La gestión de las emociones es uno de los elementos básicos de la terapia psicológica, y muchos de los problemas de quienes van al psicólogo surgen a partir de fallos en este aspecto de la vida.
Sin embargo, la gestión emocional no es únicamente un componente de la psicoterapia, sino que todas las personas, en mayor o menor medida, la llevan a cabo co mayor o menor fortuna, aunque no se den cuenta de ello.
Por eso, en este artículo haremos un repaso por varias ideas clave que te pueden ayudar a saber cómo gestionar las emociones correctamente, sin malgastar tiempo y esfuerzos.
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¿Cómo gestionar las emociones en tu día a día?
Nadie puede llegar a controlar totalmente sus emociones, pero eso no significa que no tengamos ningún poder a la hora de relacionarnos con nuestra faceta emocional. Hay varias estrategias que podemos adoptar a la hora de permitir que las emociones nos influyan del mejor modo posible, y evitar que sean un obstáculo para nuestro bienestar psicológico. Aquí encontrarás varias pautas y recomendaciones que van en este sentido.
Sigue estos consejos para potenciar tus aptitudes de gestión emocional.
1. Estructura tu jornada mediante un horario
Estructurar tu día día es una medida muy eficaz para centrarte y no dejar que la incertidumbre acerca de qué hacer y cómo usar los minutos que te quedan por delante te lleve a un estado de estrés o ansiedad.
Lo recomendable es que diseñes un horario detallado de todos los días de la semana y lo imprimas para poder colgarlo en algún lugar de tu casa que veas con frecuencia.
2. Duerme lo suficiente
Haber dormido bien y las horas necesarias es un factor que previene síntomas de tipo ansioso y depresivo.
Además, te ayudará a concentrarte en tus tareas, lo cual es muy importante para evitar que la acumulación de responsabilidades te cause problemas de tipo emocional.
3. Asume que la incertidumbre estará siempre ahí
Gestionar bien las emociones pasa por dar por sentado que no puedes saberlo todo. Tolerar la falta de información acerca de lo que ocurrirá es compatible con adoptar una mentalidad constructiva y centrarte en aquellas acciones que te parecen mejores dada una situación determinada y unos recursos concretos.
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4. Aprende a detectar hábitos disfuncionales de gestión emocional
A veces, participamos en nuestros desajustes emocionales sin darnos cuenta, mediante la realización de acciones que paradójicamente realizamos para intentar sentirnos mejor. Por ejemplo, los atracones sin tener hambre, el hábito de fumar al sentir estrés, etc.
Teniendo en cuenta eso, saber cómo gestionar las emociones incluye también detectar esos patrones de comportamiento con “efecto rebote” y eliminarlos. Pero para ello hay que acostumbrarse a prestar atención a los momentos en los que nos sentimos mal y a las acciones que “tenemos ganas de hacer” al sentirnos así, dado ese contexto.
5. Incorpora ejercicios de relajación a tu día a día
Hay varios ejercicios de varios minutos muy sencillos de aprender, y que puedes usar en los momentos ne los que notas que tu nivel de antiedad es más alto de lo normal. Por ejemplo, puedes empezar practicando técnicas de espiración diafragmática controlada, o por la relajación muscular progresiva de Jacobson.
6. No caigas en las luchas de egos
Muchas veces, los desajustes emocionales aparecen a raíz de conflictos: rencores, discusiones mal llevadas, etc. Por eso, es importante aprender a manejar los conflictos sin hacer que se transformen en luchas absurdas y que no aportan nada más allá de la escalada en la hostilidad por ambas partes.
Por mucho que en un momento determinado surja un choque de intereses contrapuestos, eso no significa que deba empezar una “guerra”: la negociación y la capacidad para llegar a consensos son fundamentales.
7. Detecta tus pensamientos-trampa
Los pensamientos-trampa son aquellos que alimentamos inconscientemente porque nos sirven como excusa para no salir de nuestra zona de confort, aunque sea a costa de sentirnos mal.
Por ejemplo, las creencias pesimistas acerca de qué es lo que jamás seremos capaces de conseguir pueden ser usadas como coartada para no intentar cosas nuevas o incluso renunciar a resolver problemas serios que nos están afectando, lo cual genera tristeza y desánimo en nosotros pero nos mantienen lejos del estrés de ponernos manos a la obra o tomar decisiones difíciles. Dicho de otro modo, son “parches” cortoplacistas que traen más problemas a medio y largo plazo.
Así pues, aprender a detectar estos pensamientos y los sentimientos ligados a estos es muy importante para canalizar correctamente nuestras emociones,v de modo que no obstaculicen nuestros progresos.
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Soy psicóloga y neuropsicóloga formada en la atención a personas de todas las edades, y ofrezco terapia tanto en la modalidad presencial como en la online por videollamada.
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