Con sus complejos sistemas y operaciones, el organismo presenta una inteligencia infinita, pues proporciona siempre los medios necesarios para comprenderlo y hacerle frente a los problemas que lo afectan de manera directa y así superar aquello que lo reprime.
Seguramente has escuchado que tener un buen estado de ánimo durante una enfermedad permite que la curación sea más rápida, y sí, es cierto. Aunque muchos no lo crean, el estado mental está íntimamente relacionado con la salud física y juega un papel muy importante en la calidad de vida.
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La relación mente-cuerpo
No existe separación alguna entre lo que sucede en la mente y lo que ocurre en el organismo. En teoría, no se puede existir de forma independiente al cuerpo en el que desarrollamos la existencia.
En este sentido, negar la relación psicosomática significa ignorar la oportunidad que da el propio organismo de examinar, aceptar y poner fin a las dolencias. La mente y el cuerpo interaccionan de una manera tan poderosa que ambos pueden afectar a la salud de una persona.
Es por ello que un sentimiento de ansias o nerviosismo puede dar lugar a un trastorno estomacal, estreñimiento o dolor de cabeza. El estrés puede ocasionar úlceras o incluso ataques al corazón; la depresión y la infelicidad afectan al organismo hasta el punto de sentirse pesado y aletargado.
Por lo tanto, la enfermedad se manifiesta como un síntoma en el cuerpo e indica que la conciencia ha dejado de estar en orden y armonía, dando la oportunidad de conectar con aquellas partes del organismo con las cuales se ha perdido contacto.
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La actitud define cómo reacciona el cuerpo
La actitud es el comportamiento que una persona utiliza con relación a la vida, se puede decir que es su modo de vida o de actuar. Sin embargo, siempre es posible mejorarla, solo se debe trabajar en uno mismo, en reaccionar de manera más objetiva que subjetiva. Por ejemplo, si se está en un lugar donde existe una gran cantidad de ruido ambiental, se puede reaccionar de dos maneras:
- Irritarse cada vez más, padeciendo fuertes dolores de cabeza, conllevando al aumento de la tensión arterial.
- Adoptar la postura contraria respondiendo objetivamente a la situación y buscar soluciones positivas.
En consecuencia, el mensaje que enviemos al organismo, ya sea de irritación o de aceptación del problema, es el mensaje al que responderá el cuerpo. En la vida no atravesamos por situaciones negativas ni positivas. Es la reacción personal o respuesta a ella, lo que permite catalogarlas de una u otra forma.
Es decir, los mensajes que de una u otra manera inconsciente se envían al cuerpo son un factor determinante en el estado de bienestar. Si están basados en el fracaso, la desesperación y la ansiedad, serán la causa de que el cuerpo reaccione, debilitando los mecanismos de defensa.
En tal sentido, la repetición de pautas de pensamiento y actitudes negativas como la preocupación, el sentimiento de culpabilidad, los celos, la ira, la crítica, el temor, entre otros, causará mucho más daño del que pueda producir cualquier situación externa.
En cambio, los mensajes con contenido de alegría, éxito, esperanza, amor y bienestar son comunicaciones vitales que fortalecen el organismo, le infunden energía y hacen que se sienta lleno de vida.
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Reconocer las señales que envía el cuerpo
Cuando se es consciente de que está sucediendo algo y se dedica tiempo para mirar el interior, el organismo interpreta que se desea seguir viviendo; por consiguiente, es capaz de responder y empezar a contrarrestar las dolencias.
Por ello, cuando existen problemas de salud, es el momento de prestar atención a la advertencia del organismo, dado que el cuerpo refleja tanto lo que sucede en el nivel consciente como inconsciente.
Al mismo tiempo, el ser humano se ha convertido en un ser dependiente y sin defensas, ha perdido el contacto con la voz interior de su intuición. Y el uso de fármacos potentes se ha incrementado de tal manera que, en las últimas décadas, le ha robado su propia autoridad curativa.
Al brindar cualquier tratamiento físico y farmacológico solo se puede lograr la cura o eliminación temporal del sítoma; al ignorar y no escuchar al cuerpo se olvida una parte importante de la causa, por lo que, sin tratar esta patología, se durará más tiempo o se repetirá una y otra vez. Se vive más tiempo, pero la discapacidad va en aumento.
La cantidad de actividades y estímulos externos a los que se enfrenta el hombre moderno todos los días, lo ha llevado a olvidarse de sí mismo y del cuidado integral de su cuerpo, tanto físico como emocional.
¿Qué hacer para mantener el bienestar entre el cuerpo y la mente?
Estos son varios consejos que puedes aplicar en tu día a día.
- Expresar las emociones y no reprimirlas.
- Soltar cargas que asumiste y no son tu responsabilidad.
- Hacer ejercicio, meditación y yoga, te ayudará a reducir el estrés y la ansiedad.
- Haz lo que te apasiona.
- Dethlefsen, T; Dahlke, R (1983), La enfermedad como camino. pp. 3-10.
- Shapiro, Debbie. (2002), Cuerpo mente, la conexión curativa. Ediciones Robinbook. Argentina. pp. 9-25.