Si hablamos de psicología aeronáutica es posible que muchos se pregunten qué tienen que ver los aviones con la psicología. No son los aviones en sí lo que preocupa a la psicología, sino quienes los manejan.
Pilotar un avión o cualquier otra aeronave no es tarea que se deba tomar a la ligera. Se requiere de habilidad, unos adecuados conocimientos y, además, disponer de una buena salud mental.
La psicología aeronáutica se encarga de evaluar e intervenir en la salud mental de los profesionales aéreos, además de valorar quién es más apto para desempeñar este tipo de empleos. A continuación descubriremos su importancia.
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¿Qué es la psicología aeronáutica?
La psicología aeronáutica es la rama de la psicología que se encarga de evaluar, diagnosticar, tratar y seleccionar a los profesionales aéreos que dispongan de las mejores aptitudes y salud mental para poder trabajar con aviones, ya sea pilotándolos o ayudando a quien los pilotea. Los psicólogos aeronáuticos evalúan a pilotos, segundos comandantes, tripulación de cabina y controladores de tráfico aéreo. En España esta titulación está reconocida desde el año 2017, pudiendo los psicólogos acreditarse como expertos en psicología aeronáutica.
Pilotar un avión es un empleo muy arriesgado y que requiere de mucha responsabilidad. Es fundamental que quien maneja una aeronave esté en pleno uso de sus facultades mentales, además de demostrar poseer los conocimientos y la aptitud física para ejercer su empleo. Ya sea en el ámbito civil o en el militar, la profesión de piloto, junto con la del controlador aéreo y el de tripulación de cabina, deben ser ejercidas por personas que estén preparadas y mentalmente estables.
Los orígenes de la psicología aeronáutica se remontan a la Segunda Guerra Mundial, época en la que se necesitaba seleccionar a soldados que pudieran pilotar un avión, además de presentar las características psicológicas y emocionales idóneas para no alterarse en plena batalla. En ese momento se distribuían cuestionarios para ver cuales eran las capacidades intelectuales y de personalidad de los potenciales pilotos, y así asegurarse de que se tenía un buen cuerpo de aviación.
Con el paso del tiempo y la popularización de los aviones como vehículos civiles, los psicólogos que trabajan en el ámbito de la aviación se han dedicado a evaluar otros aspectos importantes de la vida de los pilotos. Entre ellos están la sensación puntual de estrés que puedan presentar, los cambios e influencias organizacionales en las compañías aéreas, el temor a poder estrellar el avión a causa de un error humano y la necesidad de evaluar si están pasando por un mal momento.
Los psicólogos aeronáuticos no solo se encargan de evaluar el bienestar del profesional aéreo, sino que, también se encargan de gestionar situaciones de crisis, especialmente cuando se da un accidente o incidente aéreo. Así pues, la profesión del psicólogo aeronáutico, junto con la de psicólogo de emergencias, puede ser muy útil en situaciones como que un avión se estrelle, secuestro aéreo, aterrizaje forzoso...
Evaluación de comandantes y segundos pilotos
El principal objetivo de los psicólogos aeronáuticos es el de evaluar a los comandantes y segundos pilotos, aunque también se preocupan por las características psicológicas y estabilidad emocional de controladores aéreos y tripulación de cabina. No obstante, dado que quien maneja directamente el avión es el piloto, se hace necesario asegurarse de que dispone de la capacidad psicológica adecuada para pilotar la aeronave.
Pilotar un avión es, obviamente, una tarea complicada. No únicamente en el aspecto de conocimientos, sino también en lo psicológico, puesto que quien está manejando la máquina es consciente de que tiene una gran responsabilidad y que, en caso de cometer un error, puede ser fatal. Para ser piloto no se puede tener una personalidad inestable: se necesita tener unos rasgos de personalidad fríos, en el sentido de que ante un imprevisto el piloto haga todo lo posible para que no acabe en un accidente.
Los psicólogos aeronáuticos se encargan de evaluar a los candidatos a ser piloto, evaluando si disponen de esta frialdad, además de ver cómo de responsables son. Junto con esto, se evalúa el bienestar psicológico del piloto y demás profesionales aéreos, para ver si padece algún trastorno mental que pueda comprometer su seguridad y la de los pasajeros en un vuelo. Entre los aspectos patológicos que evalúa el psicólogo aeronáutico tenemos:
- Niveles de ansiedad
- Síntoma de depresión severa
- Ideación suicida
- Síntomas psicosomáticos
En la evaluación se incluyen preguntas abiertas, cerradas y cuestionarios, que ayudan al proceso de la evaluación psicológica aeronáutica. Con el uso de tests psicométricos se puede recoger información de todo tipo para ver si hay algún tipo de problema o la persona presenta un tipo de personalidad inestable. Es muy importante que el psicólogo esté pendiente de si el evaluado está intentando dar una buena imagen o disimular algún problema.
