Allí, en el sur de Francia, donde termina Cataluña, se encuentra la región de Languedoc-Roussillon, tierra de vinos tintos, dulces y espumosos, y sabores mediterráneos de oliva y ajo. Estas tierras se caracterizan por tener siempre un clima muy templado, con veranos cálidos e inviernos no demasiado fríos, algo que ayuda a desarrollar unos viñedos que producen vinos de calidad, gracias al efecto del sol.
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Historia de la región
Invadida por romanos y vándalos en el año 778, Languedoc-Roussillon fue conquistada por Carlomagno, quien al morir dejó las tierras a uno de sus hijos como herencia, y le encomendó su administración a los Condes de Toulouse.
De allí nacieron los condados de Roussillon y Cerdeña, dominio de la Corona de Aragón; y por el otro lado del Bajo Languedoc, existía el condado de Toulouse. Años después, en 1271, al extinguirse la dinastía de los condes de Toulouse, la provincia finalmente se integró al reino de Francia, con la ciudad de Corbiéres como frontera entre este reino y la Corona de Aragón.
Tipo de vid
El cultivo de la vid llegó a esta zona con los griegos en el siglo VIII A.C, pero fue con la labor de los romanos que la producción de vinos desarrolló su enorme potencial y llegó a competir incluso con las viñas italianas. Unos siglos más tarde, gracias al ingreso del ferrocarril, hacia el 1800, la producción de Languedoc-Roussillon se dio a conocer en el resto del país y en todos el Mediterráneo.
Clima y producción
También conocida como "Anfiteatro que mira al mar", esta zona está determinada por montañas y planicies que limitan con Cataluña, el mar Mediterráneo (el golfo de León), y las regiones francesas de Provenza-Alpes-Costa Azul, Ródano Alpes, Auvernia y Midi-Pirineos.
La Languedoc-Rousillon es la esperanza francesa en cuanto a la elaboración de vino, ya que, por su desarrollo y potencial, es la responsable de la mayor producción de vinos del país, por encima de áreas de gran nombre como la Borgoña y Burdeos.
Características
Reconocida con varias Denominaciones de Origen y por sus amigables vinos comunes—denominados Vin de Pays—, por el volumen de su producción y las riquezas históricas que dejaron conquistas helénicas y romanas, esta región se destaca además por sus aromas y sabores mediterráneos.
Languedoc-Roussillon entendió la riqueza de sus vinos cuando un vino de Languedoc, denominado Mas de Daumas Gassac, destacó ante los reconocidos crus classés de Médoc (Burdeos).
Bodegas y vinos famosos
Se cuenta que un famoso enólogo, el francés Olivier Jullien, fue el idealista que a sus 20 años comprendió el potencial de las tierras del sur de Francia para crear vinos densos y expresivos. Bajo esta consigna, levantó con sus propias manos la bodega Mas Jullien. A él le siguieron productores nacionales y extranjeros, desarrollándose una corriente de inspiración que no ha decaído hasta ahora.
Olivier explicó también que allí no se elaboran únicamente grandes vinos, sino que se realizan tanto cuvées especiales con Denominación de Origen como vinos sencillos a precios razonables, bien llamados Vin de Pays.