El nivel de funcionamiento de una persona con un diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA) depende de la gravedad de sus síntomas, disfunciones y deficiencias en la comunicación y las habilidades conductuales y sociales. Aprender cómo los psicólogos y otros especialistas médicos evalúan a una persona para diagnosticar el autismo y asignarle un nivel de función puede ayudarlo a comprender y manejar este trastorno complejo.
Niveles de funcionamiento del autismo
En el pasado, los especialistas asignaban una de cinco formas de autismo a un niño después de una evaluación. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Salud Mental, con base en el conocimiento actual:
- El autismo es un espectro (rango) de disfunciones y déficits dentro de un solo trastorno en lugar de un grupo de diagnósticos discretos.
- Usando criterios de diagnóstico específicos, el nivel funcional de autismo de un niño o adulto se clasifica de leve a grave según sus deficiencias del desarrollo y su capacidad para funcionar y aprender:
- En un extremo del espectro están los niños y adultos que no pueden funcionar en la sociedad debido a sus deficiencias.
- En el otro extremo están esas personas "extravagantes" que pueden llevar vidas independientes y exitosas.
El nivel de funcionamiento designado define dónde cae un niño o un adulto en el espectro del autismo y qué tan bien él o ella puede existir de forma independiente.
Haciendo el Diagnóstico
Los signos de autismo se hacen evidentes en la primera infancia, generalmente antes de los tres años. Los profesionales de la salud utilizan pruebas estandarizadas para diagnosticar el autismo y para determinar la gravedad funcional del trastorno.
La quinta edición de 2013 del Manual de diagnóstico de trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) (DSM-5) requiere dos conjuntos de criterios para hacer el diagnóstico de autismo. Puede descargar la hoja informativa sobre el autismo del DSM-5 del sitio web de la APA. Los siguientes son los dos criterios funcionales de diagnóstico del DSM-5:
- Deficiencias en la comunicación y las interacciones sociales, que incluyen:
- Uso deficiente del lenguaje
- Falta de contacto visual y compromiso con los demás
- Deterioro en el uso y la comprensión del lenguaje corporal y las expresiones faciales
- Respuesta inusual a una muestra de emociones o afecto
- Falta de empatía, interés y conexión con otras personas, y de mantener relaciones
- Intereses restringidos y comportamientos repetitivos, incluidos:
- Participación en comportamientos repetitivos, como mecer el cuerpo y agitar las manos
- Repetición de palabras, frases u oraciones, y patrón de habla robótica o cantada
- Disposición compulsiva de juguetes y otros objetos
- Intereses inusuales y un compromiso fijo en un área de interés o pasatiempo
- Incomodidad marcada con un cambio en las rutinas
- Reacción inusual a estímulos visuales y de otro tipo, como sonidos, olores, texturas y temperatura
Asignación de un nivel de funcionamiento
Al finalizar las pruebas y evaluaciones exhaustivas del niño, los especialistas asignan uno de los tres niveles de funcionamiento del autismo, de leve a grave, según los criterios del DSM-5 para esta asignación. Una hoja informativa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) brinda un ejemplo de calificación de varias áreas de función, como la inteligencia y las habilidades sociales y de comunicación. Las siguientes secciones resumen los tres niveles de autismo del DSM-5 como se describe en Autism Speaks.
Nivel 3 o autismo de bajo funcionamiento
Las personas con autismo de nivel 3 o de bajo funcionamiento se encuentran en el extremo más grave del espectro. Los niños y los adultos necesitan un apoyo significativo, y es posible que los adultos con autismo no puedan vivir de forma independiente. Las siguientes disfunciones afectan gravemente la capacidad de un niño o un adulto para funcionar en la escuela, el hogar o el trabajo, o para tener interacciones y relaciones sociales normales.
Deficiencias graves en la comunicación verbal
Muchas de las personas diagnosticadas con autismo de bajo funcionamiento no hablan. Aquellos que son verbales tienen grandes dificultades para usar palabras para comunicarse. La hoja informativa de los CDC citada anteriormente señala que alrededor del 40 por ciento de los niños en el espectro del autismo no son verbales. Estos niños no pueden usar palabras habladas en sus interacciones con los demás. Pueden malinterpretar las señales verbales y no verbales.
Funcionamiento mental o cognitivo deteriorado
Algunas personas con autismo severo también pueden tener otro trastorno mental o del comportamiento. El funcionamiento cognitivo está disminuido y algunas personas tienen un coeficiente intelectual inferior a 70. Esto presenta problemas con los comportamientos de adaptación, como el cuidado personal y la comunicación.
Comportamientos extremos
Con el autismo de nivel 3, existe una fijación extrema en unos pocos comportamientos, a menudo atípicos, con exclusión de otros. Hay una marcada repetición de los comportamientos restringidos, y esto puede afectar severamente las actividades diarias y el compromiso con los demás.
Si se ve obligado a lidiar con un cambio en la rutina, una persona puede enfadarse o enfadarse. Además, la incapacidad para comunicarse y la sobrecarga sensorial pueden generar frustración y conductas disruptivas o dañinas hacia sí mismo y hacia los demás.
