Los investigadores han estado interesados durante mucho tiempo en el vínculo entre el estrés y el cáncer. Aunque no hay evidencia que vincule directamente el estrés con la causa del cáncer, la investigación sugiere que el estrés crónico puede afectar la forma en que ciertos tipos de cáncer hacen metástasis. La investigación también señala que los hábitos relacionados con el estrés pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Estrés crónico y metástasis
Según la investigación, el estrés crónico puede acelerar el proceso de metástasis en el cáncer de mama, colorrectal y de ovario. La metástasis en términos de cáncer significa la propagación del cáncer lejos del crecimiento o sitio inicial del cáncer. Cuando se siente estresado, su cuerpo libera norepinefrina que puede estimular las células cancerosas y al mismo tiempo crear una respuesta inflamatoria en sus células inmunitarias. Con una inmunidad debilitada, además de los tratamientos contra el cáncer, también aumenta el riesgo de enfermedades e infecciones secundarias.
Estrés y Tabaquismo
La investigación respalda consistentemente la idea de que las personas con altos niveles de estrés corren el riesgo de ser fumadores empedernidos en lugar de fumadores ocasionales u ocasionales dentro de la población fumadora. Este estudio señaló que uno de cada tres diagnósticos de cáncer podría prevenirse con la educación y el apoyo apropiados para dejar de fumar. Fumar se cita como una de las causas de cáncer más prevenibles, particularmente en los pulmones, la boca, el esófago y la laringe.
Trabajo por turnos
Las personas que tienen horarios de trabajo por turnos tienen un mayor riesgo de estrés crónico, malos hábitos y cáncer. El estrés crónico no provoca cáncer en esta población, pero puede contribuir a debilitar la inmunidad, así como a interrumpir los ciclos regulares del ritmo circadiano. La investigación sugiere que la privación del sueño y el sueño interrumpido durante períodos prolongados se han relacionado con un aumento del 48 por ciento en el cáncer entre la población que trabaja por turnos. Se ha demostrado que el vínculo entre el trabajo por turnos y la prevalencia del cáncer de mama es estadísticamente significativo entre los animales y probable entre los humanos. El cáncer de mama y de próstata fueron los más estudiados dentro de esta población. Los datos sugirieron que trabajar en turnos de noche durante más de 20 años aumentó las posibilidades de cáncer de mama.
Comer en exceso y cáncer
El estrés puede hacer que el cerebro libere cortisol. Esto puede desencadenar el antojo de alimentos con alto contenido de grasa y azúcar como fuente de combustible para la reacción de lucha, huida o congelación que está teniendo el cuerpo. En un estudio de ratas, aquellas que estaban estresadas comieron más azúcar en comparación con sus contrapartes menos estresadas. Comer alimentos con alto contenido de grasa y azúcar puede reducir la liberación de hormonas del estrés en el cerebro, creando un efecto emocional menos intenso. Comer en exceso se cita como una causa evitable de cáncer detrás de fumar productos de tabaco. En un estudio de alrededor de 1000 mujeres, aquellas con una ingesta calórica extrema tenían un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente entre la población posmenopáusica.
Lidiando con el Estrés
Aunque no hay ninguna evidencia concluyente de si el estrés causa cáncer directamente, existen formas saludables de lidiar con el estrés para que disminuya el riesgo de otros problemas relacionados con la salud. Disminuir su estrés también puede afectar positivamente la rapidez con la que el cáncer hace metástasis. Puedes probar:
- Hablar con seres queridos y amigos que lo apoyen
- Ir a un consejero o terapeuta que se especialice en ayudar a quienes han sido diagnosticados con cáncer
- Hacer meditación diaria
- Probar la relajación muscular progresiva
- Practicando yoga
- Hacer ejercicios de respiración
Comprender el vínculo entre el estrés y el cáncer
La evidencia concluyente aún tiene que vincular el estrés crónico como una causa de cáncer. Sin embargo, el estrés crónico se ha relacionado con un impacto en la forma en que el cáncer de ovario, colorrectal y de mama hace metástasis, además de afectar los hábitos que pueden conducir al cáncer.