Los adultos con autismo de alto funcionamiento pueden enfrentar el desafío único de estar a caballo entre la comunidad de autistas y la comunidad en general, sintiendo a menudo que no encajan en ninguna de las dos. El término autismo de alto funcionamiento, o HFA, se usa para describir a las personas que cumplen con los criterios para un diagnóstico de autismo, pero que no muestran retrasos cognitivos y pueden hablar, leer y escribir, y tienen puntajes de coeficiente intelectual de promedio o arriba.
Adultos autistas de alto funcionamiento en la corriente principal
Las personas con HFA pueden tener dificultades para comprender las perspectivas, la comunicación, el lenguaje y la interacción social de los demás, típicas del autismo, además de mostrar comportamientos repetitivos e intereses muy enfocados asociados con el trastorno. Los conceptos abstractos del lenguaje, como la ironía y el humor, pueden estar más allá de la comprensión de los adultos con autismo de alto funcionamiento. Muchos adultos con autismo de alto funcionamiento pueden construir vidas exitosas e independientes. Muchos encuentran muy bien su nicho en la sociedad, tienen carreras satisfactorias, matrimonios exitosos, amistades satisfactorias y vidas sociales activas. Para la persona promedio, sin entrenamiento en las sutilezas del autismo, estos adultos de alto funcionamiento pueden parecer que no tienen autismo en absoluto, evitándoles las suposiciones que a veces enfrentan aquellos con síntomas más profundos.
Otros pueden tener más dificultades para establecerse, encontrar desafíos en la conciencia social y la comunicación crean problemas que pueden dificultar la vida independiente, conectarse con otros y mantener un trabajo estable. Los adultos con HFA pueden ser malinterpretados por quienes los rodean. Su falta de conciencia social puede malinterpretarse como un comportamiento grosero. Comportamientos como la incapacidad de mantener el contacto visual durante una conversación pueden dificultar las entrevistas de trabajo y establecer amistades, ya que las personas pueden malinterpretar estos comportamientos.
Problemas en el lugar de trabajo
El empleo estable puede ser un desafío para algunos adultos con autismo de alto funcionamiento. Si bien los trabajadores con HFA suelen ser empleados extremadamente brillantes, enfocados y talentosos, los aspectos sociales del lugar de trabajo pueden ser complicados. La camaradería en el lugar de trabajo puede ser un territorio desconocido para aquellos con dificultades de interacción social, y los compañeros de trabajo que no son conscientes de estas dificultades pueden verlos como extraños, demasiado serios o distantes. Sin embargo, muchas personas con autismo de alto funcionamiento pueden conectarse con sus compañeros de trabajo y formar relaciones significativas.
Problemas sociales
Muchos adultos con autismo de alto funcionamiento enfrentan una ardua batalla para establecer relaciones personales duraderas, enfrentando los mismos conceptos erróneos en las amistades personales que en el lugar de trabajo. Las acciones que resultan de la falta de comprensión de las señales no verbales, como el lenguaje corporal o la expresión facial, pueden dejar a otros con impresiones inexactas del individuo. Los niños con autismo a menudo son acosados o se convierten en acosadores, lo que puede afectar la forma en que estos niños crecen y se relacionan con otros en un entorno de compañeros y eventualmente como adultos.
Desafíos dentro de la comunidad del autismo
La concientización sobre el autismo ha aumentado dramáticamente en los últimos años, lo que ha dado como resultado más información y recursos disponibles para abordar las necesidades de la comunidad con autismo. Los niños con autismo de alto funcionamiento ciertamente se benefician de estos recursos, con acceso a los servicios de intervención necesarios desde la infancia hasta los años escolares. Por otro lado, los adultos con autismo no tienen tantos recursos como los niños, pero en los últimos años, se ha dedicado más investigación y apoyo para atender a estos adultos.
Manejo del autismo
Los adultos con HFA tienen una mayor incidencia de depresión comórbida en comparación con la población general. Aunque la investigación aún está examinando el rango estadístico, se estima que afecta hasta al 50 por ciento de las personas a las que se les ha diagnosticado autismo. Los recursos asequibles para abordar estos síntomas están disponibles y pueden ser increíblemente útiles para el individuo. Los terapeutas y consejeros que se especializan en ayudar a las personas con síntomas de autismo y depresión pueden tener un gran impacto positivo en la vida del individuo.
Lidiar con el aislamiento
Los adultos con HFA son una minoría entre la comunidad del autismo y representan solo un pequeño porcentaje de los diagnosticados con trastornos del espectro autista. Dado que su número es tan pequeño en relación con la comunidad autista en su conjunto, los recursos y la información relevante para adultos con HFA pueden ser mucho menos frecuentes que aquellos dirigidos a niños y adultos con síntomas más graves de autismo.
Además, algunos adultos con autismo de alto funcionamiento pueden sentir que algunos en la comunidad del autismo descartan sus luchas como insignificantes en comparación con las dificultades que enfrentan aquellos con síntomas más profundos. Estos factores y otros se combinan para hacer que muchos adultos con HFA se sientan aislados de la comunidad autista, sus preocupaciones y luchas marginadas por la mayoría.
Buscando el Equilibrio
Si bien la investigación y el manejo del autismo han mejorado a pasos agigantados en los últimos años, muchas de las dificultades que enfrentan todos los días las personas con autismo dejan claro que queda mucho por hacer. Aunque puede haber obstáculos que superar, los adultos con autismo de alto funcionamiento ciertamente pueden prosperar en todas las áreas de su vida.