¿Sabes cuántas bacterias y gérmenes puede albergar una simple hoja de lechuga? La verdad es que son muchos e imagina, ahora, toda una hortaliza repleta de ellos. Por suerte, aquí en unCOMO te enseñaremos cada detalle sobre la mejor forma de desinfectar la lechuga correctamente. No basta solo con llevar la hortaliza al grifo y bañarla con agua. Con ello tan solo conseguirás quitar la suciedad visible, pero ¿qué pasa con la que no se ve? Lo más seguro es que los microorganismos terminen en tu organismo al comer esta hortaliza y, aunque algunos son inofensivos o el cuerpo los combate fácilmente, otros son muy resistentes y pueden dar problemas de salud.
Por ello, a continuación, en este artículo, explicamos cómo desinfectar la lechuga correctamente para que la próxima vez que la comas no corras el riesgo de infectarte de microorganismos, como bacterias, que afecten a tu salud negativamente.
Cómo lavar la lechuga
Lavar una lechuga no requiere de pasos altamente elaborados. El proceso es muy parecido al que se usa con cualquier tipo de verdura. En unCOMO te enseñamos cómo hacerlo bien para que tus ensaladas y platillos no sepan a tierra o pesticidas. Saca lápiz y papel y anota los siguientes pasos para lavar la lechuga correctamente:
- Primero, debes hacerte con la lechuga, un cuchillo limpio y una tabla de picar.
- Ahora, remueve las primeras hojas de la verdura, que componen la capa principal, ya que son las que contienen más pesticidas, bacterias y parásitos. Estas son reconocibles por su aspecto maltratado y amarillento o marrón, pues empiezan a oxidarse.
- Posteriormente, debes separar las hojas sanas y llevarlas al grifo. Tienes que asegurarte que cada hoja reciba suficiente agua por las dos partes. Por supuesto, es necesario ser meticuloso para que llegue abundante líquido a todas las secciones de las hojas.
- Luego las dejas secar y ya está. Aunque siempre es recomendable, posterior al proceso de lavado, hacer una desinfección completa de cada hoja de la lechuga para asegurarnos de eliminar cualquier parásito o microorganismo dañino que haya sobrevivido a la lavada.
en este otro artículo de unCOMO te contamos más sobre Cómo lavar la lechuga.
Recuerda que si estás embaraza, o si preparas la lechuga para una mujer que lo esté, lo más recomendable es usar los utensilios esterilizados, además de lavar muy bien tus manos con un jabón antibacteriano. El resto de los pasos para lavar verduras o una simple lechuga son idénticos, sólo recuerda que después debe desinfectar las hortalizas. Más abajo te explicamos cómo.
Cómo desinfectar la lechuga paso a paso
Al momento de desinfectar la lechuga te aseguras de no ser abordado por bacterias o parásitos que pueden ser peligrosos para la salud. En unCOMO nos preocupamos por tu bienestar y por ello, también te vamos enseñar a continuación cómo desinfectar la lechuga correctamente, solo debes seguir las siguientes indicaciones:
- Después del proceso de lavado explicado anteriormente, debes preparar un cuenco con agua.
- Posteriormente, viertes 3 gotas de lejía de uso alimentario o yodo, también puedes usar sal yodada, en el agua. Estos productos serán nuestros mejores aliados para desinfectar la lechuga.
- Acto seguido, toma las hojas de lechuga, ya antes lavadas, y sumérgelas en la taza con agua tratada durante un máximo de 3 minutos, que son más que suficientes. Si pasa de ese tiempo es posible que la lechuga pierda su textura crocante.
- Después del proceso de desinfección toma las hojas de lechuga y lávalas con agua natural, es decir, que no sea del grifo.
- Seguidamente, seca las hojas con papel de cocina. No uses trapos, porque la mayoría suelen estar contaminados.
- Prepara tu plato favorito al gusto.
Ahora, si estás pensando si se podrá hacer el mismo proceso con todas las verduras, lo cierto es que sí. Pero tienes que tener en cuenta que según la hortaliza, el tiempo de desinfección varía entre 3 a 15 minutos. También es de recordar que las frutas o verduras que van a pasar por un ciclo de cocción no requieren desinfectarse. Basta con darle una lavada profunda, si es posible, utilizando un cepillo para ayudar a remover partículas microscópicas.
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Por qué es tan importante desinfectar verduras en el embarazo
Un embarazo es algo delicado, ya que la mujer debe ser mucho más cuidadosa con lo que come y hace para resguardar la salud de su bebé y la suya propia. Ahora, pensar en la alimentación en un embarazo nos lleva a creer que las frutas y hortalizas son esenciales y esto es cierto, pero se debe tener mucho cuidado con la limpieza y desinfección de estos alimentos.
Al no lavar y desinfectar una fruta o verdura correctamente, cualquier persona puede contaminarse con Toxoplasmosis. Si una mujer está en cinta podría existir alto riesgo de producir abortos, ya que puede afectar al feto directamente. Una vez que una mujer embarazada está infectada con el parásito, si su cuerpo no es inmune, las probabilidades de que el patógeno penetre la placenta son altas. Además, en caso de no ocasionarse la pérdida del feto, es posible que al nacer el bebé presente complicaciones de salud como infecciones oculares e hidrocefalia, entre otras.
Por otra parte, contaminarse con otro tipo de patógenos como el E. coli al consumir una verdura sin antes ser desinfectada es muy fácil. La principal causa de contaminación se debe al uso de agua para el regadío que está mezclada con estiércol de animales vacunos y rumiantes que están contaminados por el E. coli. Puedes darte cuenta que estás infectado si presentas diarrea con presencia de sangre en las heces, fuerte dolor abdominal y vómito continuo.
A su vez, existen otras bacterias y gérmenes que pueden entrar en nuestro organismo a través de frutas y verduras mal lavadas y desinfectadas. Algunas de ellas son: Salmonella, Amebiasis, Estaphilococos aureus, Listeria y Leptospirosis, entre otras.
Es de destacar que no basta con limpiar con agua, sino que se requieren algunos pasos más para asegurar que las hortalizas y frutas estén 100% libres de patógenos y otros contaminantes, como pesticidas. Por ello, se recomienda realizar el lavado y después la desinfección.