A muchos nos ha pasado que vemos en una receta que se debe utilizar harina de fuerza y nos preguntamos ¿qué tipo de harina es? ¿Se puede utilizar la normal? ¿Qué diferencias hay entre la harina de fuerza y la común?
Para poder responder a estas preguntas y eliminar todas tus dudas, en este artículo de unCOMO queremos contarte cuál es la diferencia entre la harina de fuerza y harina normal, pues así podrás preparar tus recetas con total conocimiento y seguridad de que utilizas la harina correcta.
Qué es la harina de fuerza
Lo primero que debes saber es que a la harina normal se le denomina "harina floja". Así, si alguna vez te has encontrado este tipo de harina en alguna receta, ya sabes que hace referencia a la harina común. Pero entonces, ¿qué es la harina de fuerza? ¿por qué una es fuerte y la otra es floja?
Muy sencillo, se llama "floja" a la harina normal porque lleva una cantidad reducida de gluten, mientras que la "harina fuerte" cuenta con mucho más gluten. Así pues, esta es la diferencia principal entre ellas. De manera que si eres alérgico o intolerante al gluten, no puedes utilizar ninguna de las dos, puesto que independientemente de la cantidad ambas llevan gluten.
¿Cuál es la diferencia entre harina de fuerza y harina normal? - respuesta
Ya hemos visto que la harina de fuerza lleva más gluten, pero, ¿qué quiere decir que lleve más o menos gluten? ¿cómo se explica entonces la diferencia? La harina de fuerza, al llevar más cantidad de gluten, permite gasificar la masa sin problemas y aumentar el tamaño del alimento que se está cocinando considerablemente. Así pues, se suele utilizar sobre todo en repostería para hacer pan, donuts caseros, bizcochos esponjosos, brioche, etc.
Con este tipo de harina la levadura ejerce su función más rápidamente, puesto que tiene mucha cantidad de gluten para absorber.
La harina floja o normal, en cambio, requiere de reposo cuando la introducimos en la masa que estamos trabajando. Es por ello que la mayoría de recetas que utilizan harina normal, incluso las de repostería, recomiendan dejar reposar la masa entre 2 y 3 horas. El reposo es el que hace que la levadura tenga tiempo para absorber la poca cantidad de gluten y gasificar la masa, consiguiendo que aumente de tamaño. De esta manera vemos como podemos utilizar ambas harinas para casi cualquier tipo de receta, la diferencia está en que la de fuerza no necesita reposar mientras que la normal sí.
Cuáles son los usos de la harina de fuerza
Una vez ya tenemos clara la diferencia entre la harina de fuerza y la normal, podemos centrarnos en cuáles son los usos de este tipo de harina y en qué ocasiones es mejor servirse de esta que de la harina floja.
La harina de fuerza es ideal para recetas de repostería y bollería, pues la masa subirá rápidamente y sin necesidad de esperar. Además, al llevar más cantidad de gluten y estar fabricada con trigo duro de secano, absorberá mucho mejor los líquidos y facilitará el estiramiento de la masa en caso de necesitar hacerlo. Descubre en estos artículos Cómo hacer pan con este tipo de harina y Cómo hacer un bizcocho esponjoso y delicioso.
En cambio, si estas haciendo alguna salsa y lo que quieres es darle un poco más de consistencia, o si quieres rebozar carne o pescado, o bien estás elaborando una masa que no quieres que suba ni fermente, la harina floja será la más adecuada.