Hacer ejercicio es fundamental para sentirse bien tanto a nivel físico como mental. Unos beneficios que, sin embargo, pueden verse mermados con un acto tan sencillo y que se realiza después de cualquier actividad física: ducharse. Y es que existe mucha disyuntiva entre si es mejor hacerlo con agua fría o bien con agua templada. Incluso, en ocasiones, se apunta a la conveniencia de hacer una ducha que combine el calor y el frío o bien de contrastes.
Pero ¿realmente qué es lo más beneficioso para las personas? ¿Después de hacer ejercicio es bueno ducharse con agua fría? ¿O es mejor hacerlo con agua caliente? Desde unCOMO, te vamos a explicar lo que sucede en el organismo con la ducha tras hacer actividad física para que puedas sacar tus propias conclusiones, hacer lo más correcto y beneficioso para que te sientas mucho mejor y saber cuál es el mejor momento para ducharte.
Los beneficios de ducharse con agua fría tras hacer ejercicio
Muchas personas eligen el agua fría para ducharse tras una sesión de ejercicio porque tiene muchos beneficios por el organismo. De hecho, es la opción más utilizada por los deportistas profesionales. Entre sus ventajas están:
- Ritmo cardíaco normal: ayuda a recuperar el ritmo cardíaco normal tras el ejercicio.
- Menos agujetas: reduce las posibilidades de tener agujetas porque disminuye la rigidez con la que se asocian estas molestias.
- Regenera la musculatura: en el caso de que se hayan producido roturas de fibras musculares por un ejercicio intenso.
- Facilita la recuperación física más rápidamente.
- Tonifica el cuerpo: porque no contribuye a dilatar la musculatura y la piel como sucede con el agua caliente, que favorece la flacidez.
- Contrae los vasos sanguíneos: lo que permite bajar las inflamaciones en músculos, tendones o articulaciones que pueden aparecer cuando el ejercicio que se ha realizado ha sido especialmente intenso.
- Reduce la temperatura corporal: por la constricción de los vasos sanguíneos.
Por todos estos beneficios, ducharse con agua fría es beneficioso después de hacer ejercicio. Si quieres saber más sobre los beneficios de la ducha con agua fría después del ejercicio, puede que te interese este otro artículo de unCOMO sobre los Beneficios de ducharse con agua fría.
¿Siempre debo ducharme con agua fría después de entrenar?
Tras hacer ejercicio siempre es bueno ducharse, aunque solo sea para quitarse el sudor y sentirse mejor. Sin embargo, en muchas ocasiones, no siempre es bueno ducharse con agua fría. Y es que, normalmente, esta es la opción que eligen los deportistas profesionales tras sus entrenamientos y participación en competiciones o pruebas deportivas porque les ayuda a recuperarse.
Cuándo ducharse con agua fría después de entrenar
Hay que tener en cuenta que los deportistas profesionales practican con mucha intensidad, ya sea durante los entrenamientos o en las pruebas de competición. Sin embargo, antes de tomar la decisión de ducharse con agua fría o caliente, es importante tener en cuenta la intensidad del ejercicio que se ha realizado y el estado del cuerpo de cada uno. Por lo tanto, si te ejercitas intensamente, es recomendable que te duches con agua fría.
En función de estas variables principalmente se podrá tomar esta decisión, siendo recomendable el agua fría cuando necesites los beneficios que te hemos comentado en el anterior apartado o bien decantarte por el agua caliente en las situaciones en las que precises.
Cuándo ducharse con agua caliente después de entrenar
Como pauta general, se puede decir que la ducha debe ser con agua caliente si se busca relajación a través del ejercicio o se ha realizado un entrenamiento normal, mientras que es preferible el agua fría si el ejercicio es intenso (tipo profesional) o se practican disciplinas como las artes marciales, boxeo u otras en las que haya contacto físico y la posibilidad de recibir golpes o de caerse.
De todos modos, aunque sea más conveniente el agua caliente, no hay por qué renunciar a la ducha de agua fría. Por ejemplo, si se ha hecho un entrenamiento normal, una buena opción es comenzar con agua caliente (tampoco excesivamente), para ir bajando a templada y acabar con fría durante unos minutos.
Qué pasa si no te duchas después de hacer ejercicio
Muchas personas se preguntan si es malo no ducharse después de hacer deporte. Pero todo lo contrario. Duchase no es solo una cuestión higiénica y social, sino que te ayuda a recuperarte físicamente después de la actividad física, sobre todo si esta ha sido muy intensa.
De hecho, no ducharse después de hacer ejercicio puede acarrear diversos problemas de salud. Si tenemos en cuenta que durante el deporte nuestro cuerpo libera toxinas mediante la sudoración, no es de extrañar que después la ducha sea necesaria, ya que si no nos duchamos todas esas toxinas quedarán pegadas en nuestra piel, lo que podría causarnos irritación, espinillas, erupciones y hasta infecciones.
Además, después de hacer ejercicio, nuestro cuerpo necesita sentirse limpio y eliminar todo el sudor. Por lo tanto, aunque tu ejercicio haya sido más bien moderado o leve, es necesario que te des una ducha después de entrenar.
Cuánto hay que esperar para ducharse después de hacer deporte
A pesar de los beneficios de ducharse con agua fría, hay que seguir una serie de consejos para que no se produzcan daños en el organismo y que realmente ese momento en la ducha sea beneficioso. El principal consejo es esperar a ducharse tras haber hecho ejercicio. Un tiempo que es de unos 20 minutos y que se puede aprovechar para, por ejemplo, hacer unos buenos estiramientos, que también ayudarán a que te sientas mejor.
El motivo de esta espera radica en que el cuerpo alcanza una temperatura corporal durante el ejercicio físico que puede superar los 39 ºC. De esta manera, al entrar en el agua fría, se puede producir una descompensación en el cuerpo. Esto tiene una serie de consecuencias negativas para el organismo y la salud:
- Problemas en sistema circulatorio: así como cambios en la presión arterial por la reacción de los vasos sanguíneos como consecuencia del contraste de temperatura.
- Parálisis facial periférica: este es otro de los posibles riesgos que conlleva una ducha con agua fría si no se ha esperado tras el ejercicio. Se produce porque el nervio se dilata con el aumento de la temperatura corporal tras el ejercicio. El cambio de temperatura brusco le afectaría, quedando paralizado.
Con estas explicaciones y consejos, en unCOMO, esperamos haberte respondido a tu pregunta de si después de hacer ejercicio es bueno ducharse con agua fría. Siempre ante la duda, es importante que consultes con médicos o fisioterapeutas la utilidad de emplear agua caliente o fría tras tu sesión de actividad física.