Los níscalos, rebollones o rovellones son un tipo de setas que pueden prepararse de diversas formas. Puedes hacer níscalos a la plancha, al ajillo, guisados o como acompañante protagonista de las patatas y los huevos estrellados. Siempre es bueno tener níscalos en casa para darle un toque exquisito a nuestras recetas. Además, se pueden congelar los níscalos, pero también hay otras formas de conservarlos en buen estado.
En este artículo de unCOMO te mostramos cómo conservar níscalos de distintas formas, para que puedas disfrutar de ellos fácilmente, en cualquier momento y en diferentes recetas.
Cómo conservar níscalos congelados
Los níscalos crudos se pueden congelar sin problemas. Te contamos cómo congelar níscalos y conservarlos bien:
- Limpia bien los níscalos. En este otro artículo te explicamos Cómo limpiar los níscalos y aquí abajo también puedes ver un vídeo sencillo sobre ello.
- Córtalos en trozos.
- Guárdalos en una bolsa hermética.
- Luego mételos en el congelador hasta que decidas utilizarlos.
Aunque puedes congelar níscalos crudos, también es posible cocinarlos un poco antes de congelarlos, puedes ver esta información en nuestro artículo acerca de Cómo congelar los níscalos.
Cómo conservar los níscalos cocinados
Hay quienes prefieren conservar los níscalos fritos o salteados. Esto permitirá tenerlos casi listos para que al momento de cocinar solo haya que añadirlos a la preparación sin pasarlos previamente por la sartén.
Si deseas conservarlos así, limpia los níscalos y córtalos en trozos. Colócalos en una sartén con una cucharada de aceite de oliva y déjalos cocinar durante cinco minutos para que tengan un punto de cocción. Espera a que se enfríen para guardarlos en una bolsa hermética y meterlos en el congelador.
Cómo deshidratar los níscalos para conservarlos
Si te preguntas cómo conservar los níscalos deshidratados, sigue estos pasos:
- Empieza por limpiar los níscalos con un trapo o paño y un cuchillo para retirar las partes que veas en mal estado.
- Corta las setas en trozos finos y colócalos en una bandeja.
- Déjalos en una zona aireada y seca o bien, cúbrelos tela fina o de gasa. Verás que se van deshidratando.
- Otras posibilidades son deshidratarlos en el horno o usar un deshidratador de alimentos.
- Cuando estén listos los puedes guardar así en un bote o triturarlos para guardar las setas en polvo.
Cómo conservar níscalos al baño maría
También puedes conservar los níscalos aderezados en un bote de cristal, es decir, embotar los níscalos al baño maría. En este caso debes seguir estos sencillos pasos para conservar los níscalos al baño maría:
- Limpia los níscalos y trocéalos y, simultáneamente, prepara una olla con abundante agua, sal y laurel.
- Cuando el agua esté hirviendo agrega algunos níscalos, espera un minuto y sácalos.
- Repite este procedimiento con toda la porción que quieras conservar.
- Una vez que hayas terminado, deposita los níscalos en envases de cristal y agrega parte del agua donde los herviste.
- Para finalizar, tapa los envases de cristal y colócalos en una olla con agua hirviendo durante 40 minutos.
- Después de este tiempo, deja enfriar los envases y ya están listos tus níscalos. Puedes guardarlos en la nevera o dejarlo a temperatura ambiente.
Una vez abierto el bote, si crees que tardarás un tiempo en gastarlo entero será mejor pasar a conservar los níscalos en la nevera, puedes dejarlos en el mismo bote asegurándote de cerrarlo bien.
Cómo conservar los níscalos en conserva
Para terminar, te explicamos algunas formas de conservar los níscalos en conservas:
Sal
Una de las formas más habituales para conservar los níscalos es ponerlos en sal, pero si se conservan así hay que acordarse de lavarlos antes de usarlos en una receta para retirar el exceso de sal. Para guardarlos así, simplemente, lava y seca los rovellones o rebollones, mételos en un bote con sal y guárdalo en un lugar seco. Conviene usar unos 50 g de sal por cada 1/2 kg de setas.
Aceite
Empieza por lavar las setas y escáldalas por un máximo de 2 minutos en una olla con agua. Cuando todavía falte un minuto, añade las especias o hierbas aromáticas de tu gusto. Al pasar los dos minutos, apaga el fuego y escurre bien los rovellones. Llena los botes que necesites con aceite de oliva dejando espacio para las setas, asegúrate de que sean tarros que se puedan cerrar herméticamente. Agrega los níscalos y cierra los botes. Este es uno de los mejores métodos si quieres conservar níscalos si quieres que queden jugosos.
Vinagre
Vierte vinagre en un tarro hasta llenarlo por la mitad. Agrega las especias o hierbas aromáticas que más te gusten (recomendamos incluir ajo y tomillo). Añade los níscalos una vez los hayas limpiado y cierra los botes, asegurándote de que cierren lo mejor posible. Para ello, puedes poner los botes al baño maría.
Ahora que has aprendido estas formas de conservar níscalos, te animamos a probar estas recetas de unCOMO: Cómo hacer níscalos al horno y Cómo hacer níscalos a la plancha. Asimismo, si te gustan mucho las setas, no te pierdas nuestra guía sobre Cuáles son principales setas comestibles de España y descubre opciones más allá de los rebollones.