Para un subconjunto de niños con autismo, los cambios en la dieta pueden marcar una diferencia en los síntomas. Aunque existe evidencia científica confiable limitada para respaldar la práctica de dietas especializadas como método de tratamiento, muchos padres y cuidadores informan que estas dietas pueden reducir los comportamientos repetitivos, mejorar la comunicación y mejorar las habilidades sociales. Si está considerando una dieta especializada para su hijo, asegúrese de comprender los conceptos básicos de la dieta y los posibles riesgos asociados.
Dieta sin gluten y sin caseína
La dieta sin gluten y sin caseína (GFCF, por sus siglas en inglés) es un tratamiento casero popular que muchos padres prueban. Esta dieta elimina todos los alimentos que contienen gluten, una proteína que se encuentra en el trigo y otros cereales, así como todos los alimentos que contienen caseína, proteína de la leche. Un niño con esta dieta no puede consumir leche, pasta, cereal de trigo, carnes empanadas, yogur y una gran cantidad de otros artículos. Sin embargo, muchos padres complementan con leche de soya fortificada con calcio y cereales y panes a base de arroz.
¿Funciona?
Si bien los padres informan que la dieta GFCF es efectiva, esta efectividad no ha sido probada en estudios científicos objetivos. De acuerdo con los resultados de una encuesta para padres publicada en la revista Nutritional Neuroscience, los padres informaron que esta dieta era más efectiva si a su hijo también se le diagnosticaba alergia a los alimentos, tenía sensibilidad a los alimentos o experimentaba síntomas gastrointestinales (GI) con regularidad. Estos síntomas gastrointestinales son comunes en un subconjunto de niños con autismo. Para aquellos que no tenían síntomas gastrointestinales, los padres informaron que la dieta fue menos efectiva.
Sin embargo, en un pequeño estudio doble ciego publicado en la revista Complementary Therapies in Medicine, los resultados no se cumplieron cuando los padres no sabían si su hijo estaba siguiendo la dieta. En este caso, cuando los investigadores evaluaron objetivamente los síntomas del autismo utilizando la Escala de calificación del autismo infantil (CARS), encontraron que, a pesar de que los padres creían en la dieta, no reducía los síntomas del autismo en absoluto.
Riesgos potenciales
Debido a que la dieta FBCF limita el consumo nutricional de un niño, muchos profesionales de la salud están preocupados por los riesgos asociados con este tipo de tratamiento. Una revisión de la literatura publicada en la revista Research in Autism Spectrum Disorders concluyó que los riesgos de la dieta superaban los beneficios potenciales a menos que el niño hubiera sido diagnosticado con intolerancia o alergia al gluten o a la caseína o a menos que hubiera una mejora significativa en el comportamiento. El artículo advertía contra los siguientes riesgos graves:
- Estigmatización:seguir una dieta diferente a la de sus compañeros podría dañar socialmente al niño.
- Problemas con el crecimiento óseo:los niños que siguen la dieta GFCF pueden tener áreas de hueso cortical más delgadas que los niños que consumen dietas regulares y saludables.
- Desvío de recursos para el tratamiento:si los padres se enfocan en tratamientos dietéticos y no gastan tiempo ni dinero en otras terapias comprobadas, los niños pueden retroceder o no progresar.
Dietas sin aditivos
Las dietas sin aditivos han existido desde la década de 1970, y la más famosa de ellas es la Dieta Feingold. Estos tipos de dietas eliminan los aditivos alimentarios artificiales, como colorantes, saborizantes y potenciadores del sabor como el glutamato monosódico. En lugar de comer productos teñidos o con sabores artificiales, los niños que siguen esta dieta comen artículos hechos en casa o con sabores naturales. Aunque esto puede ser difícil de implementar, particularmente si los niños están en un entorno escolar o de guardería, no resulta en deficiencias nutricionales.
¿Funciona?
La dieta Feingold y otras dietas sin aditivos en realidad se enfocaron en los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad, en lugar de los trastornos del espectro autista. Actualmente, no se han realizado pruebas confiables para determinar si esta dieta puede ayudar a los niños con TEA. Sin embargo, un subgrupo de niños con TEA también tiene TDAH, y controlar los síntomas del TDAH puede ayudar. Según un artículo publicado por Harvard Health Publications, una dieta que elimine los colorantes alimentarios puede ayudar a reducir los síntomas del TDAH. La revisión señala que otros aditivos alimentarios no afectan los síntomas de manera medible.
Riesgos potenciales
Debido a que las dietas sin aditivos generalmente no eliminan los grupos de alimentos saludables, es menos probable que causen una deficiencia de nutrientes. El mayor riesgo de seguir este tipo de dieta es que los padres pueden gastar tiempo y dinero en la dieta en lugar de destinar esos recursos a terapias comprobadas.
Probar una dieta para el autismo
Para los padres que ven resultados limitados con la terapia convencional, los tratamientos alternativos para el autismo pueden parecer una opción viable. Después de todo, la mayoría de los padres preocupados intentarán casi cualquier cosa para ayudar a sus hijos. Sin embargo, antes de decidirte a probar una dieta o cualquier otra terapia alternativa, ten en cuenta estos consejos.
Hable con su médico
Consulta siempre con tu médico antes de iniciar cualquier tipo de dieta o tratamiento independiente. Para darle a su hijo la mejor oportunidad de aprender y tener éxito, debe asegurarse de que reciba la nutrición adecuada. Su médico puede ayudarlo a encontrar la mejor manera de implementar una nueva dieta mientras se asegura de que el cuerpo de su hijo tenga todo lo que necesita.
No suspenda otros tratamientos
Aunque puede parecer tentador "probar" una dieta eliminando otros tratamientos o simplemente concentrarse en la dieta y tomar un descanso de la terapia, es esencial que continúe con el tratamiento regular de su hijo a menos que un profesional le indique que lo haga. Los medicamentos, la terapia ocupacional, la terapia del habla y otras intervenciones requieren un compromiso sostenido por parte de usted y su hijo. Si decide probar una dieta y suspender esos tratamientos, es posible que su hijo retroceda.
Sin evidencia científica significativa
Aunque las dietas especializadas son un tratamiento popular para el autismo, no hay suficiente evidencia científica que las respalde como efectivas. Si está considerando una dieta para su hijo, asegúrese de hablar con su médico y continuar con sus otras terapias. En última instancia, la mejor dieta para su hijo es aquella que le proporcione los nutrientes necesarios para apoyar el crecimiento del cerebro y el cuerpo.