La sandía es ligera, refrescante, hidratante, nutritiva y muy deliciosa, ¡perfecta para los días muy soleados! No obstante, a pesar de todos sus beneficios, comprar sandía se convierte en todo un reto porque detrás de su corteza sólida, se esconde su verdadera cara. Por esta razón, muchas veces al llegar a casa nos encontramos con una desagradable sorpresa: nuestra sandía sabe insípida o/y está seca. Pero esta no es la peor parte, lo peor es que la sandía que se recolecta antes de tiempo, ya no madura de ninguna manera, así que tendrás que desecharla sin más.
Por ello, puede que te preguntes cómo saber si una sandía está buena. La respuesta estará justo ante tus ojos: la misma corteza te puede decir mucho sobre el estado de una sandía. Para saber cómo identificar sus señales, en unCOMO te daremos todos los trucos que necesitas para reconocer sandías en buen estado, incluso si ya están cortadas.
Suena hueca al golpearla
Un truco clásico para reconocer si una sandía está buena consiste en golpear la corteza de la sandía con los nudillos de los dedos. Si la fruta está madura, producirá un sonido hueco pero contundente, lo cual indica que contienen mucha agua. Por el contrario, si escuchas un sonido suave y con resonancia, le falta madurez y quizás está seca; descártala sin pensarlo dos veces.
No te preocupes si al principio te cuesta diferenciar ambos sonidos, ya que la práctica hace al maestro. Cada vez que vayas de compras al mercado, revisa muchas sandías y sus respectivos sonidos hasta que la diferencia sea evidente.
Pesa más de lo que aparenta
Una sandía fresca y jugosa pesa más de lo que parece. Esto resulta lógico, ya que el 92 % de esta fruta es agua. Por el contrario, si no pesa mucho, descártala de inmediato, pues no maduró correctamente.
Algunos dicen que la mejor manera de cómo saber si una sandía está madura consiste en verificar su peso y circunferencia. En este caso, la sandía debería pesar unos 4 kilos y poseer una circunferencia de alrededor 61,9 centímetros. Ya sabes, ¡en la próxima compra puedes comprobarlo!
Tiene una mancha amarilla
Las sandías maduras muestran una mancha amarilla pálida en uno de los extremos de su corteza. Esta mancha se conoce como mancha de tierra, ya que esa parte de la sandía indica la parte que tocaba el suelo en el sembradío. Su color amarillo (amarillo oscuro o incluso amarillo anaranjado) delata la madurez de la fruta, pues confirma que la han dejado en el suelo para que madure al sol.
Por el contrario, si la mancha es blanquecina o verde, la sandía es poco dulce, ya que no maduró correctamente porque se recogió antes del tiempo adecuado. En estos casos lo más recomendable es no comprarla. Por último, si la sandía presenta una mancha o manchas marrones, esto suele indicar que tiene hongos o insectos.
Muestra manchas como cicatrices
Aunque es cierto que mientras más homogénea sea una sandía y menos detalles tengan su corteza, sabrá mejor, hay ciertas imperfecciones que enriquecen esta fruta.
Por ejemplo, hay manchas muy particulares, semejantes a cicatrices de color beige, que resultan muy beneficiosas. Este tipo de marcas nos indican que las abejas mantuvieron mucho contacto con el ovario frutal durante el ciclo de polinización.
¿Qué significa esto? Como la sandía fue polinizada muchas más veces, su dulzura aumentará en consecuencia. Es decir, mientras más cicatrices tenga su sabor será más dulce.
Su aspecto es redondo y pequeño
Quizás no lo creas, pero las sandías tienen género: femenino y masculino. En consecuencia, las sandías femeninas son más pequeñas, redondas y dulces; mientras que las masculinas son largas (ovaladas), grandes, menos dulces y más jugosas. Así que, si te gusta la dulzura, prefiere las sandías femeninas.
Su apariencia es homogénea
Selecciona siempre sandías simétricas, sea redondas o alargadas (según su género), que no tengan protuberancias o deformidades. Las malformaciones en las sandías delatan un interior reseco y frágil.
