Hacer compras semanales e incluso mensuales obliga a conservar los alimentos en buen estado hasta que llegue el momento de consumirlos. Si realizas una compra concreta para hacer una receta de cocina en el mismo día, no debes preocuparte porque no dará tiempo a que los productos se deterioren pero, en el caso de que no sean productos para gastar el mismo día, tienes que saber cómo mantenerlos para disfrutar de ellos cuando lo consideres oportuno. Una de las maneras más habituales de conservar los alimentos es en el congelador. Casi todos los productos se pueden congelar para alargar su mantenimiento durante meses hasta que decidas cocinarlos, como es el caso de los pescados y los mariscos. Aún así, no se puede hacer de cualquier manera para que dé un buen resultado.
En unCOMO, queremos ayudarte a aprender a congelar correctamente este tipo de alimentos y como uno de los más habituales en los hogares son los mejillones, aquí hablaremos sobre ellos. Si deseas saber cómo congelar los mejillones, en qué estado deben estar para hacerlo bien y más consejos al respecto, entonces continúa leyendo este práctico artículo.
Cómo congelar los mejillones frescos
Entre los diferentes mariscos presentes en la gastronomía mediterránea, los mejillones son uno de los más populares, aunque de hecho lo son en muchos otros lugares. En muchas zonas costeras se encuentra este producto fresco y de gran calidad. Se puede consumir hecho al vapor o hervido y como un aperitivo abriendo sus conchas negras o bien servido en un plato en diferentes guisos más elaborados, con o sin cáscaras.
Los mejillones y el resto de mariscos tienen ciertas particularidades a la hora de cocinarlos, ya que tienen que estar completamente limpios para evitar intoxicaciones. Es por ello que siempre debes comprarlos frescos y cerrados: deshecha cualquier mejillón que tenga las conchas abiertas o rotas antes de cocinarlo.
Congelar mejillones crudos no es una opción saludable. Por lo tanto, en unCOMO te recomendamos que no lo hagas. Si quieres consumirlos frescos y recién cocinados, sigue estos consejos para comer mejillones frescos y también para aprender cómo congelar los mejillones frescos pero no curdos para que, así, sea saludable.
- Si quieres disfrutar del máximo sabor de los mejillones, los debes comer en un plazo de 2-3 días. Lo podrás hacer hasta en un máximo de dos semanas, pero el sabor se va perdiendo cada 24 horas.
- Guarda los mejillones en un lugar fresco, como el frigorífico, pero no los congeles.
- Abre el paquete y deja pequeñas entradas o agujeros para que el oxígeno fluya en los mejillones.
- Evita sumergir en agua los mejillones porque un exceso de líquido puede matarlos.
- Si igualmente quieres congelaros tras haberlos comprado frescos para que se mantenga su sabor y frescura al máximo, te recomendamos que primero los cocines un poco o del todo al vapor o hervidos, como explicaremos en el siguiente apartado. Piensa que congelándolos así se mantiene al máximo su sabor porque han llegado lo más directos posible del mar a tu congelador y cocinándolos de esta forma sencilla aseguras que no haya riesgos para la salud.
Cómo congelar los mejillones cocidos paso a paso
Si frescos y crudos no se deben congelar, ¿cómo se pueden congelar los mejillones? La mejor opción es cocinarlos de forma sencilla y, posteriormente, congelarlos. De esta manera, podrás comer parte de este producto y conservar el resto. Para ello, en unCOMO te recomendamos que sigas estos pasos para congelar los mejillones cocidos:
- Empieza por limpiar los mejillones. Abre el grifo de agua y lávalos bajo el chorro para eliminar las impurezas.
- En caso de que veas que los mejillones tienen barbas, quítaselas mientras los limpias. Aquí te dejamos más información sobre Cómo limpiar mejillones.
- Añade los mejillones limpios en una cazuela. Pon la tapa del recipiente y enciende el fuego.
- No necesitas verter agua: el calor del fuego abrirá las conchas, extrayendo de esta manera el jugo de cada mejillón. Si añades agua es mejor que pongas poca.
- Cuando observes que están abiertos, quita todas las cáscaras (a no ser que las quieras conservar por el tipo de receta que vayas a prepara mas adelante) y guarda la carne de este marisco. Deja que los mejillones se enfríen antes de guardarlos y congelarlos.
- Mete los mejillones cocidos en un envase que pueda sellarse herméticamente, ya sea tipo fiambrera o una bolsa para congelar con cierre o zip.
- También puedes congelar el jugo de los mejillones en una cubitera para hielo para que lo puedas dosificar cuando quieras consumirlo. Será similar a un caldo o concentrado de pescado.
- Separando la carne del jugo en diferentes envases, ya puedes introducir los mejillones y su caldo en el congelador. Antes de guardarlos, te recomendamos poner en una etiqueta toda la información que te pueda resultar útil, como la fecha del día en que los congelas.
Te recomendamos leer estos otros posts de unCOMO sobre Cómo hacer mejillones al vapor y Cómo cocer mejillones.
Cuánto tiempo se pueden congelar los mejillones
Teniendo claro que los mejillones al vapor o cocidos sí se pueden congelar, es importante que conozcas el tiempo que pueden estarlo sin que lleguen a perder, o al menos no mucho, la calidad y el sabor. Cualquier alimento tendrá un mejor sabor si se cocina fresco y se come seguidamente, pero si se conserva adecuadamente podrás disfrutarlo más adelante y prácticamente al mismo nivel.
Si congelas la carne de los mejillones y su caldo por separado en envases sellados herméticamente, podrán mantenerse durante 4 meses. Apurando al máximo los tiempos de congelado, pueden aguantar hasta los 6 meses, pero después de este periodo es mejor no consumirlos. Las fechas de caducidad de los alimentos aumentan si se congelan, pero hasta cierto límite.
Recuerda apuntar en una etiqueta en el envase del congelado datos como qué es, cómo se ha congelado (cocinado o fresco) y la fecha en que se congeló y cuál sería la fecha máxima para su consumo (entre 4 y 6 meses).
Otros consejos para congelar los mejillones
En unCOMO te queremos dar más consejos para aprender cómo congelar los mejillones y conservar su sabor, calidad y, sobre todo, el buen estado del producto:
- Algunas conchas están un poco abiertas antes de cocinarlas. Para comprobar si los mejillones están frescos, ya que no se pueden congelar así, enfríalas con hielo y golpea con cuidado la superficie. Si realmente está vivo, se cerrará y lo podrás cocinar. De lo contrario, opta por tirarlo.
- Es mejor cocinar siempre los mejillones antes de congelarlos. Hazlos al vapor durante 5 minutos y cerrando la tapa la cazuela. Pasado este tiempo, comprueba que las conchas se han abierto. Congela la carne de los mejillones abiertos y descarta los cerrados.
- También puedes congelar los mejillones en su concha. De todas formas, debes hacerlo separando el jugo de las conchas.
Ahora que ya sabes cómo congelar mejillones y varios consejos para conservarlos y cocinarlos de forma básica, en unCOMO te recomendamos leer esta información sobre formas de prepararlos y algunas recetas:
- Cómo cocinar mejillones.
- Cómo hacer mejillones a la marinera.
- Cómo hacer mejillones a la vinagreta.