Aunque la causa del autismo sigue siendo un misterio, una teoría es que una lesión cerebral temprana podría provocar el trastorno. Algunos estudios han indicado que este podría ser el caso, aunque los resultados aún están lejos de ser concluyentes. Se necesitan más estudios para determinar si existe un vínculo, pero es útil comprender la investigación que se ha realizado hasta ahora.
El autismo y las lesiones cerebrales pueden parecerse
El autismo es un trastorno neurológico, lo que significa que afecta el funcionamiento del cerebro. Una persona con ASD puede tener un funcionamiento normal o por encima de lo normal en algunas áreas y desafíos significativos en otras. Esto es similar a una lesión cerebral, que a veces afecta partes del cerebro mientras deja otras partes intactas. ASD es una discapacidad del desarrollo, lo que significa que afecta a un individuo durante áreas clave de desarrollo. La lesión cerebral puede ocurrir en cualquier momento de la vida.
Características y tratamiento compartidos
Un artículo de 2016 en la revista Behavioral Neurology exploró las muchas similitudes entre la lesión cerebral traumática (TBI) y el autismo, incluida la forma en que se tratan los dos trastornos. Hay muchos síntomas comunes a ambos, que incluyen ansiedad, desafíos de aprendizaje, problemas de funcionamiento ejecutivo y dificultades de procesamiento sensorial. Los tratamientos que funcionan para un trastorno también pueden ayudar con el otro. Sin embargo, el artículo no establece ninguna conexión causal entre TBI y autismo.
Es importante tener en cuenta que este artículo encontró algunas áreas que la TBI y el autismo no tienen en común. Esto incluía una de las características diagnósticas clave del autismo, los comportamientos repetitivos y restrictivos. Aquellos con TBI normalmente no muestran esta cualidad.
El papel del cerebelo
Una revisión de la literatura publicada en la revista Neuron en 2014 propone que la lesión prenatal en una parte específica del cerebro, el cerebelo, puede estar relacionada con el autismo. La revisión destaca el papel del cerebelo, que se encuentra en la parte posterior del cerebro, en relación con la información sensorial, la interacción social y el reconocimiento de expresiones faciales. Todos ellos están relacionados con las características del autismo. Además, los investigadores notaron que el cerebelo puede afectar el desarrollo de otras áreas del cerebro, lo que resulta en un efecto cascada de déficits en una variedad de áreas.
Los investigadores proponen que la lesión prenatal podría ocurrir como resultado del estrés materno o la respuesta autoinmune y manifestarse más tarde como TEA. Señalan que se necesita más investigación en esta área.
Complicaciones de nacimiento y autismo
Otro posible vínculo entre la lesión cerebral y el TEA involucra complicaciones en el parto, especialmente la falta de oxígeno o la hipoxia cerebral. Esto es diferente de la lesión cerebral traumática, que generalmente ocurre como resultado de un accidente o una lesión específica. La hipoxia cerebral puede comenzar solo cinco minutos después de la pérdida de oxígeno y puede provocar una lesión cerebral significativa.
Un estudio de 2017 publicado en el American Journal of Perinatology encontró que las complicaciones del parto, incluida la falta de oxígeno, estaban relacionadas con un mayor riesgo de un diagnóstico posterior de TEA. Sin embargo, el estudio estableció una correlación y no propuso que el autismo fuera causado por complicaciones de nacimiento.
Se necesita más investigación
En última instancia, la lesión cerebral y el autismo tienen muchas características en común, pero no todas. Un posible vínculo entre los dos aún debe explorarse con más investigación. Una lesión prenatal en el cerebelo, una pérdida de oxígeno durante el parto u otro factor podrían estar involucrados en el desarrollo de TEA. Sin embargo, la investigación aún no ha probado ese vínculo.