La levadura fresca es el ingrediente básico para hacer muchas recetas, especialmente las de repostería y panadería. Pizzas, panes, bizcochos, brioches... todas estas elaboraciones requieren de levadura y, en algunos casos, de impulsores químicos. Para utilizarla, es importante comprobar el estado del ingrediente, ya que no aguanta durante demasiado tiempo.
La levadura para hacer pan tiene un consumo preferente estipulado e, incluso dentro de ese espacio temporal, puede perder eficacia, afectando considerablemente al resultado final de la receta en la que se utiliza. Por suerte, hay maneras de comprobar si está buena. Descubre cómo saber si la levadura fresca está buena y los diferentes pasos a seguir para determinarlo leyendo este artículo de unCOMO.
Hidratar la levadura
Aunque hay diferentes tipos de levadura, la comprobación es idéntica tanto en la levadura fresca como en levadura deshidratada, más conocida como 'levadura de cerveza'. Si bien, la levadura deshidratada tarda mucho más tiempo en perder sus propiedades.
¿Cómo saber si la levadura fresca está buena? Primero debemos remojar la levadura en agua. Sigue estos pasos:
- Coloca 10 gramos de levadura un vaso de tamaño medio.
- Agrega un poco de azúcar (media cucharada aproximadamente).
- Llena el vaso con agua templada hasta la mitad del vaso.
- Remueve la mezcla.
- Deja reposar 10 minutos.
Comprobar la levadura
Transcurridos los 10 minutos, comprueba si la levadura está buena o no. Si te encuentras una levadura gomosa y más grande, con el agua lechosa, es buena señal. Si el líquido se ha llenado de burbujas, puedes utilizar la levadura sin ningún problema. Siempre que hagas esta comprobación y la levadura tenga el estado gomoso, incluso se puede comer la levadura fresca caducada.
Cuando hagas la prueba y no haya sucedido nada, es decir, no se hayan creado burbujas y la levadura siga tal y como la añadiste, desecha el ingrediente directamente. No comiences ninguna elaboración, porque la receta saldrá mal e incluso será perjudicial para la salud.
Ahora que has aprendido cómo saber si la levadura fresca está buena, si el resultado es positivo, utilízala en estas recetas: Cómo hacer pan o Cómo hacer masa de pizza.
Cómo conservar la levadura fresca
La levadura fresca se conserva en buen estado en la nevera, aproximadamente, durante un mes si el paquete no se ha abierto. Si ya has abierto el envase, suele aguantar bien en el refrigerador unas dos semanas. A partir de este instante, puede perder el poder leudante que contiene. Para comprobar que está en buen estado, sigue los pasos expuestos anteriormente.
Para conservar levadura fresca en la nevera una vez desempaquetada, sigue estos pasos:
- Separa la cantidad de levadura en distintas porciones o bloques.
- Almacena las porciones de levadura en una bolsa para congelar alimentos o en un recipiente. En caso de ser un recipiente, debe contar con una tapa.
- Cierra el envase o la bolsa de manera hermética.
- Etiqueta el envase anotando la fecha de caducidad del ingrediente (indicado en el paquete original), el nombre del producto y la fecha de envase.
- Guarda el envase en la nevera sin que quede amontonado con otros recipientes. Procura que circule aire a su alrededor y quede lo más aislado posible.
La temperatura idónea para conservar la levadura fresca en la nevera es de 4 a 8 oC. Evita que el ingrediente sufra cambios bruscos de temperatura. Por último, utiliza la levadura cuanto antes para que no pierda el efecto leudante. Cuanto más tiempo pase, menor eficacia tendrá en la receta que hagas. Si no vas a utilizarla pronto, lo mejor es que la congeles.
Cómo congelar levadura fresca
Teniendo en cuenta que la levadura fresca debe utilizarse en un corto espacio de tiempo, es conveniente congelarla. ¿Se puede congelar la levadura fresca? Sí, de hecho, manteniéndola en el congelador, podrás usarla en un periodo máximo de dos meses. Eso sí, deberás comprobar la fecha de consumo preferente y, si está cumplida, ya no se recomienda congelar la levadura.
Para disponer de levadura fresca congelada, sigue estos pasos:
- Separa la levadura en varias porciones o bloques para utilizar únicamente la que necesites en cada receta, sin necesidad de volver a congelarla. De esta forma, evitas cambios continuos de temperatura.
- Envuelve cada porción de levadura en papel film para no exponerla a la humedad ni al frío. Así, quedará completamente aislada.
- Almacena los bloques en un recipiente específico de congelación con tapa. Es importante que el envase disponga de cierre hermético para el buen aislamiento de la levadura.
- Pon una etiqueta al recipiente para identificarlo con el nombre del producto (levadura), la fecha de caducidad y de envasado.
- Mete el envase dentro del congelador procurando que circule aire a su alrededor.
Ya conoces cómo saber si la levadura fresca está buena y cómo conservarla para que dure más tiempo. Ahora solo te queda disfrutar de la cocina y de los deliciosos platos que puedes hacer con ella, teniendo en cuenta siempre las fechas de consumo preferente y de envasado.