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Señales de adicción a la metanfetamina

Señales de adicción a la metanfetamina

La metanfetamina, o meth, se considera el estimulante más potente disponible en los Estados Unidos. El subidón de dopamina que muchas personas experimentan al usarlo, y el posterior colapso, a menudo conduce a la adicción y la dependencia.

¿Eres adicto?

Si temes que estás desarrollando una adicción a la metanfetamina, es probable que al menos estés abusando de la droga y que esté teniendo un impacto negativo en tu vida. La gente no suele hacer preguntas ni buscar ayuda cuando todo va bien.

Hay una serie de señales para saber cuándo un hábito se convierte en una adicción. Solo recuerde que todos reaccionan de manera diferente a la droga, por lo que no existe una lista de verificación "talla única".

Señales típicas de adicción

Cambios de humor

Las personas adictas a la metanfetamina tienden a ser felices y productivas cuando usan la droga y deprimidas y ansiosas cuando no la usan. El cuerpo comienza a recurrir a la droga para regular el estado de ánimo, en lugar de utilizar los procesos normales del cerebro, por lo que su estado de ánimo no coincidirá necesariamente con lo que sucede en su entorno.

Preocupación por la metanfetamina

Los adictos comienzan a pensar en la droga de su elección como una de sus necesidades básicas, similar a la comida y el agua. Debido a los antojos constantes, sus vidas comienzan a girar en torno a obtener metanfetamina, usarla y recuperarse de su uso. Todo lo demás (trabajo, relaciones, escuela, vivienda) se vuelve secundario.

Problemas financieros y legales

A veces, la necesidad de metanfetamina del adicto conduce a serios problemas financieros debido a la pérdida del trabajo, al gasto de grandes cantidades de dinero en la droga o al uso imprudente del dinero mientras está drogado. Pueden surgir problemas legales debido al robo para obtener más metanfetamina o la comisión de delitos relacionados con las drogas.

Cambios físicos

Los adictos a la metanfetamina tienden a descuidar su apariencia física, pasan días sin ducharse, se visten descuidadamente y no se cuidan cuando están enfermos o lesionados. La metanfetamina también frena el apetito y hace que los adictos olviden que necesitan comer, por lo que muchos pierden peso rápidamente y sufren de desnutrición. Su cabello y dientes pueden romperse y caerse a medida que avanza su adicción.

Patrones de sueño anormales

La metanfetamina engaña al cerebro haciéndole creer que el cuerpo tiene energía ilimitada, por lo que los adictos pueden permanecer despiertos las 24 horas del día, a veces durante una semana o más. Eventualmente, el adicto colapsará, durmiendo por períodos prolongados, tal vez un día o más, cuando su cuerpo se agote. A medida que se desarrolla la tolerancia y el adicto usa más metanfetamina o cambia de fumar/esnifar a inyectarse, estos períodos de atracones se vuelven más largos o más frecuentes.

Paranoia

La adicción a la metanfetamina a veces imita la esquizofrenia, y los usuarios experimentan alucinaciones, delirios y miedos irracionales. A veces, estos miedos pueden conducir a la agresión y la violencia. Si le preocupa que lo estén vigilando o que esté en peligro, incluso cuando no pueda identificar lógicamente una amenaza, la adicción puede ser la causa.

Compulsividad

Muchos adictos a la metanfetamina tienen que estar constantemente haciendo algo, y no solo por aburrimiento. El simplemente no puede quedarse quieto. Desmontan cosas mecánicas y las vuelven a armar, caminan, se sacuden, se rascan la piel, hablan sin parar, se jalan el cabello y exhiben otros comportamientos frenéticos.

El rascado de la piel es muy común y a menudo deja costras en la cara de la persona. La compulsión sexual también es común.

Obtener ayuda

La adicción a la metanfetamina puede ocurrir rápidamente sin que el usuario se dé cuenta. Una vez que estás enganchado, es difícil dejar de usar metanfetamina sin ayuda externa. Si se relaciona con alguno de estos signos de adicción, o si tiene alguna inquietud sobre su uso, es importante comunicarse lo antes posible. Dos buenos lugares para comenzar son llamando a la Coalición contra el Abuso de Drogas al 1-800-943-0566 o a la Línea de Ayuda de Alcohol y Drogas al 1-800-821-4357.