Las trufas son un producto muy preciado, por ello conservarlas para poder hacer grandes platos con ellas es muy importante. Aunque su aroma y madurez es ideal cuando las trufas son frescas, también pueden ser congeladas o podemos comprarlas envasadas, lo cual garantiza su mantenimiento. Antes de comprar la trufa, debes saber que existen varios tipos y, con ellos, métodos distintos de preservación. Por ello, en unComo te explicamos cómo conservar las trufas para que puedas añadirlas a tus platos en cualquier momento.
Pasos a seguir: 1Verifica el hongo. Antes de adquirir una trufa debes conocer en profundidad el tipo de hongo que estás comprando, así como saber si este es o no comestible. Dependiendo de su tipología, podremos conservarlas.
2Trufas frescas. Para conservarlas adecuadamente y mejorar las condiciones de su consumo presta atención a los siguientes consejos.
3Lava la trufa. Límpiala con agua y con la ayuda de un cepillo pequeño con cerdas suaves, elimina las partes más deterioradas del hongo.
4Después de haberlas limpiado adecuadamente, colócalas en un bol con agua y ponlas en el frigorífico. Con este método podrás conservar las trufas frescas durante 10 días, aproximadamente.
5Trufas congeladas. Para conservar los hongos durante un periodo de tiempo más largo – un año aproximadamente – puedes congelarlas. No hace falta que las trocees para hacerlo, puedes colocar en el congelador la pieza entera y rallar las cantidades necesarias para cada uso, sin dejar que se descongele la trufa entera.
6Trufas envasadas. Si has comprado muchas trufas, lo ideal para mantenerlas es envasarlas. Puedes hacerlo con distintos licores o vinos, que además ayudarán a que el hongo dé mucho más sabor a tus platos. El brandy, por ejemplo, hace que la trufa se conserve durante más tiempo. Hierve las trufas con el licor durante 30 minutos y después consérvalas en el frigorífico.
7En el mercado también encontrarás trufas envasadas con agua y sal, ya sean las piezas enteras o cortadas a trozos.
8Aromatizar las trufas. Para que su sabor sea todavía más intenso y que los platos sepan mejor, aromatiza el hongo 24 horas antes de su uso, tanto si las cocinas como si las congelas. Esto ayudará a que la trufa, además, se conserve en buen estado para la elaboración del guiso.
9Conservación en vinagre. Puedes sumergir la trufa en cualquier vinagre suave: manzana, jerez seco… Déjalas reposar durante un par de meses con la mezcla. Recuerda: con este método conseguirás que la trufa no se estropee, pero puede quedar seca y perder su aroma. Este truco es recomendable si deseas añadirla en ensaladas, sopas o vinagretas.
10Conservación en aceite. Sea de oliva, girasol o cacahuete, introduce la trufa rallada o troceada. Después coloca el aceite con la trufa en el frigorífico para evitar que se estropee. Si colocas la trufa entera, en unos días deberás filtrar el aceite.