La buena forma física es algo por lo que todo el mundo debería esforzarse. El estado físico es importante no solo por razones médicas, sino también por razones de salud mental y para la calidad de vida en general. Aunque estas ventajas superan con creces las desventajas, la verdad es que hay algunas cosas a considerar acerca de estar en "las mejores condiciones de tu vida".
El estado físico a veces tiene un precio
La gente hace ejercicio por muchas razones. Pero, todo ese ejercicio también podría causar problemas que a menudo pasan desapercibidos. A veces, el miedo a estas complicaciones puede incluso impedir que alguien empiece a hacer ejercicio en primer lugar.
Lesiones por uso excesivo
Para comprender algunos de los problemas que podría encontrar en su búsqueda de la aptitud física, es importante comprender una verdad básica:el ejercicio daña su cuerpo. Este daño, sin embargo, es algo bueno. En respuesta, su cerebro inicia una cascada de procesos biológicos que reconstruyen el tejido afectado más fuerte que nunca.
El problema, sin embargo, es que el estrés puede llegar a ser demasiado si hace ejercicio demasiado fuerte o con demasiada frecuencia, negando a su cuerpo la oportunidad de recuperarse adecuadamente. Cuando corres, por ejemplo, tus rodillas enfrentan fuerzas de impacto que son cuatro veces tu peso con cada paso. Correr todos los días, entonces, somete a tus articulaciones a más de lo que están preparadas para manejar con seguridad.
Como resultado, podría enfrentar cualquier variedad de lesiones por uso excesivo. Usado como un término general, las lesiones por uso excesivo pueden incluir cualquier cosa, desde tendinitis, como el codo de tenista, hasta pequeñas fracturas por estrés en el hueso.
Síndrome de sobreentrenamiento
Muy relacionado con las lesiones por uso excesivo, también podrías desarrollar una condición que a menudo se ignora llamada síndrome de sobreentrenamiento. Como sugiere el nombre descriptivo, el síndrome de sobreentrenamiento ocurre cuando un atleta se ejercita repetidamente más allá de su capacidad o intenta avanzar demasiado rápido. Si bien el síndrome de sobreentrenamiento podría ocurrir, ya menudo ocurre, junto con las lesiones por uso excesivo, las dos condiciones son muy distintas.
A diferencia de las lesiones por uso excesivo, que afectan una articulación o músculo en particular, el síndrome de sobreentrenamiento puede afectar muchos aspectos de su salud y bienestar general. Algunos de los síntomas más comunes del sobreentrenamiento incluyen:
- Fatiga
- Depresión
- Alteraciones del sueño
- Cambios de humor
- Disminución del rendimiento físico
- Falta de concentración mental
- Dolor de cabeza
- Sed extrema
- Falta de apetito
- Pérdida o ganancia rápida de peso
- Aumenta el dolor en articulaciones y músculos
Cambios en el apetito
Junto con todas las demás cosas que hace, el ejercicio puede tener un impacto poderoso tanto en su apetito como en la forma en que su cuerpo usa la energía de los alimentos. Desafortunadamente, esos cambios pueden no ser lo que crees que son. De hecho, incluso los expertos no están completamente seguros de cómo el ejercicio puede afectar su nivel de hambre.
En algunos casos, el ejercicio parece disminuir el apetito. Esto es particularmente cierto durante o inmediatamente después de los entrenamientos intensos. Desafortunadamente, también hay alguna evidencia que sugiere que esos mismos entrenamientos te dejarán con más hambre más adelante mientras tu cuerpo intenta recuperar el combustible que quemaste en el gimnasio.
En su mayor parte, parece que el tipo de entrenamiento que está utilizando, así como la composición general de su dieta, controlarán si experimenta más o menos hambre a medida que avanza su nivel de condición física.
Decepción
La frustración y los objetivos no alcanzados son una parte muy importante del proceso de acondicionamiento físico. A medida que trabaje para progresar y crear oportunidades en su vida, es probable que las cosas se interpongan en su camino. Lamentablemente, esto podría convertirse en un problema importante para algunas personas.
Con frecuencia, las personas que han hecho muchos intentos en el pasado para perder peso o alcanzar alguna otra meta simplemente se dan por vencidos cuando no logran esas metas. Pero lo mismo también puede pasar con aquellos que han estado haciendo ejercicio durante años y ya están relativamente en forma. Estas personas pueden encontrar que su progreso se ha ralentizado o que los cambios en sus circunstancias les han dificultado mantenerse al día con la vieja rutina. Todos estos factores podrían contribuir al desánimo e incluso a la depresión y la ansiedad.
Impacto social
Puede sonar como una broma, pero la realidad es que estar en mejor forma física podría afectar sus relaciones sociales. El ejercicio no se trata solo de comer de cierta manera o hacer ejercicio varias veces a la semana; exige un cambio completo de estilo de vida. Esto podría dificultarle mantener las relaciones existentes por una variedad de razones.
Tu nuevo estilo de vida podría requerir que adoptes un nuevo horario que entre en conflicto con los planes de salir de tus amigos. O puede optar por no comer más los mismos alimentos. También existe la posibilidad de que tus amigos sean una mala influencia para ti, incluso animándote a tomar decisiones que entren en conflicto con tu estilo de vida más en forma.
Crujido de horarios
Una de las razones citadas con más frecuencia para no hacer ejercicio es que las personas ya están demasiado ocupadas. Tener que dedicar entre 30 minutos y una hora adicionales para hacer ejercicio puede ser un verdadero desafío para muchas personas. Si bien es completamente posible hacerlo, requerirá que realice algunos cambios.
Sin embargo, a menudo, las personas descubren que pasan mucho tiempo haciendo cosas no esenciales, como navegar por las redes sociales o mirar televisión, que podrían convertirse en tiempo de entrenamiento. O bien, su único tiempo libre puede ser en un momento difícil del día, como antes de ir a trabajar. Esto significaría que tendrías que salir por la puerta antes de lo normal. Aun así, es posible.
Independientemente de dónde venga el tiempo para hacer ejercicio, tendrá un efecto en otros aspectos de su día.
Los beneficios superan los inconvenientes
Aunque existen algunas desventajas claras para la aptitud física, en realidad son mínimas en comparación con los beneficios potenciales. A menudo, estos inconvenientes pueden incluso evitarse por completo mediante una planificación cuidadosa, estableciendo metas adecuadas y siguiendo un programa bien diseñado.