Para algunos, apostar es algo que se puede hacer en un viaje anual a Las Vegas o en la fiesta anual de Nochevieja. Para otros, es un hábito habitual que se convierte en una adicción potencialmente destructora de la vida. Al igual que con la adicción a las sustancias, puede ser muy difícil para un jugador compulsivo dejar de jugar, incluso después de que haya causado consecuencias negativas. Sin embargo, es posible.
Paso uno:haga un plan
Puede parecer imposible para usted sentarse en casa y evitar el atractivo de la sala de póquer en la calle. Es por eso que planificar con anticipación es tan importante. Elabore una lista de actividades que disfrute y que puedan llenar el vacío que el juego llena para usted ahora. Por ejemplo, si pasa todos los viernes por la noche jugando tragamonedas de video, únase a un club de lectura que se reúna los viernes por la noche.
Haz una lista de las personas en tu red social que no están involucradas en juegos de azar y averigua qué hacen para divertirse, y luego pregúntales si puedes acompañarlos. Además, enumera las cosas que puedes hacer solo, como mirar un DVD, meditar o correr.
Segundo paso:restrinja sus finanzas y cambie sus hábitos
Corta tu acceso al efectivo para que no tengas dinero con el que jugar. Esto no significa renunciar a su trabajo, pero sí significa cerrar sus cuentas de tarjetas de crédito. También significa pedirle a un amigo o familiar de confianza que deposite su cheque de pago en una cuenta de la que no pueda retirar dinero sin su consentimiento y que solo saque dinero para necesidades.
Si juega usando su computadora, bloquee todos los sitios web de apuestas. Manténgase alejado de los negocios que permiten los juegos de azar, como los casinos, las pistas de carreras y los comerciantes de boletos de lotería. No salgas con amigos de juego.
Paso tres:determine por qué apuesta
Mucha gente juega para escapar del estrés, la depresión, el aburrimiento y la soledad. Trate de determinar por qué juega para que pueda identificar cuáles son sus factores desencadenantes. Por ejemplo, si juegas debido al estrés, es posible que te desanimes debido a un día difícil en el trabajo o a la proximidad de un examen importante.
Algunas personas tienen más de un desencadenante, especialmente si han jugado durante mucho tiempo. Cuando te dispares, consulta tu plan desde el primer paso. Esto puede ayudarlo a evitar una recaída. Luego, escribe cómo te sentiste cuando tuviste la necesidad de jugar.
Juego patológico
Cuando sientes que simplemente no puedes controlar tu impulso de jugar a pesar de tus mejores esfuerzos, puedes ser un jugador patológico. El Instituto Semal de la UCLA define el juego patológico como "una pérdida continua o periódica de control sobre el juego; una preocupación por el juego y por obtener dinero para apostar; pensamiento irracional; y la continuación del comportamiento a pesar de las consecuencias adversas".
Si seguir los consejos anteriores hace poco para frenar su juego, es posible que haya llegado a esta etapa de su adicción. Si es así, es importante que busque ayuda porque esto puede ser algo que no puede hacer solo, sin importar cuánto lo intente.
Paso cuatro:Únase a un grupo de apoyo
Jugadores Anónimos tiene reuniones en todo Estados Unidos, al igual que SMART Recovery, y algunos centros de tratamiento de adicciones tienen grupos para jugadores con problemas. Puede ser más fácil compartir sus luchas con personas de ideas afines que con amigos y familiares, especialmente si desea mantener sus problemas financieros en secreto.
Conocer a otras personas en recuperación también es una excelente manera de comenzar a construir un nuevo círculo social. Si prefiere hablar con alguien por teléfono, llame a la línea directa del National Council on Problem Gambling Hotline al 1-800-522-4700 para obtener información confidencial.
Paso cinco:explora la raíz de tu adicción
La terapia individual puede ser útil para dejar de jugar de forma permanente, especialmente la terapia cognitiva conductual. Puede ayudarte a lidiar con los pensamientos negativos que te llevaron a jugar para sentirte mejor.
Según MedicineNet, el 70% de los jugadores compulsivos tienen una condición coexistente, como un trastorno del estado de ánimo u otro problema de abuso de sustancias. En estos casos, la condición coexistente debe abordarse para conquistar con éxito su impulso de jugar.
Sé paciente contigo mismo
Si bien el juego no es una adicción física, aún puede encontrarse pasando por una especie de abstinencia, sintiéndose deprimido y ansioso cuando deja de jugar inicialmente. Eso es porque las emociones que trataste de enmascarar con el juego ahora pueden salir a la superficie y ser tratadas y exploradas de una manera saludable.
Date un tiempo para sanar y sentirte mejor. El cuidado personal es esencial durante las primeras etapas de la recuperación.