un estado continuo e ilógico de preocupación y tensión.
- El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico. Estos breves episodios de miedo intenso suelen durar menos de 10 minutos y van acompañados de sudoración, temblores, dificultad para respirar o mareos. Muchas personas que sufren de trastorno de pánico inicialmente creen que están teniendo un ataque al corazón.
- El trastorno de estrés postraumático se refiere a la ansiedad provocada por la exposición a eventos como el combate militar, el abuso sexual, los desastres naturales o un ataque criminal. Los síntomas generalmente comienzan dentro de los tres meses posteriores al evento desencadenante.
- El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la obsesión recurrente por la limpieza o el miedo a la contaminación. Las personas que padecen TOC tienen una extrema necesidad de orden en su vida cotidiana.
- Las fobias son miedos a situaciones específicas. Las fobias comunes incluyen miedo a volar, miedo a los animales o miedo a los lugares llenos de gente. Una fobia social a veces se conoce como trastorno de ansiedad social.
El vínculo entre la ansiedad y la depresión
Si bien muchas personas piensan que la depresión es un trastorno que provoca falta de energía, a menudo ocurre lo contrario. Muchas personas que sufren de depresión se vuelven tan ansiosas que no pueden relajarse. Una persona que sufre un trastorno de ansiedad se siente angustiada en situaciones que no molestarían a una persona común. Por ejemplo, es posible que no pueda ir al supermercado sin sufrir una sensación de miedo paralizante. En casos severos, las personas con trastornos de ansiedad simplemente no pueden trabajar o mantener amistades.
No existe una causa única para la ansiedad y la depresión. Las condiciones parecen ser hereditarias, pero se le puede diagnosticar incluso si ninguno de sus parientes ha mostrado ningún síntoma. El estrés puede agravar la ansiedad y la depresión, pero los síntomas pueden persistir mucho después de que haya pasado el evento desencadenante.
Opciones de tratamiento
Aunque la ansiedad y la depresión son condiciones estrechamente relacionadas, no son lo mismo. Los síntomas de cada trastorno deben abordarse por separado para que el tratamiento sea exitoso.
A muchas personas se les recetan medicamentos para tratar los síntomas de la ansiedad. Por ejemplo, Valium y Xanax son dos medicamentos muy populares para la ansiedad. El antidepresivo Paxil también se usa para tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Sin embargo, los medicamentos recetados contra la ansiedad pueden tener efectos secundarios molestos. Es importante discutir las ventajas y desventajas de varios medicamentos con su proveedor de atención antes de comenzar el tratamiento.
Si bien los medicamentos a menudo pueden ser muy útiles para tratar la ansiedad y la depresión, su proveedor de atención también puede recomendar asesoramiento. Hablar con un psiquiatra o psicólogo capacitado puede ayudarlo a aprender a identificar sus sentimientos y cambiar los comportamientos autodestructivos. La consejería proporciona una forma segura y efectiva para que los pacientes enfrenten los síntomas de ansiedad y depresión.