Has abierto una buena cebolla para preparar tu comida favorita, pero no has necesitado toda la pieza y temes que se te eche a perder. No te preocupes, en unComo.com te enseñamos cómo conservar las cebollas cortadas y también a guardar los bulbos adecuadamente para poder disfrutar de su frescura por más tiempo.
Pasos a seguir: 1Procura hacer una buena elección de las cebollas. Mira que no tengan golpes y que tampoco tengan partes blandas. Deberán estar bien secas por fuera y con el tallo cortado, sin germinar. De lo contrario, la cebolla sería vieja y estará bastante pasada.
2Uno de los pasos esenciales para convertirte en un maestro de cómo conservar las cebollas es comprender que estos bulbos deben estar bien aireados. Esa es la razón de que en la mayoría de los supermercados y fruterías, vendan el producto en mallas o redecillas. Si compras las cebollas por piezas o sueltas, procura tenerlas bien ventiladas.
3Un exceso de humedad acabará pudriendo la cebolla, así que vigila que el entorno en el que las guardas no supere el 70% de humedad. El cajón de la nevera es un buen sitio para conservar las cebollas y un truco infalible, que las hace durar mucho más tiempo, es meterlas en una malla y colgarlas en un sitio fresco, poco húmedo y alejadas de la luz. Una temperatura excesiva también perjudica el producto y lo reseca, contribuyendo a que le nazcan tallos.
4Por último, una vez que hayas cortado la cebolla y solo utilices una parte, guarda el resto envolviéndolo previamente en film transparente o en papel de aluminio y, de nuevo, sigue el consejo de acomodarlas en la parte baja del frigorífico. Por cierto, un buen truco para absorber exceso de humedad en el cajón de las verduras es forrarlo con papel de cocina.