Cuando piensas en comprar vino para una cena con amigos o familia, a veces la presión de hacer disfrutar a todos hace que nos parezca una misión imposible elegir los mejores vinos para contentar a todos los invitados y que mejor acompañen la comida.Eso puede hacer, por ejemplo, que nos decidamos a comprar vino Rioja para acompañar platos que no le vayan bien, tan sólo porque es una Denominación conocida, en lugar de optar por una combinación más adecuada.Lo mejor que puedes hacer, si quieres aprender cómo hacer un maridaje de vinos es olvidarte de las normas tradicionales del vino, y seguir estos sencillos consejos prácticos:
Pasos a seguir: 1En primer lugar, busca un vino que te guste, con el que disfrutes. No te preocupes de si es caro o barato, si está mejor o peor puntuado en las guías. Si un vino te gusta, disfrutarás el maridaje. Garantizado.
2A nivel práctico, la regla más importante para el maridaje de vinos es ordenar el servicio de los vinos de menor a mayor potencia. Los blancos suaves antes que los blancos envejecidos y los dulces, los tintos jóvenes o ligeros antes de los tintos de larga crianza o muy tánicos. De la misma manera, los platos deben acompañar este ritmo: los entrantes, ensaladas y sopas o cremas, antes de los pescados y las carnes.Puede ser divertido descubrir cómo de bien se funden los sabores y especias juntos cuando los unes a cocinas regionales.
3El maridaje de vino y comida debe ser un conjunto, por lo que la suma de sus valores debe ser, de alguna forma, igual a una unidad. Es decir, si una comida es muy especiada, no añadas más complejidad con el vino: busca un vino ligero y suave, que armonice y no distraiga del sabor de la comida.Si lo que quieres es destacar un vino, prepara un plato sencillo, que le deje lucir con toda su inmensidad. Un vino tinto potente y complejo armoniza bien, por ejemplo, con una carne roja sin salsas ni especias, tan sólo a la plancha u con un aderezo mínimo.Piensa sobre los sabores opuestos, como dulce y picante, al buscar un equilibrio entre comida y vino. Por ejemplo, las comidas picantes, como la tailandesa o alguna cocina española, pueden ser servidas con vinos dulces para ayudar a equilibrar el calor asociado con estos platos.
4El vino y el queso son un mundo aparte. Si estás empezando desde cero, elige tu vino favorito o el queso que quieres servir y entonces escoge el compañero adecuado para ir con él. Los quesos también tienen una amplia gama de sabores. El queso más picante, como el queso azul, puede acompañarse de vinos dulces para suavizar el golpe fuerte de sabor de este tipo de quesos. Los quesos finos o suaves, como el cheddar, pueden combinar con los vinos tintos.