Las carnes rojas han tenido en los últimos tiempos cierta mala fama, ya que suponen un mayor aporte de grasas saturadas para nuestro organismo que las carnes blancas. Algunos nutricionistas recomiendan no abusar de ellas y no tomarlas más de dos o tres veces a la semana, lo que no significa que debamos prescindir de ellas completamente en nuestra dieta. Las carnes rojas son, de hecho, más ricas en hierro y en algunas vitaminas, como ácido fólico o la vitaminas B12, B1, B2 y B5. En unComo, repasamos cuáles son las carnes rojas.
Carne de ternera
Destaca por su intenso sabor. Los beneficios de la carne de ternera son varios. El primero es que es una carne muy rica en proteínas. Con solo 100 gramos de carne de vacuno diarios podríamos llegar a tener cubiertas prácticamente la mitad de las necesidades diarias de proteínas que nuestro cuerpo necesita. La carne de ternera también aporta vitaminas del grupo B y es rica en fósforo, un mineral muy importante para el desarrollo intelectual y para la formación de nuestros huesos.
Algunas recetas para que puedas preparar ternera son filetes de ternera guisados o escalopes de ternera empanados.
Carne de cerdo
Posiblemente la carne de cerdo sea la que tiene peor fama de todas las carnes rojas, aunque es la carne más consumida en todo el mundo y tiene también aportes beneficiosos para nuestra salud. Algunos de sus cortes, como el lomo o el solomillo, tienen un bajo aporte en grasas. En general, la carne de cerdo aporta ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) o poliinsaturados (que protegen el corazón). Igualmente, otro de los beneficios de la carne de cerdo es su aporte de Omega 3.
Puedes probar a hacer costillas de cerdo al horno, cerdo asado con piña o lomo de cerdo con frutas.
Carne de toro
La carne de toro no es fácil de conseguir en todas partes y tampoco es un plato que cuente con un consenso generalizado. El toro se diferencia del buey en que el primero es un macho adulto bovino sin castrar. El zinc, las vitaminas B6, B3 y B12, el fósforo, el selenio y el hierro son algunos de los beneficios de la carne de toro.
Carne de buey
El buey es el macho bovino castrado. Su carne ha sido siempre considerada de superior calidad a la de la vaca y por tanto es más cara. De hecho, la carne más valorada del mundo es la de un tipo de buey concreto, el buey de Kobe. La carne de buey debe tener un color rojo intenso, mostrarse compacta y con grasa entrevenada y, al paladar, contar con un sabor fuerte. Es rica en potasio, fósforo, magnesio y vitamina B12.
Carne de caballo o de potro
No es muy popular y no es fácil verla en las carnicerías, aunque en algunas ciudades existen carnicerías especializadas en ella. Según algunos expertos, la carne de caballo, a pesar de su mala fama, tiene menos grasa y más hierro y proteínas que otras carnes rojas. Además su sabor es muy agradable.
Aves de corral: pato y ganso
Aunque las aves de corral, como por ejemplo el pollo, son consideradas carne blanca, dos casos concretos han sido tradicionalmente incluidos en la lista de carnes rojas. Son el pato y el ganso. Estas dos carnes tienen un sabor fuerte y consistente y están asociados a la cocina francesa. Los beneficios de la carne de pato son un aporte de aminoácidos esenciales, vitaminas del grupo B o minerales como el hierro, el zinc o el fósfoto. Puedes probar a comer pato con estas recetas de pato al horno con fruta.
Carne de cabra
La carne de cabra es muy popular en algunas cocinas, como por ejemplo en la cocina de Canarias, aunque no está tan generalizada como ocurre con la ternera o el cerdo. Frente a otras carnes rojas, la carne de cabra aporta yodo, sodio y magnesio, además de las vitaminas del grupo B, zinc y proteínas.
Carne de cordero
El cordero es mucho más popular en la cocina que la cabra y aunque son parecidos no son el mismo animal. Un cordero es un borrego joven (al igual que un carnero es un macho borrego adulto). El cordero forma parte de muchas de las gastronomías típicas de muchos países europeos y de la cuenca del Mediterráneo. Podéis preparar cordero en tayin o cuscús, pero también como costillas de cordero con salsa de vino tinto navideñas. El cordero tiene todos los beneficios de las carnes rojas y es además muy rico en minerales.