La cerveza es una bebida consumida desde la antigüedad que hoy en día sigue siendo una de las favoritas a la hora de tomar un aperitivo, especialmente cuando el calor aprieta y resulta difícil resistirse a una cerveza bien fresquita. Está elaborada a base de cebada, lúpulo y otros cereales y, al ser una bebida alcohólica, su ingesta siempre ha de ser moderada.
Tomada siempre sin excesos, puede ofrecer saludables beneficios, pero la gran pregunta es: "¿La cerveza engorda?". A este respecto, existen algunos mitos, como el de la famosa ‘barriga cervecera’, que nos hacen plantearnos si tomar cerveza es sinónimo de ganar kilos. Para aclarar tus dudas, en este artículo de unCOMO analizamos hasta qué punto la cerveza engorda.
Cuántas calorías tiene la cerveza
Gran parte de lo que ingerimos al tomar una cerveza es solo agua, a la que hay que sumar las calorías que aportan los hidratos de carbono de los cereales con los que está elaborada y también aquellas que son inherentes al alcohol. Pese a lo que pueda parecer, una cerveza no tiene un contenido calórico demasiado alto, sobre todo si la comparamos con algunas bebidas azucaradas de consumo frecuente.
Hay que explicar, además, que la cerveza contiene 0 grasas. Para que te hagas una idea, un vaso de cerveza, uno 250 ml., supone sumar aproximadamente 90 kcal. La tradicional caña, que es una cantidad algo inferior, aporta unas 75 calorías y si nos tomamos un tercio (33cl.) estaremos ingiriendo unas 150 kcal.
¿La cerveza engorda o no?
Teniendo en cuenta las calorías que tiene la cerveza, que pueden oscilar ligeramente dependiendo del tipo de bebida del que se trate: cerveza rubia, negra, artesana... se puede decir que no estamos ante una bebida de alto contenido calórico. Tomar un vaso de cerveza de manera esporádica, en el conjunto de una dieta equilibrada, no tiene porqué engordar, pero hay que matizar algunos aspectos.
La cerveza no engorda mucho ya que, en sí misma, no supone una gran cantidad de calorías, pero si son dos o tres... vamos sumándolas y si añadimos, además, las clásicas patatas fritas o aceitunas con las que se suelen acompañar, el resultado puede ser algo elevado. Esta es la razón por la que la cerveza engorda la barriga, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta, también, que las calorías de la cerveza no afectan a todos por igual. Por supuesto, son las mismas para cualquier persona pero los hábitos de vida, más o menos sedentarios, influyen en que esas calorías se traduzcan en kilos de más o no. Una cerveza tras una buena caminata o al salir del gimnasio, no es igual que una después de pasar horas tumbado en la playa. En realidad, es simple: si no quieres que la cerveza engorde, hay que encontrar el equilibrio entre las calorías ingeridas y las gastadas.
¿La cerveza sin alcohol engorda?
Cada vez son más las personas que optan por la cerveza sin alcohol, disfrutando, así, del sabor de esta bebida universal pero evitando la ingesta de alcohol, algo que, efectivamente, hace que el contenido calórico disminuya.
Hay que recordar que las calorías que aporta el alcohol son las llamadas calorías "vacías", es decir, no contienen nutriente alguno. También es importante matizar que cualquier cerveza, también las "sin’" tienen cantidades mínimas (o únicamente trazas) de alcohol por el propio proceso de fermentación necesario para su elaboración (de lo contrario no sería una cerveza).
Dicho esto, en general, una cerveza sin alcohol tiene entre la mitad y tres veces menos calorías que la que lleva una con alcohol, dependiendo de las distintas marcas y también de si se trata de una cerveza "sin" o de una "0,0,". Estas últimas, son las que menos calorías aportan y por tanto, las cervezas que menos engordan.
Los principales beneficios de la cerveza
Con o sin alcohol, la cerveza no es una bebida que aporte una cantidad excesiva de calorías que cueste eliminar con algo de ejercicio. Una persona adulta, que no sufra obesidad o padezca alguna otra enfermedad que desaconseje ingerir cerveza, puede perfectamente disfrutar de esta bebida de vez en cuando, porque la presencia de cebada, lúpulo, malta y levadura, unido a su alto contenido en agua, le confiere propiedades que pueden ser beneficiosas para la salud como:
- Es un magnífico diurético: ayuda a eliminar grasas y toxinas favoreciendo, además, la función renal.
- Cuida la masa ósea: en su composición destacan minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio, que cuidan el buen estado de la masa ósea y también contribuyen a cuidar las funciones cerebrales y cognitivas.
- Rica en ácido fólico: esencial para la generación de glóbulos rojos en el organismo, entre otras funciones, por lo que, es buena aliada para combatir la anemia.
- Previene de enfermedades cardiovasculares: algunos estudios que recoge la Fundación Española del Corazón, apuntan a que la cerveza, siempre con moderación y dentro de una dieta equilibrada (insistimos) podría resultar beneficiosa en la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que podría disminuir la presión arterial (hipertensión) manteniendo los niveles de colesterol HDL (el bueno) en niveles correctos.
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