Si te resulta difícil resistirse a los alimentos grasos, no es totalmente tu culpa. La industria alimentaria diseña alimentos elaborados y que engordan para provocar el deseo de los consumidores a comer más. Esto incluye inyectar azucares y aceites a los alimentos, y la elaboración de alimentos de engorde más pequeños para que se acaben rápidamente. Si bien las tentaciones por los alimentos que engordan nunca desaparecerá por completo, es posible luchar y resistir la tentación de comer.
Pasos a seguir: 1Toma un momento para considerar si realmente éstas hambriento. Céntrate en el origen del deseo de comer la comida. Un deseo que se origina en el estómago es una señal de hambre mientras que, un deseo puramente mental es un antojo. Evita comer en respuesta a un deseo mental.
2Concéntrate en la razón por la que quieres comer el alimento graso. Tal vez, estás aburrido y sólo necesitas algo que hacer, o tal vez estás triste y usas los alimentos como una forma de enfrentar la situación. Determina la causa y encuentra otra manera de satisfacer la necesidad. Levántate y haz alguna actividad física o mentalmente desafiante para combatir el aburrimiento. Llama a un amigo o haz algo positivo que no se trate de comer alimentos para combatir la tristeza.
3No cedas inmediatamente a la ansiedad. Toma un momento para recordar los alimentos que comiste durante el día. Piensa si realmente necesitas los alimentos grasos, o si estás satisfecho y no lo necesitas.
4Coloca imágenes en tu cocina para recordarte la razón por la que estás evitando los alimentos. Coloca imágenes tuyas, de amigos y miembros de la familia, modelos de fitness o celebridades que tienen el tipo de cuerpo que deseas. Piensa en el efecto que la comida grasa tiene en tu cuerpo y tus metas. Piensa en las zonas que son más propensas a ganar peso e imagina cómo los alimentos grasos causan el aumento de peso en esa área.
5Haz versiones más saludables de los alimentos grasos por los que sientes antojo. Busca recetas que requieren ingredientes más sanos, tales como puré de manzana en lugar de aceites. Ten bocados saludables a mano para picar cada vez que un deseo se establece.
6No hagas alimentos de engorde que no puedes resistir si están fácilmente disponibles. No guardes los alimentos en tu casa, coche u oficina de trabajo. Si es posible, evita los pasillos de comestibles y máquinas expendedoras, dónde los alimentos son almacenados. Si tienes que comprar alimentos grasos, compra la porción más pequeña disponible.