Percocet es el nombre comercial de un medicamento que contiene una combinación de paracetamol y oxicodona. El acetaminofén es un analgésico de bajo grado, a menudo vendido bajo la marca Tylenol. La oxicodona es un analgésico opioide, que también está diseñado para aliviar el dolor, pero en un nivel mayor. La combinación de ambos lo convierte en un analgésico muy fuerte y potencialmente peligroso.
Uso prescrito de Percocet
Los médicos recetarán Percocet cuando un paciente experimente lo que se considera un dolor de moderado a intenso, como después de una cirugía o debido a una lesión aguda, como un hueso roto. No se recomienda el uso de Percocet a largo plazo, tanto por sus efectos secundarios, especialmente la sedación, como por su potencial adictivo.
Problemas de adicción
Según el fabricante, Percocet es muy similar a la morfina en sus propiedades adictivas. El Centro Nacional de Información sobre Alcoholismo y Abuso de Sustancias afirma que una persona puede desarrollar dependencia de Percocet en tan solo dos semanas desde el primer uso, especialmente cuando se usa en dosis más altas que las prescritas, lo que desencadena un efecto eufórico.
Algunas personas se vuelven adictas incluso cuando siguen las órdenes de su médico al pie de la letra, porque la droga, por diseño, altera el cerebro para aliviar el dolor.
Comúnmente Abusado
Percocet y analgésicos similares, como OxyContin, son los medicamentos recetados de los que más se abusa en los Estados Unidos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., en 2010, más de 12 millones de estadounidenses abusaron de los analgésicos recetados y, en la actualidad, alrededor de 15 000 estadounidenses mueren cada año por sobredosis de estos medicamentos. Dado que las estadísticas agrupan todos los opiáceos recetados, es imposible obtener estadísticas específicas de Percocet, pero es uno de los medicamentos recetados con mayor frecuencia en esta clase.
La mayoría de los que toman Percocet durante un período de tiempo desarrollarán algún tipo de dependencia física, por lo que se recomienda disminuir el medicamento en lugar de suspenderlo de golpe. Sin embargo, no todos los que la toman se vuelven adictos, desarrollando una "necesidad" psicológica de la droga cuando está ausente.
No hay forma de saber quién se verá afectado antes de tomar la droga, pero el riesgo es mayor en aquellos que ya tienen un patrón establecido de adicción a las drogas o comportamientos. Estas personas deben informar a su médico antes de aceptar tomar Percocet para ver si se puede organizar un tratamiento alternativo.
Síntomas de adicción
Si una persona experimenta sedación o somnolencia mientras toma Percocet, esto no es necesariamente un signo de adicción. Sin embargo, si ese letargo se convierte en un episodio depresivo, puede ser el comienzo de un problema. Según CRC Health, otros síntomas a corto plazo del uso excesivo de la droga incluyen:
- Náuseas y vómitos
- Insomnio
- Secreción nasal persistente
- Fiebre
- Aumento del dolor (mayor que antes del uso inicial del medicamento)
Algunas personas en adicción temprana aplastarán e inhalarán sus pastillas para lograr un efecto más inmediato. Este comportamiento es muy peligroso. Una sobredosis de opiáceos puede provocar un ataque cardíaco, convulsiones e incluso la muerte.
Efectos a largo plazo
Una persona que es adicta a Percocet puede ocultar los síntomas a corto plazo simplemente mintiendo, ocultando sus pastillas o evitando a otras personas que puedan sospechar. Sin embargo, a medida que la adicción progresa, los signos se vuelven más evidentes. Según Addiction Blog, estos signos pueden incluir:
- Desarrollar una tolerancia (necesitar más y más Percocet para obtener el mismo efecto)
- Continuar con el uso de la droga cuando tiene efectos negativos graves en la calidad de vida de la persona (como la pérdida del trabajo o dificultades en las relaciones)
En esta etapa de la adicción, el individuo exhibe un comportamiento de búsqueda de drogas, ya sea mintiéndole al médico para obtener más cantidad de la droga legalmente, u obteniéndola ilegalmente a través de recetas fraudulentas o comprando la droga en la calle. Si no se puede obtener Percocet, el adicto puede recurrir a otras drogas similares, como Vicodin o incluso heroína.
Los efectos físicos del uso a largo plazo pueden incluir insuficiencia hepática debido al exceso de paracetamol y estreñimiento debido a la oxicodona. Cuanto más prolongado sea el uso, mayor será la tolerancia, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.
Buscar ayuda
La intervención es primordial en esta última etapa de la adicción. Es esencial que los adictos busquen tratamiento lo antes posible, ya que puede ser muy difícil que se recuperen por sí mismos.
Se recomienda una combinación de terapia conductual y abstinencia supervisada. Ponerse en contacto con una línea directa de adicción a las drogas es un buen primer paso para encontrar un programa de tratamiento adecuado.