¿Por qué? Porque las alteraciones en su apariencia indican que su desarrollo fue inapropiado, ya que absorbió cantidades desiguales de sol y agua. También indica que la fruta no ha madurado adecuadamente porque se recogió antes de tiempo.
Tiene una corteza firme al tacto
Ya sabemos que la sandía debe ser simétrica (sea redonda o alargada) y sin deformidades extrañas. Asimismo, su corteza debe verse libre de grietas, rajas, rupturas, abolladuras (golpes), etc. Además, debe sentirse firme al tacto. Si no es así, probablemente la fruta fue manipulada mal en el transcurso del campo a la tienda. Lo mejor será no comprarla, ya que esos malos tratos acelerarán su deterioro natural.
Para facilitarte el trabajo de selección, escoge las sandías que se encuentren en la cima del montón, ya que comúnmente, se encuentran en mejores condiciones, pues no reciben tantos golpes y maltratos.
No tiene hoyitos en la corteza
Si detectas agujeros pequeños y profundos en la parte trasversal de la sandía o alrededor de toda la corteza, lo más recomendable será que no compres esa fruta. Pueden ser las huellas de insectos que ya han dañado su interior. Otra posible causa es que se le inyectó nitratos para acelerar su crecimiento.
En el caso de que los hoyitos no sean tan profundos, posiblemente sean rastros del gusano de alambre, un insecto que resulta inicuo para la sandía, pues no afecta ni su calidad, ni su sabor. En este caso, podrías comprarla sin ningún problema.
Su aspecto es opaco
¿Las frutas ideales son brillantes como en las fotos publicitarias? Muchas veces sí, pero no en el caso de la sandía. Esta fruta resulta mejor mientras más opaca y oscura sea. En cambio, las sandías muy brillantes indican que no alcanzaron la madurez, ni la alcanzarán luego.
Su tallo luce seco
Aunque, usualmente, las sandías del supermercado ya no tienen tallo, resulta interesante conocer este truco si quieres saber cuándo una sandía está madura en la planta. Si consigues una sandía con el tallo seco, significa que ha alcanzado la madurez, pues se recolectó en momento adecuado. Si por el contrario, el tallo es verde y fresco, la fruta se recogió antes de tiempo (no está madura, ni madurará), por lo tanto su sabor y textura no son buenos.
¿Cómo puedes usar este mismo truco en una sandía sin tallo? Pues observa bien el lugar donde se encontraba el tallo, allí debe quedar una mancha. Si la mancha es marrón, está madura; si es verde, no está buena.
Cómo elegir una sandía si está cortada en trozos
Siempre resultará más higiénico comprar la fruta entera que en trozos, pues nada te garantiza cómo fue manipulada. No obstante, si en algún momento prefieres comprar la fruta troceada, puedes fijarte en alguna de estas señales para saber si estás adquiriendo una buena pieza:
- No debe tener una textura arenosa ni blanda. Si la tocas con un dedo, no debería hundirse con facilidad.
- Debe poseer más pepitas oscuras que blancas. Si compras sandías sin modificaciones genéticas, tendrá pepitas, y podrás aprovechar este truco.
- No debe oler a fruta fermentada. Si huele así, déjala en la tienda, ya está pasada.
- Su color debe ser rojo vivo. Por el contario, si la sandía posee un color rojo oscuro, indica que está pasada, no la compres.
- El espacio entre la pulpa y la corteza es amarilla. Si la parte de la corteza es amarilla, no la compres, esto puede indicar una alta concentración de nitratos (manipulación química para el crecimiento prematuro de las frutas y verduras).
Ahora tienes todos los trucos para saber si una sandía está madura, ¡seguro te serán de mucha utilidad! No obstante, para terminar, aquí abajo puedes ver este vídeo práctico sobre cómo escoger una sandía buena y madura.
Una vez hayas elegido la mejor sandía del mercado, te invitamos a usarla de forma creativa para preparar deliciosas recetas que encantarán en casa. ¡Aquí te dejamos algunas ideas!
- Cómo hacer helado de sandía.
- Cómo hacer mojito de sandía.
- Cómo hacer gazpacho de sandía.
- Cómo hacer un salmorejo de sandía.