Las ostras son uno de los platos más deliciosos que se pueden tomar. Sin embargo, antes de hacerlo será necesario que hagas una cosa: abrirlas. Abrir las ostras puede ser una tarea más complicada de lo que parece en un principio y, si no se hace bien, puede terminar conllevando que estropees las ostra o que, al menos, no estén tan deliciosas como podrían.
Si quieres saber cómo abrir ostras de forma sencilla y en tu propia casa sigue leyendo unCOMO y te lo contamos. ¡No te quedes sin probarlas!
Aspectos a tener en cuenta antes de abrir y comer ostras
Antes de lanzarnos a abrir y comer las ostras, hay un par de puntos que tenemos que tener claros. Lo primero que tenemos que tener en cuenta que las ostras son una comida delicada de comer. Es decir, es muy importante que nos aseguremos de que están en buen estado. De lo contrario, se trata de un plato que puede sentar verdaderamente mal, por lo que, si detectamos cualquier indicio que nos haga pensar que las ostras pueden estar en mal estado, será mejor que las descartemos.
Para saber si una ostra está en buen estado lo que tenemos que conseguir es que llegue a la mesa viva. Cuando las ostras se mueren antes de que sean abiertas lo más probable es que estén en mal estado y que, si se consumen, conlleven una intoxicación que nos mantendrá varios días entre la cama y el baño.
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Cómo saber si una ostra está en mal estado
Pasa saber si una ostra está en mal estado, debes fijarte en lo siguiente:
- La concha está abierta: lo primero que deberemos tener en cuenta para saber si una ostra está viva es que la concha esté cerrada. Una ostra con la concha abierta será una ostra que ya esté muerta y, en este caso, será una ostra que deberemos descartar para evitar cualquier posible intoxicación.
- La concha huele fuerte o mal: en segundo lugar, otro de los elementos que nos va a indicar si una ostra está buena o no es su olor. El olor de una ostra en buen estado tiene que ser fresco, se suele comparar con el olor a mar. Un olor que es dulce y salado al mismo tiempo pero, sobre todo, un olor a fresco. Si una ostra huele excesivamente fuerte, o con olor a pescado pasado, se tratará de una ostra en mal estado, por lo que deberemos descartarla inmediatamente.
- La concha pesa poco: finalmente, el tercer elemento que nos va a indicar si una ostra está en buen estado o no como para poder comerla va a ser su peso. Cuando una ostra permanece con la concha cerrada almacena agua de mar en su interior. Esto suele ser un indicativo de que la ostra está viva y en buen estado para comer. Si al sujetar la ostra notamos que el peso no se corresponde con su tamaño deberemos dudar de esa ostra, ya que es posible que esté en mal estado a pesar de que la concha no se haya abierto por completo.
Cómo abrir ostras sin abreostras
Una vez que ya sabemos diferencias las ostras en buen estado de las que no lo están, podemos lanzarnos al reto de abrirla. Esto va a ser más complicado de lo que puede parecer en un principio, así que lo primero que tendremos que tener en cuenta es que necesitaremos las herramientas adecuadas:
- Cuchillo de cocina
- Guantes protectores
Antes de abrir las ostras con un cuchillo, se recomienda limpiarlas por el exterior con agua fría y con un cepillo apropiado, ya que permitirá retirar restos de arena y esquirlas de la concha que podrían caerse en el momento de abrirlas. El proceso de abrir una ostra es sencillo pero requiere de la técnica correcta.
- En una mano sostendremos la ostra, con la parte cóncava de la concha junto a la palma de nuestra mano, mientras que la parte lisa de la concha permanecerá hacia arriba y visible todo el tiempo.
- A partir de esta posición, con los guantes en todo momento, tomaremos el cuchillo (que deberá ser grande, resistente y bien afilado) con la otra mano e introduciremos primero la punta entre ambas conchas.
- A continuación, maniobraremos para que consigamos abrir más parte de hoja del cuchillo y, cuando esté ladeado, ejerceremos fuerza para abrir la concha.
- En el momento en el que escuchemos el característico sonido de apertura, será cuando podremos retirar una de las conchas con facilidad y pasar a la siguiente ostra.
- Durante todo el proceso, es muy importante no ladear la ostra, de forma que conserve todo el jugo interior incluso después de abierta.
Una vez que vayamos abriendo las ostras, las iremos depositando en una cama de hielo sobre un plato para que se conserven en buen estado desde el momento en el que las abrimos hasta que las servimos a en la mesa. Para consumirla, podremos hacerlo directamente o añadiendo unas gotas de zumo de limón.