Cómo descansar después de entrenar

Un buen descanso es clave para una persona que realice una actividad normal, y toma más relevancia el asunto si hablamos de un deportista que sigue un entrenamiento periódico. No es difícil seguir las pautas para descansar de forma correcta tras una actividad física intensa, pero si no lo hacemos podemos ser menos efectivos en nuestros ejercicios e incluso tener mayor riesgo de lesiones. En unComo.com te explicamos en detalle cómo descansar después de entrenar.

El sueño tiene que hacerse sobre un colchón en condiciones, es decir, ni demasiado duro ni tampoco que nos hundamos en él. En el mercado existen numerosos modelos asequibles. Debemos dejarnos asesorar por los vendedores, que nos recomendarán en un colchón en función de nuestro peso y de nuestra altura. Si todas las mañanas nos levantamos con dolores de espalda podemos estar seguros de que nuestro colchón no es el adecuado para descansar después del entrenamiento.

En cuanto al tiempo que debemos dedicar al sueño, la media recomendada son ocho horas; si bien hay personas que necesitan más tiempo y otras que se conforman con menos. Sin embargo, nunca debemos dormir menos de seis horas, ya que de lo contrario no dejaríamos tiempo suficiente al cuerpo para recuperarse y tener un buen descanso después del entrenamiento.

La obsesión por dedicar las horas suficientes al sueño después del entrenamiento no debe llevarnos a irnos a descansar nada más entrenar. El resultado sería que no podríamos conciliar el sueño porque el cuerpo está excitado después de una actividad física intensa. Hemos de dejar pasar al menos una hora desde que acabamos de entrenar hasta que nos metemos en la cama para descansar.

Además, si cenamos después del entrenamiento, hemos de dejar el tiempo suficiente para que el cuerpo haga la digestión antes de ir a descansar. Nuestro sistema requiere unas dos horas para digerir una cena potente y la mitad, una hora, para hacerlo con una comida ligera.

Si esto no es un elemento de tensión que perjudique el sueño, podemos colocar un cojín debajo de los pies para que éstos estén a mayor altura que el resto del cuerpo y se favorezca el retorno venoso.