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¿Se puede congelar la levadura fresca?

La levadura fresca es uno de los ingredientes esenciales en la elaboración de la masa del pan, pizzas, empanadas, galletas, bollería... Se trata de un alimento ‘vivo’, ya que son hongos, unos microorganismos que fermentan los azúcares del pan. Nos permiten hacer gran cantidad de alimentos comunes en nuestra alimentación y su utilización es muy antigua.

El principal problema de esta levadura ‘viva’, frente a lo que ocurre con la levadura seca, química o en polvo, es que requiere de unas condiciones adecuadas de conservación y de refrigeración. Si te has animado a probar este producto y ya lo tienes en tu nevera, seguro que tendrás más de una duda. Una de las más frecuentes es si se puede congelar la levadura fresca. En este artículo de unCOMO encontrarás la respuesta a esta pregunta y a otras muchas.

¿Se puede congelar la levadura fresca o se estropea?

A la hora de adquirir levadura fresca, conviene recordar que se trata de un alimento algo delicado. Necesita conservarse en la nevera, a una temperatura constante y aproximada de 4 ºC – 7ºC. Sin embargo, si no tienes previsto utilizarla y consumirla a corto plazo, se puede congelar sin problemas.

Congelar la levadura fresca no supondrá, en principio, ningún deterioro para el producto. Al contrario, es la mejor opción para evitar que se estropee al alterarse su composición y propiedades con el paso de los días.

Ahora que sabes que se puede congelar la levadura fresca, puedes comenzar a utilizarla. Con estos otros artículos, aprenderás Cómo hacer pan y Cómo hacer masa de pizza.

Cómo congelar la levadura fresca

Ya sabemos que la levadura fresca se puede congelar para utilizarla cuando la necesites. Sin embargo, hacerlo correctamente requiere seguir una serie de pasos y tener en cuenta algunos consejos. Así, cuando la descongeles, estará en perfectas condiciones.

  1. Divide la levadura en porciones del tamaño que desees (mejor no muy grandes) para, así, poder congelarlas de manera independiente. De esta manera, podrás sacar del congelador solo la cantidad que necesites cada vez. Recuerda que, una vez descongelada, no se debe volver a congelar.
  2. Envuelve completamente cada pedazo en varias capas de papel film o papel aluminio. El objetivo es evitar al máximo la humedad, ya que podría deteriorar el alimento.
  3. Guarda cada porción de levadura fresca en un recipiente apropiado, con tapa y apto para congelador. También pueden valerte las bolsas con cierre hermético tipo ‘zip´.
  4. Coloca la levadura en el congelador sin amontonar los pedazos y ponlas en un lugar donde sepas que no la vas a tener que mover con frecuencia (por ejemplo, al sacar otros alimentos).

Cuánto tiempo se puede congelar la levadura fresca

Siempre es conveniente apuntar en el recipiente la fecha del momento de congelación de cada pedazo. Así, podrás calcular su fecha máxima de consumo teniendo en cuenta cuánto dura la levadura fresca congelada.

Responder a esta cuestión no es sencillo porque la duración puede variar según las condiciones de conservación, la potencia del congelador... Aun así, el tiempo medio que puede durar congelada oscila entre 3 y 6 semanas, con un máximo, en el mejor de los casos, de dos meses.

Cuánto tiempo puede durar la levadura fresca sin congelar

Muchos factores influyen en el buen estado de la levadura fresca por lo que no se puede establecer un periodo exacto de duración. Si compras levadura fresca empaquetada, fíjate en la fecha de caducidad que figura en el envase, porque esa será tu mejor referencia. Estas fechas suelen dar un margen de entre tres semanas y un mes para consumirla en óptimas condiciones, aunque hay que matizar que hablamos del paquete de levadura fresca sin abrir.

Una vez abierto la levadura, sus microorganismo se vuelven inestables y entran en contacto con el ambiente, algo que puede hacer que pierda sus propiedades leudantes (imprescindibles para que te salgan bien elaboraciones como el propio pan). La duración media aproximada podría fijarse entre los 8 – 12 días. Pasado este tiempo, es mejor congelarla.

Si crees que tu levadura fresca se ha estropeado, quizá te interesen estas recetas sobre Cómo hacer pizza casera sin levadura o Cómo hacer tortitas sin levadura.

Cómo descongelar la levadura fresca

Si la congelación es un paso que debes hacer con sumo cuidado, descongelar la levadura fresca también requiere tomar una serie de medidas para no estropear el producto. Debe descongelarse poco a poco, ya que un cambio brusco de temperaturas la estropearía casi con total seguridad.

Saca del congelador el pedazo que necesites y colócalo en la parte baja de tu nevera. Lo ideal es empezar a descongelarla el día previo a su uso. Antes de sacarla de su recipiente y quitarle el papel film que protege a la levadura, seca bien los envoltorios para evitar que la humedad pueda afectar a la levadura recién descongelada.

¿Se puede comer la levadura fresca caducada?

Lógicamente, ingerir cualquier alimento caducado no es lo más recomendable. A pesar de ello, es cierto que, a veces, las fechas de consumo preferente no indican que la levadura fresca esté necesariamente mala pasada esa fecha, sino solo que está perdiendo sus propiedades. Además de fijarte en sus características generales, entre ellas su aspecto y olor, hay un truco determinante para saber si la levadura fresca está en buen estado.

Cómo saber si la levadura fresca está buena

Tanto si lleva unos días en la nevera como si la acabas de descongelarla, hay una sencilla prueba que te indicará si esa levadura funcionará correctamente en tu elaboración culinaria y si puedes tomarla con total tranquilidad:

  1. Coge un pedazo pequeño (unos 10 – 15 gramos) de levadura fresca, desmenúzalo y colócalo en el interior de un vaso.
  2. Añade una cucharada pequeña de azúcar y completa con agua templada – caliente (sin hervir) hasta la mitad del vaso.
  3. Remueve ligeramente y deja reposar mientras observas la reacción de la levadura fresca en contacto con el resto de ingredientes.
  4. Si aprecias que, pasados unos minutos, el agua se llena de burbujas y adquiere un tono que recuerda al de la leche, la levadura fresca está en buen estado. Si no hay reacción de ningún tipo, es mejor no utilizarla.