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Cómo limpiar níscalos

Otoño es sinónimo de setas y una de las setas comestibles más comunes en España es el níscalo o también conocido con muchos otros nombres como rovellón, guíscano, rebollón... Este hongo de color anaranjado intenso o rojizo es muy apreciado en la cocina, ya que cuenta con un sabor único y combina a la perfección con infinidad de ingredientes.

Antes de preparar cualquier guiso con níscalos o de cocinar directamente los níscalos, por ejemplo a la plancha, será necesario limpiarlos correctamente. Aun así, cabe destacar que si recoges las setas tú mismo, esta acción deberá empezar ya en el bosque. Por ello, no te pierdas este artículo de unComo sobre cómo limpiar los níscalos.

Pasos a seguir: 1

En primer lugar, a la hora de recoger los níscalos en el bosque, será indispensable que retires las ramas, hojas y demás restos naturales que pueden cubrir estas setas. Y es que el el níscalo suele crecer bajo los pinos y demás vegetación, por lo que es común que al cogerlos el sombrero tenga este tipo de despojos de la naturaleza.

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Así mismo, podrás también sacudir un poco los níscalos para que queden más limpios y, a la vez, contribuirás a que caigan las esporas de estas setas y puedan así crecer nuevos níscalos. Por este mismo motivo, es necesario llevar una cesta o canasto y nunca bolsas, porque así estaremos ayudando a la dispersión de las esporas.

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Una vez que lleguemos a casa, podemos limpiar los níscalos a fondo, ayudándonos con un pincel o un trapo seco. De este modo, retiraremos la tierra que haya quedado, así como pequeñas ramas y demás.

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Si no vas a cocinar los níscalos en ese momento, es importante que no humedezcas el trapo, sino que los níscalos se limpian justo en el momento de prepararlos. Para guardarlos en perfectas condiciones, deberás tener en cuenta las recomendaciones sobre cómo conservar los níscalos.

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Así mismo, deberás asegurarte de que no haya níscalos bichosos o estropeados para evitar que los pequeños gusanos puedan pasar a las setas sanas y estropearlas todas. En caso de que algún níscalo tenga solo una parte deteriorada, podrás cortarlo y conservar la parte sana.

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En el momento en que te decidas a cocinar los níscalos, podrás humedecer un trapo o papel de cocina y limpiar por completo cada una de las setas. No es recomendable poner los níscalos bajo el grifo porque acumularán un exceso de agua y pueden estropearnos la receta.