El queso es un alimento derivado de la leche de diferentes animales de granja que solemos consumir casi a diario. Gracias a sus grandes beneficios es consumido por niños, adultos y ancianos dentro de una alimentación sana y equilibrada. Puede tener diferentes texturas, dependiendo generalmente del tipo de leche utilizado y el tiempo de curación; cada variedad tiene una vida útil diferente antes de dejar de ser apta para el consumo.
En unCOMO queremos enseñarte cómo saber si el queso está malo para evitar que puedas sufrir intoxicaciones o problemas digestivos por culpa de consumir queso en mal estado.
Fecha de caducidad
Lo primero que debes hacer es revisar la fecha de caducidad del producto. Cuando vayas al supermercado a comprar los alimentos, es importante que te fijes en la fecha de caducidad para evitar comprar productos caducados, además, es interesante que planifiques cuánto crees que vas a tardar en consumir un producto y adquieras los alimentos por su fecha de caducidad valorando esa premisa. Algunos productos pueden consumirse pasada su fecha de caducidad sin riesgos, pero en el caso del queso es mejor no hacerlo, incluso si tiene buen olor, aspecto y sabor.
El queso debe mantenerse siempre en el refrigerador. Según la Asociación Canadiense para la Educación del Consumidor sobre la Seguridad Alimenticia, los quesos que han estado expuestos a temperatura ambiente durante más de dos horas no deberían consumirse.
Signos de queso en mal estado
El moho, un cambio en el color, el olor o el sabor del producto son síntomas de que el queso no se encuentra en buen estado. Para evitar problemas es mejor no consumirlo, pero podemos determinar algunas excepciones.
Los quesos cremosos o procesados con moho o cambios en su aspecto, sabor u olor no deben consumirse. En cambio, los quesos más curados que tengan un poco de moho pueden comerse si se retira esa capa y un poquito más.
En caso de duda sobre la fecha de caducidad, ya sea porque ha desaparecido o se ha eliminado su envase original, guíate por tus sentidos. Por lo general, si no sabes la fecha de caducidad, pero sospechas que aún no ha caducado, huele, observa y prueba el producto. Si tiene su aspecto habitual, huele como siempre y sabe del mismo modo, el producto estará en buenas condiciones.
Cómo mantener correctamente el queso
Para mantener correctamente los quesos frescos, elimina su envase original e introdúcelos en un tupper de plástico con cierre hermético. En la parte de abajo, pon un trozo de papel de cocina para que absorba los líquidos que suelta el producto. Cambia ese papel de vez en cuando para que no se pudra. Además, dependiendo del tipo de queso, su conservación debe ser una u otra:
- Los quesos frescos para untar presentados en terrina deben ser guardados en la nevera y consumidos antes de que se oxiden.
- Los quesos blandos tipo Brie o Camembert deben guardarse en la nevera en sus propios recipientes, ya que se conservan bien en ellos.
- Los quesos duros envuélvelos en papel transparente y déjalos en la nevera.
Cómo tomar el queso
El queso fresco puede tomarse directamente recién sacado de la nevera pero, en el caso de otros tipos de quesos, es mejor dejar atemperar una hora aproximadamente antes de consumirlos. El sabor del queso es mucho más intenso y de esa forma podremos apreciar de manera óptima las cualidades del producto.
Si nos hemos olvidado de atemperar el queso, podemos darle un toque de microondas unos pocos segundos. Nunca debéis dejar que se funda, solo se debe eliminar el frío de la nevera.
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