Es muy importante saber cómo conservar la comida para no tener que tirarla porque se pudra o acabe en mal estado. Algunos productos frescos son especialmente difíciles de mantener en buen estado, como es el caso del apio.
Algunas verduras, como el apio, son complicadas de congelar sin que se estropeen por contener una gran cantidad de agua. Además, si lo metes en el congelador, cuando lo quieras volver a utilizar en una receta probablemente haya perdido el sabor natural. Todo ello nos lleva a plantear la gran pregunta: ¿se puede congelar el apio? ¿es posible conservarlo en el congelador? Para resolver todas estas dudas y descubrir cómo congelarlo correctamente, en unCOMO te recomendamos que sigas leyendo este artículo.
¿Se puede congelar el apio o se estropea?
Pese a conllevar varios inconvenientes por la posible pérdida de la textura y el sabor, SÍ se puede congelar el apio para tratar de mantenerlo en óptimas condiciones de consumo durante un largo periodo de tiempo.
Teniendo en cuenta los múltiples beneficios y las propiedades del apio (contribuye a combatir el estreñimiento, es digestivo, fortalece el sistema inmunológico y es diurético), conviene congelarlo para que se mantenga en buen estado si vas a tardar un tiempo en consumirlo. El factor más importante está en saber cómo hacerlo, tanto si lo quieres congelar cortado como si prefieres congelar el jugo.
Cómo congelar el apio fresco
Para descubrir cómo conservar el apio, es importante que sepas que no es lo mismo congelarlo fresco que en jugo. Para conservarlo crudo y fresco correctamente, sigue estos pasos para congelar el apio fresco:
- Limpia con agua el apio y después pélalo con un cuchillo. Procura coger uno afilado, ya que debes quitar al menos medio centímetro de la piel para que sea más fácil conservarlo en el congelador.
- Conservar el apio cortadoes la mejor opción para que se congele correctamente. Por ello, córtalo en rodajas pequeñas o grandes. Es decir, según como lo quieras utilizar cuando lo vayas a usar en una receta te interesará cortarlo de un tamaño u otro.
- Coloca las rodajas de apio en un recipiente resistente. Si vas a congelar una gran cantidad, divídela en diferentes recipientes. Utiliza recipientes de acero inoxidable, de vidrio o bolsas con cierre hermético tipo zipper.
- Etiqueta los recipientes con la fecha que lo vas a congelar y ya los puedes guardar en el congelador.
Ten en cuenta estos consejos para asegurarte que congelas bien el apio fresco:
- Evita congelar hojas de apio con el propio tallo porque los tallos se pondrán blandos muy fácilmente y las hojas terminarán pudriéndose.
- Corta las hojas y congélalas por separado si las quieres utilizar para hacer ensaladas o infusiones.
Cómo congelar el jugo de apio
Si lo que pretendes es congelar el jugo de apio, sigue estos pasos para conservarlo correctamente:
- Lava el apio y córtalo en trozos pequeños.
- Pon un poco de agua en la licuadora o en el vaso de la batidora.
- Añade los trozos de apio y lícualos o bátelos hasta obtener el jugo.
- Para congelar el jugo la forma más práctica es usar una cubitera, como las que usas normalmente para hacer hielos. De este modo, podrás sacar la cantidad de jugo de apio congelado que necesites cada vez.
El jugo de apio lo puedes utilizar en la elaboración de diferentes recetas: para tomarlo directamente, en caldos, estofados, sopas y salsas, además de funcionar como aromatizante en otras preparaciones. Sin ir más lejos, puedes preparar una crema de apio exquisita y puedes añadirle un poco de este jugo para aumentar su sabor y mejorar su textura.
Cuánto tiempo dura el apio congelado en el congelador
Tras descubrir que se puede congelar el apio y cómo hacerlo, tanto fresco como en su jugo, para conservarlo correctamente, debes conocer durante cuánto tiempo se mantiene en buen estado en el congelador. En cualquier caso, siempre debes etiquetar los recipientes en los que lo guardas para asegurarte que no transcurre más días de lo recomendable y, de esta forma, llevar un buen control.
Los diferentes tiempos de duración del apio congelado son los siguientes:
- Congelado crudo: aguanta durante un máximo de 6 meses.
- Congelado cocido: el tiempo se reduce a la mitad, es decir, 3 meses.
- En la nevera, aguanta un máximo de 20 días. Este tiempo se prolonga en el caso de los tallos cortados si los almacenas por separado.
Todos estos tiempos de congelación también dependen del estado en el que congelaste el apio. No pretendas que conserve la misma textura y sabor tras la descongelación; habrá perdido gran parte de su textura crujiente. Esto condiciona el uso: lo puedes utilizar en platos cocinados en vez de emplearlo tal y como lo harías con el apio fresco.