La aplicación de pruebas sobre el estado anímico debe hacerse de forma frecuente, puesto que el estado emocional de los pilotos puede variar mucho de una semana para otra. Dada la gran responsabilidad que tienen sobre sus hombros y lo que supone su profesión, es necesario evaluarlos como mínimo cada pocas semanas para asegurarse de que su estado emocional no esté demasiado alterado como para no poder pilotar la aeronave.
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Tratamiento clínico para personal aeronáutico
Como hemos mencionado antes, la responsabilidad especialmente de los pilotos y segundos comandantes es tan grande que no se puede pasar por alto cualquier síntoma que indique que podrían tener psicopatología. El bienestar psicológico del piloto no es un aspecto únicamente importante para su persona, sino que también es una cuestión de seguridad pública. Un piloto es, en esencia, el conductor de un vehículo que, por regla general, suele tener una gran cantidad de pasajeros.
Si un piloto está deprimido y, además, tiene ideación suicida, se corre el riesgo de que, en caso de no ser tratado, pueda cometer suicidio en pleno vuelo. De esto ya hay precedentes: el 24 de marzo de 2015 el copiloto del vuelo 9525 de Germanwings, Andreas Günter Lubitz estrelló deliberadamente la aeronave en los Alpes franceses, llevándose su vida y la de 149 personas más que se encontraban en el avión. La investigación concluyó que presentaba rasgos psicopáticos, ideación suicida y que había rechazado la baja laboral.
Es por esto que, además de que la evaluación y selección de los pilotos no puede hacerse sin el necesario trabajo del psicólogo, en caso de detectarse posibles trastornos o problemas psicológicos, se debe intervenir. El tratamiento es extremadamente necesario en pilotos, por muy leve que sea su problemática emocional. Cualquier problema que no sea debidamente abordado puede cristalizarse y cronificarse de tal forma que el piloto acabe desarrollando un verdadero cuadro depresivo, psicótico y suicida, como fue el caso del piloto de Germanwings.
Intervención en crisis aeronáutica
El psicólogo aeronáutico no únicamente evalúa, diagnostica y trata al personal aéreo. Una de sus principales tareas es la de intervenir en crisis aeronáuticas. Entendemos por este tipo de crisis a accidentes aéreos, secuestros de aviones, atentados en medio de un vuelo y cualquier situación en la que se haya producido una gran desgracia aérea.
Los aviones son vehículos muy tripulados y de difícil salvación en caso de que ocurra un error humano o cualquier imprevisto grave durante el vuelo, con lo cual en caso de accidente las consecuencias suelen ser fatales.
Los psicólogos aeronáuticos, junto con los psicólogos expertos en gestión de emergencias, intervienen directamente en los supervivientes que pueda haber y el personal implicado en el auxilio de las víctimas. Además, se encargan de ayudar a gestionar el malestar de los familiares y amigos de las personas heridas o muertas en el siniestro, con la intención de evitar a toda costa que esta experiencia se puede convertir en un serio trastorno de ansiedad, especialmente trastorno de estrés postraumático.
Importancia del psicólogo aeronáutico
Si bien viendo los apartados anteriores podemos comprender la importancia de la psicología en el ámbito de la aeronáutica, se hace necesario mencionar un par de cosas. Cerca del 80% de los accidentes incidentes aéreos se deben a errores humanos, no a que el aparato haya fallado de repente o que haya habido un atentado en el avión. Es, en la mayoría de los casos, el piloto quien ha cometido una irresponsabilidad o, de forma deliberada, ha estrellado el avión.
Teniendo en cuenta esto, la tarea del psicólogo aeronáutico, como seleccionador de aquellos que están capacitados para volar máquinas, es fundamental. No se puede permitir que cualquiera maneje un avión, independientemente de si tiene la formación necesaria para ello o ha superado el chequeo médico. Manejar un avión es una cuestión altamente estresante y que, en caso de que el piloto ya tenga problemas en su ámbito personal, puede tener terribles consecuencias.
Referencias bibliográficas:
- Infocop. (2015). La valoración de la salud mental en el personal de vuelo – Entrevista a Adela González Marín, presidenta de la AEPA. España: infocop.es. Extraído de http://www.infocop.es/view_article.asp?id=5599
- Mora-Rodríguez, L. (s. f.) La paradoja en el reconocimiento psicológico de tripulaciones aéreas y controladores. España: hispaviación.es. Extraido de http://www.hispaviacion.es/la-paradoja-en-el-reconocimiento-psicologico-de-tripulaciones-aereas-y-controladores/