Si hay una cosa muy importante a la hora de degustar vino, es el olfato. Este sentido que no tenemos costumbre de desarrollar tiene que ser ejercitado para que la fase olfativa de los vinos en la degustación sea provechosa.
La única forma de entrenarse es oliendo muchas veces, y vinos muy diferentes los unos de los otros, de orígenes variadas, como España, Chile, Francia, entre otros. Entonces, es importante saber cuáles son los aromas que debemos recordar y a partir de ello practicarlo muchas veces. En unComo.com te explicamos cómo oler un vino.
Aromas del vino
La mayor parte de los aromas presentes en el vino se encuentran en nuestra vida cotidiana, y por esto la preparación no es algo complejo. La verdad es que es muy sencillo si se tiene perseverancia y concentración: solamente prestar atención a lo que podemos oler en casa, al aire libre y principalmente en la cocina.
Los olores principales: los vamos a separar de la manera siguiente:
- Hierbas: canela, clavo de olor, pimienta, menta.
- Flores: jazmín, rosa, violeta, geranio, azahares cítricos.
- Químicos: serán el diacetilo (margarina, muy similar al de la manteca), el ácido acético (vinagre), acetato de etilo (quitaesmalte), el anhídrido sulfuroso (huevos podridos), alcohol etílico o etanol.
- Frutos: manzana verde y roja, durazno, pera, limón, pomelo, piña, fresa, plátano, uva, ciruela, todos ellos en la fruta fresca y también en la cocida.
- Vegetales: espárrago, ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, aceitunas, hongos, eucalipto.
Cómo oler el vino
Lo importante para oler el vino es de realizar grandes y profundas inspiraciones, y prestar mucha atención, porque en una inspiración habitual se sienten los aromas, pero de manera muy disuelta. También hay que recordar de no hacerlo más de dos o tres veces, para no fatigar la nariz.
¿Oler el corcho?
Ahora hay que hablar de una costumbre que muchos tenemos: la de oler el corcho. ¿De verdad un corcho puede contarnos cosas sobre la cualidad del vino que vamos a catar? La verdad es que no. El corcho se mira para revisar que no esté roto, o sea, que no haya tenido una filtración grave. La realidad es que el corcho simplemente deberá oler a corcho. Para conocer la cualidad de un vino, la única manera es catarlo.