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Cómo entrenar después de una tendinitis 

La principal causa de la tendinitis en el haber sometido los tendones a un sobreesfuerzo. Así que cuando nos hayamos recuperado y podamos volver a entrenar, debemos variar el ritmo para que no vuelva a sucedernos. Además, tenemos que actuar teniendo en cuenta que hemos pasado esta dolencia y que debemos dar tiempo a los tendones para que vaya recuperándose poco a poco. Para ayudarte a coger de nuevo el ritmo, en unComo.com te explicamos cómo entrenar después de una tendinitis.

Pasos a seguir: 1

La primera causa de la tendinitis es iniciar una sesión de entrenamiento sin que los tendones se hayan recuperado completamente de la anterior. El resultado es que los sometemos a un sobreesfuerzo sin estar en plenas condiciones y se inflaman.

Así que no podemos cometer el mismo error y debemos establecer periodos de descanso como parte de nuestro plan de entrenamiento.

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Nunca debemos comenzar a entrenar hasta que no haya desaparecido por completo el dolor, principal síntoma de la tendinitis. Una vez que ya no lo notemos, iniciaremos unas rutinas para reforzar los tendones.

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Tras dos días realizando estos ejercicios, ya podremos volver a entrenar después de una tendinitis. Haremos lo mismo que antes de la dolencia, pero comenzando con una quinta parte del tiempo que le dedicábamos y estableciendo tiempos de descanso mayores, algo que debemos mantener ya para siempre si no queremos recaer.

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Cada día de entrenamiento, vamos ampliando el tiempo que dedicamos un 10%. Eso sí, debemos estar al tanto y al menor síntoma de dolor, parar la actividad física.

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Un día a la semana, es aconsejable acudir al masajista y comentarle la situación, para que contribuya a la recuperación y, sobre todo, a que no haya recaída. No hay que olvidar que la tendinitis es una enfermedad con tendencia a cronificarse.

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Después de entrenar y, aunque no nos duela, tenemos que aplicar hielo durante 15 minutos en la zona de la tendinitis. Ayudaremos a incentivar el riego sanguíneo y a que no se produzca inflamación.

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En las sesiones de entrenamiento, los estiramientos nunca deben faltar y, especialmente, si hemos padecido una tendinitis.