Deterioro en Habilidades Sociales
Alguien con autismo severo tiene extrema dificultad para interactuar con otras personas. El niño o adulto puede excluir por completo la interacción con los demás y preferir estar solo. Es posible que la persona no esté al tanto de lo que los demás dicen o hacen, y puede requerir un esfuerzo significativo llamar su atención.
Nivel 2 o autismo de funcionamiento moderado
Las personas con autismo de nivel 2 o de funcionamiento moderado a menudo requieren ayuda, pero pueden tener cierto grado de independencia en sus trabajos y condiciones de vida como adultos. Tanto los niños como los adultos con autismo de nivel 2 pueden presentar los siguientes desafíos.
Dificultad con la comunicación verbal
Es probable que alguien con autismo de funcionamiento moderado tenga algunos problemas con la comunicación verbal. Sus conversaciones pueden ser atípicas y simplificadas e incluir algún lenguaje repetitivo o acciones verbales no funcionales. El individuo puede preferir comunicarse a través de signos o dispositivos tecnológicos.
Funcionamiento mental normal o por debajo de lo normal
Una persona con autismo moderado puede tener algún grado de retraso mental, o puede tener un coeficiente intelectual normal de alrededor de 100. Esta persona puede encontrar desafiantes las tareas de cuidado personal.
Algunos problemas de comportamiento
Aquellos con autismo de nivel 2 o de funcionamiento moderado tienen cierta fijación en ciertos comportamientos. Hay repetición de comportamientos, como caminar de puntillas o dar vueltas en círculos. Estos comportamientos repetitivos pueden causar dificultades sociales, escolares, laborales y otros entornos.
Estas personas también pueden ser hipersensibles o insuficientemente sensibles a los sonidos, las imágenes y otros tipos de estimulación. Además, pueden resistirse activamente a cualquier cambio en su rutina normal.
Disfunciones Sociales
Un adulto o un niño con un diagnóstico de autismo moderado tiene cierto grado de dificultad para socializar. Él o ella es generalmente consciente de que hay otros en la habitación, pero puede parecer distante para otras personas. El individuo puede evitar tratar de interactuar con otros, y puede resultarle difícil iniciar una interacción con esta persona.
Nivel 1 o autismo de alto funcionamiento
Los niños y adultos con nivel 1 o autismo de alto funcionamiento tienen el grado más leve del trastorno. Las personas previamente diagnosticadas con síndrome de Asperger entran en esta categoría. Muchas personas autistas de alto funcionamiento viven y trabajan de forma independiente. Los afectados tienen las siguientes características.
Habilidades verbales normales pero comunicación difícil
Las personas autistas de alto funcionamiento tienen habilidades verbales normales, pero les resulta difícil tener conversaciones normales de ida y vuelta con los demás. Su tono de voz también puede parecer robótico o extraño.
Las personas también pueden tener dificultades con el uso funcional del lenguaje. Por ejemplo, es posible que conozca varios sinónimos de "bebida", pero que le resulte difícil pedir una bebida.
Inteligencia normal o superior a la normal
Las personas con trastornos leves del espectro autista tienen una inteligencia normal y, en muchos casos, obtienen puntajes muy por encima de lo normal en las pruebas de coeficiente intelectual. A pesar de esto, pueden tener dificultades con algunas tareas, especialmente aquellas que requieren que tomen decisiones repentinas o cambien rutinas regulares. Es importante tener en cuenta que muchas personas con autismo se consideran superdotadas y pueden sobresalir en diversas áreas de estudio.
Menos comportamientos restringidos y repetitivos
Un individuo con autismo de alto funcionamiento se involucra menos en conductas restringidas y repetitivas que aquellos con niveles más altos de autismo. Él o ella es menos probable que interrumpa a otros con estos comportamientos.
Un niño o un adulto puede desarrollar un interés apasionado por un solo tema. Él/ella a veces puede tener dificultades para pasar de una tarea a otra, lo que podría afectar el trabajo escolar o el desempeño laboral.
Interacciones sociales atípicas
Alguien con un nivel funcional leve de autismo puede tener problemas con los puntos más finos de las interacciones sociales. Él o ella podría tener dificultades para conectarse con otros niños o compañeros adultos, incluido el contacto visual o la interpretación del lenguaje corporal y el tono de voz. Esta persona puede tener dificultades para comprender la perspectiva de los demás.
Mejora en los Niveles de Funcionamiento
Es importante recordar que el nivel de funcionamiento de una persona en el espectro del autismo puede cambiar drásticamente con las terapias y los tratamientos adecuados. La revista Pediatrics publicó un estudio que informa que un modelo de intervención temprana mejoró el coeficiente intelectual de los niños en un promedio de 17,6 puntos.
Además, la intervención temprana, especialmente antes de los tres años, puede mejorar los comportamientos de adaptación, el funcionamiento social, el uso del lenguaje y los problemas de comportamiento. Esto puede resultar en una mejora general en la capacidad del individuo para funcionar a un nivel superior.
Variaciones en el Nivel de Deficiencias
Cada persona con autismo es diferente y puede haber variaciones en el nivel de cada deterioro funcional en una misma persona. Además, entre las personas diagnosticadas con el mismo nivel de autismo, algunas disfunciones pueden ser más prominentes en algunas personas que en otras. El nivel de funcionamiento asignado a un niño o adulto también sirve como guía sobre qué tratamientos, intervenciones y apoyo necesita para lograr el mejor resultado funcional.